De la mano del misionero agustino recoleto Luis Antonio Fernández Aguado (Amayuelas de Abajo, Palencia, España, 1963) nos acercamos a los esfuerzos por hacer de la Prelatura de Lábrea una Iglesia que cumpla los sueños de dignidad y defensa de una Ecología integral en la selva amazónica.
Desde que se celebró el Sínodo para la Amazonia, se publicó su documento final (2019) y se añadió la exhortación apostólica postsinodal Querida Amazonia del papa Francisco (febrero de 2020), martillea en nuestros oídos y resuena en nuestros corazones el llamado a ser una “Iglesia con rostro amazónico”.
¿Cómo sería eso? ¿Qué hacer para tener un rostro amazónico? Ha sido una pregunta recurrente de nuestra gente. El ojo lo ve todo excepto a sí mismo. Y, por eso, yo les digo: “El rosto amazónico sois vosotros mismos, vuestra historia, vuestra cultura, especialmente la de los pueblos originarios y los ribereños que habéis adoptado ese modo de vivir de los ríos y las selvas y la unión profunda a la tierra”.
El rostro amazónico es esa historia de lucha y resistencia de los pueblos indígenas; y también esa historia de servidumbre y dependencia de los ribereños, ambas situaciones de violencia y opresión que duran hasta nuestros días.
Los pueblos amazónicos claman y gritan por la vida y por libertad. Y claro, el rostro amazónico es esa inmensa selva con su rica biodiversidad de microrganismos, plantas, árboles, animales, ríos y lagos de todo tamaño. Esta selva gime en dolores de parto por su liberación.
La selva y su gente son el rostro amazónico, lo que les hace diferentes de otros pueblos, lo que les da un rostro propio. Pero el asunto aquí y el desafío eclesial es que la Iglesia también asuma ese rostro amazónico porque camina con los pueblos de la selva.
¿Tiene la Prelatura de Lábrea ese rostro? Cuando se lo hemos preguntado a nuestro pueblo ha habido silencio, reflexión y compromiso. Es un desafío para todo este pueblo de Dios, aunque ellos ya tienen ese rostro.
¿Manifestamos este rostro como Iglesia? ¿Tenemos rostro amazónico los misioneros, la forma de organizar la iglesia, de celebrar la liturgia y los sacramentos, de entender los ministerios y servicios eclesiales, la catequesis, la manera de pensar y expresar y celebrar la fe, la organización y administración de las comunidades de base?
Los desafíos de la Encarnación, de la inculturación, continúan, y con más fuerza en este mundo global y plural con un fuerte colonialismo cultural occidental, una brutal presión e influencia de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías de la información.
Hay un lema que sigue muy de actualidad: “Que la iglesia arme su tienda en la Amazonia”. Los desafíos son grandes. Hace dos años, a finales de enero de 2023, en la Asamblea de la Prelatura de Lábrea celebrada en Tapauá, asumimos aplicar el Sínodo de la Amazonia mediante una conversión integral y la puesta en marcha de las acciones necesarias para cumplir aquellos sueños social, cultural, ecológico y eclesial del papa Francisco en Querida Amazonia.
Desde una visión integral de la misión, queríamos poner como centro el servicio y la defensa de la vida en nuestra Prelatura, de sus culturas y de sus territorios, desde la Ecología integral.
Hoy, en el contexto del primer centenario de la Prelatura y de la presencia de los Agustinos Recoletos, llega una oportunidad para renovar esta presencia y ser junto con el pueblo una Iglesia con rostro amazónico.
Como momento concreto y expresión de esta misión, el 22 de enero de 2025 la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) organizó una Conferencia Libre sobre el Medio Ambiente. Tuvo lugar en el Educandário Santa Rita de las Misioneras Agustinas Recoletas, espacio de especial recuerdo a la hermana Cleusa Carolina Rodhy Coelho, mártir de la causa indígena.
Ella ha sido ejemplo del rostro amazónico de la Familia Agustino-Recoleta con su defensa de los vulnerables de la Amazonia: hansenianos y enfermos, menores, indígenas, presos, empobrecidos, excluidos…
La Conferencia Libre es un instrumento para que la sociedad civil envíe propuestas para la formulación de políticas públicas. Entre los 19 participantes había representantes de la REPAM, Pastoral Social, Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), Consejo Indigenista Misionero (CIMI), todos ellos de la Iglesia, junto con movimientos y organizaciones indígenas y ribereños (IEB, OPAN, FOCIMP, OCAPIL, STTR, RESEX Ituxi).
El tema de los diálogos y conversaciones era el mismo de la Conferencia Nacional de Medio Ambiente: “Emergencia climática y transformación ecológica”, pero desde un enfoque local “Región del Trans-Purus, esencial para la Amazonia y para el Brasil”.
El obispo agustino recoleto de la Prelatura de Lábrea, Santiago Sánchez, participó junto al obispo emérito, Jesús Moraza, y otros misioneros. La incidencia social, cultural y política de la Prelatura es notable en este ámbito, como medio de promoción del Reinado de Dios.
Desde la Iglesia se promueve la Ecología integral, se buscan modelos de desarrollo sostenible que tengan en su centro a la persona y las comunidades y que defiendan la vida de todos los que habitamos esta Casa común.
Es necesario avanzar más y que no sean apenas unos pocos, sino la Iglesia en su conjunto, quienes asumamos este compromiso. Inspirémonos en tantos misioneros y misioneras que en estos cien años de historia recorrieron este camino de la mano del Pueblo de Dios y a su servicio. Eso es tener un rostro cada vez más y más amazónico.