Domingo 33 del Tiempo Ordinario: lo que decide nuestro final
Pr 31,10-13.19-20.30-31: Trabaja con la destreza de sus manos. Sal 127,1-2.3.4-5: Dichosos los que temen al Señor. 1Ts 5,1-6: Que el Día del Señor no os sorprenda como un ladrón. Mt 25,14-30: Como has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu señor
Domingo XXXII del Tiempo ordinario: ¿Cómo mantener viva la llama?
Hace unos meses, en concreto el 5 de febrero, quinto domingo del Tiempo ordinario, Jesús decía que teníamos que ser sal de la tierra y luz del mundo. Ahora, cuando se va terminando este tiempo ordinario, de nuevo aparece la luz en la Palabra de Dios. El acento es nuestro “ser luz”.
XXXII domingo del tiempo ordinario: vigilar
Sb 6,12-16: Quienes buscan la sabiduría la encuentran Sal 62,2.3-4.5-6.7-8: Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío. 1Ts 4,13-18: Dios llevará con él, por medio de Jesús, a los que han muerto Mt 25,1-13: ¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!
Domingo XXXI del tiempo ordinario: Y yo ¿de quién aprendo?
«Tristemente es un signo de los tiempos que los fariseos estén en pleno auge mientras los profetas languidecen como quien cuenta los granos del reloj de arena. Tenemos que esforzarnos de verdad por liberarnos de una religión que satura nuestra conciencia y no nos lleva a la búsqueda continua de Dios para que sea de verdad alimento de vida y no alimento de muerte».
XXXI domingo del Tiempo Ordinario
Ml 1,14b-2,2b.8-10: Os habéis separado del camino recto y habéis hecho que muchos tropiecen en la ley. Sal 130,1.2.3: Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor. 1Ts 2,7b-9.13: Deseábamos entregaros no solo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas. Mt 23,1-12: Ellos dicen, pero no hacen.
“A contracorriente”, es el título con que el papa Francisco presenta...
Textos litúrgicos: Apocalipsis 7,2-4.9-14: Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua; Salmo 23: Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor; 1 Juan 3,1-3: Veremos a Dios tal cual es; Mateo 5,1-12a: Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Domingo XXX del tiempo ordinario: ¿Cuánto puedo ganar?
«Amar a Dios en el hombre y amar al hombre en Dios. Todo está englobado aquí. Esta es la voluntad de Dios y este es su precepto. Este es el primero, el segundo y el décimo; todos se resumen en estos dos».
XXX Domingo del Tiempo Ordinario: lo esencial
Ex 22,20-26: Si explotáis a viudas y a huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros. Sal 17,2-3a.3bc-4.47.51ab: Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza. 1Ts 1,5c-10: Os convertisteis, abandonando los ídolos, para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo. Mt 22,34-40: Amarás al Señor tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
Domingo XXIX del tiempo ordinario: Y yo ¿a quién le doy...
«Todos los días tenemos que elegir entre el amor o el egoísmo, la gratuidad o el propio provecho, hacer el bien o sacar partido. Cada día estamos abocados a reservarnos la vida para nosotros o a perderla entregándonos a los demás».
XXIX Domingo del Tiempo Ordinario: la moneda de Dios
Is 45,1.4-6: Yo he tomado de la mano a Ciro, para doblegar ante él las naciones. Sal 95,1.3.4-5.7-8.9-10: Aclamad la gloria y el poder del Señor. 1Ts 1,1-5b: Recordamos vuestra fe, vuestro amor y vuestra esperanza. Flp 2,15d.16a: Aleluya, aleluya, aleluya. Mt 22,15-21: Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.