Pozos de agua en escuelas de Sierra Leona. Agustinos Recoletos.

En Sierra Leona los Agustinos Recoletos han construido ya decenas de pozos. Desde 2020, además, al aseguramiento del agua potable a las aldeas se suma otro aspecto: la construcción de hasta diez pozos en escuelas.

Durante mucho tiempo, los Agustinos Recoletos en Sierra Leona se esforzaron por llevar agua potable a las aldeas rurales, asegurando el acceso al agua limpia a las familias para su vida cotidiana durante todo el año.

Fueron decenas de pozos construidos en la misión recoleta africana, con multitud de cofinanciadores a cuyos concursos de subvenciones para la cooperación internacional se presentaron las ONGs recoletas: La Esperanza, Haren Alde y, en la actualidad, aunando este esfuerzo, ARCORES.

Sin embargo, desde el año 2000 se ha dado una nueva “vuelta de tuerca”: ya se han construido siete pozos en escuelas, y tres más están ahora mismo en marcha. Para este Día Mundial del Agua, es un testimonio sobre cómo la facilidad de acceso al agua cambia y mejora la educación.

En 2020 se construyó el pozo en la escuela de Saint Thomas de Kamabai, con financiación de ARCORES España y de la Mancomunidad Aguas de Montejurra (Navarra, España), entidad pública supramunicipal que desde hace al menos dos décadas colabora en la construcción de pozos en Sierra Leona por parte de los Agustinos Recoletos.

En 2024 se dio un paso de gigante con la construcción de seis pozos en escuelas primarias rurales (alumnos de 6 a 12 años) en Bamoi, Rochain, Karene, Bumban, Kakorla y Kakendema, localidades rurales de las misiones recoletas de Kamabai y Kamalo. Los cofinanciadores fueron el Ayuntamiento de Tudela, la Fundación Roviralta y la Fundación Mutua Madrileña.

No son comunidades escolares pequeñas; por ejemplo, en Bumban son 306 alumnos y 7 profesores; Kakorla, 210 alumnos y 4 profesores; Kakendema, 210 alumnos y 6 profesores.

Actualmente está en marcha la construcción de tres pozos junto a las escuelas primarias de Bumbankakendeka, Kathantha y Kabakeh, todas ellas dentro de la misión de Kamabai, en el distrito de Bombali, cofinanciados por Ferrovial.

Las escuelas de Sierra Leona son un hervidero de niños y niñas que acuden cada día con toda la ilusión a sus aulas atestadas, con muchos alumnos y pocos profesores. Cada día llegan no solo de la localidad donde se encuentran, sino de otras muchas pequeñas aldeas de los alrededores. Algunos de estos niños y niñas caminan diariamente de cinco a diez kilómetros solo para ir a la escuela.

Las escuelas de Sierra Leona son también un hervidero de calor. Al clima tropical se suma que las escuelas suelen tener un techo ondulado de zinc que absorbe el calor y lo transmite hacia abajo. Las aulas difícilmente superan los 50 metros cuadrados y más de 50 alumnos por cada una las atestan.

Tampoco existe transporte escolar alguno y los desplazamientos son a pie. Que exista o no agua potable de fácil disposición en la escuela es un factor decisivo para el consumo, la higiene y aminorar las consecuencias del clima refrescando el ambiente; o sea, para la propia educación.

A los pozos se les añade un muro perimetral de protección y se les rodea de árboles frutales, aguacates, anacardos y mangos, que ayudan a mantener los niveles freáticos, proteger la erosión, recargar el nivel y complementar la alimentación de la comunidad escolar.

También en cada centro escolar y en la comunidad local se hace una formación sobre higiene personal, higiene de los alimentos, higiene y usos correctos del agua y salud preventiva; así como sobre el mantenimiento técnico de los pozos, para el que se dejan las herramientas necesarias: abrazaderas, llaves inglesas, tuberías y biela adicionales, conectores, cilindros, boquillas…