
Cuatro estudiantes de Historia de la Universidad de Navarra han avanzado en sus conocimientos de Archivística colaborando con el Archivo provincial en el convento de Marcilla, donde han residido de junio a agosto.
La Universidad de Navarra y el Archivo de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la Orden de Agustinos Recoletos, con sede en el convento de Marcilla (Navarra, España) firmaron un convenio para la realización de prácticas académicas de alumnos de Historia. Cuatro alumnos han participado de esta experiencia desde primeros de junio hasta mediados de agosto, con la colaboración de dos tutores religiosos.
La tarea principal consistió en clasificar, ordenar y describir el material archivístico, atendiendo a su procedencia, de manera que reflejara el organigrama de la Provincia en cada época y facilitara la búsqueda a los investigadores.
Siguiendo estos criterios, los alumnos clasificaron discursos, sermones, ejercicios espirituales y otros manuscritos, generalmente anónimos, del siglo XIX y primera mitad del XX, de autores variados como Toribio Minguella (1836-1920), Victorino Capánaga (1897-1983), Fabián Otamendi (1897-1962) y otros predicadores recoletos famosos en su época.
Seguidamente ordenaron y describieron de forma genérica la documentación perteneciente al Colegio Apostólico San José de Lodosa, Navarra, que fue el seminario menor de la Provincia de San Nicolás de Tolentino entre los años 1925 y 2001. Fue, sin duda, uno de los trabajos más arduos por el desorden en que se encontraban los documentos.
Los alumnos en prácticas dedicaron el último mes de tarea a describir y etiquetar en una base de datos los libros manuscritos no oficiales de la Provincia.
Experiencia positiva
Para los universitarios esta experiencia significó un encuentro con una forma de vida y unos espacios inusitados para ellos: la vida consagrada, un convento y el archivo histórico de una Orden misionera con casi cinco siglos de historia.
Durante estas jornadas residieron en el convento y compartieron con la comunidad no solo tiempo de trabajo, sino también otros momentos más distendidos. Supieron adaptarse y la experiencia resultó positiva para todos.
Quedaron contentos con su aprendizaje y con la nota de la evaluación que redondea su curriculum. Por parte del Archivo, se ha adelantado en el proceso ordinario de trabajo que genera el Archivo y la custodia de tanta documentación histórica.
A lo largo del periodo tuvieron ocasión de hacer algunas visitas a lugares significativos para la historia de la vida religiosa y de los Agustinos Recoletos en el entorno, como son el monasterio cisterciense de La Oliva y el convento recoleto de Monteagudo.
Entre los muchos descubrimientos que les hizo especial ilusión, están las recetas de fray Mariano Aramendía para hacer mermeladas de diferentes frutas. Bajo la tutoría de Maribel Landívar elaboraron confitura de higo, un centenar de frascos, puesto que ha sido año récord de cosecha en las higueras que en su día plantó el venerable Mariano Gazpio.
Semejante producción permitió repartir confitura de higo con otras comunidades recoletas en España, los bienhechores de la comunidad local, los familiares del venerable fray Mariano Gazpio y los allegados a su causa de canonización.