XXXI Aula Agustiniana de Educación. Madrid, 8-9 de febrero de 2025.

Los días 8 y 9 de febrero ha tenido lugar en Madrid el XXXI Aula Agustiniana de Educación, que reúne a docentes y gestores de centros educativos de la Familia Agustiniana en toda España. Este año tenía como referente la “Misión del docente agustiniano: educador y testigo”.

Alrededor de 450 personas, entre docentes, miembros de equipos de gestión y religiosos y religiosas de las órdenes y Congregaciones titulares de cada centro, se han dado cita en el Colegio San Agustín de Madrid para celebrar el XXXI Aula Agustiniana de Educación, evento anual que se organiza desde 1994.

Estaban representados 46 centros educativos de toda España de los Agustinos, Agustinos Recoletos, Agustinas Misioneras, Misioneras Agustinas Recoletas, Agustinas del Amparo y Agustinas contemplativas. Representantes de los tres colegios de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de los Agustinos Recoletos estuvieron presentes.

El sábado 8 de febrero tuvieron lugar tres ponencias: “Nuestros centros educativos y su acción evangelizadora hoy”, por Juan Manuel de Alarcón; “¿Por qué yo? ¿Para qué yo? ¿Para quién yo?”, por Óscar Alonso; y “Compartir al Dios de la vida a través de la música”, por el cantautor Nico Montero, que se desarrolló a modo de concierto.

El domingo tuvo lugar la ponencia “Y tú, profe, ¿qué vendes? Actitudes del educador agustiniano”, por Isaac Estévez, y el acto de clausura.

Las reflexiones, temáticas y diálogos se han centrado en los maestros, figura esencial de la educación y protagonistas del buen hacer en la marcha de cualquier centro educativo, más si cabe en centros cuyo ideario sigue a san Agustín de Hipona, maestro y pedagogo.

Así, Juan Manuel de Alarcón se centró en la finalidad de la educación y de la acción evangelizadora, acomodada en cada momento a las personas y los tiempos, cada vez más volubles y con cambios más acelerados y rápidos.

Óscar Alonso precisamente quiso detallar esta cambiante condición humana y cómo el carisma agustiniano guía a personas de todas las generaciones, de todo tiempo y de toda cultura. Animó a los profesores a imbuirse y conocer ese carisma para poder transmitirlo.

Nico Montero presentó su disco Corazón inquieto, basado en la figura de Agustín de Hipona, en el que se musicalizan algunos de sus textos más conocidos. Incidió en el valor de la música como herramienta para llegar hasta el corazón de los jóvenes.

El agustino Isaac Estévez se centró en la relación entre docencia, dignidad y decencia, desde el valor de la interioridad, motor de la vida. Fue una ponencia profundamente experiencial, con tres testigos que llevaron admiración y sorpresa al público por sus testimonios, entre ellos los de un campeón invidente o un artista que encontró en la música su proyecto de vida y su rumbo.