La Parroquia Santa Mónica y el Colegio Romareda, con su medio siglo de vida, son los últimos testigos de una larga y variada presencia de los Agustinos Recoletos en Aragón, que se remonta prácticamente a la fundación de esta Orden religiosa.
El agustino recoleto Manuel Carceller (1899-1983) publicó La Recolección Agustiniana y la Virgen del Pilar con ocasión del Año Mariano y Agustiniano de 1954. Como buen cronista de la Orden, hace un recorrido sobre la devoción a la Virgen María en su advocación del Pilar en conventos y ministerios recoletos de España, América y Filipinas.
El agustino recoleto Eugenio Ayape (†2000), entonces prior general de la Orden, publicaba en la revista Doce de Octubre en 1951 que, “habrá pocos institutos religiosos tan unidos con estrechos vínculos históricos y afectivos a la Columna Sagrada de Zaragoza como la Orden que el suscrito, muy sin méritos, tiene el honor de presidir”.
El agustino recoleto Ángel Martínez Cuesta, en su artículo María en la espiritualidad y apostolado de los Agustinos Recoletos, dice de la Virgen del Pilar que “era la patrona de la provincia aragonesa” y, según expresa el vicario general en 1743, apenas había en ella “convento donde no se venere vuestra imagen con especial devoción”. Y recuerda que recibía culto especial en el colegio de Zaragoza y en los conventos de Barcelona, Benabarre, Valencia, Zuera, Madrid y Valladolid.