El Hogar Santa Mónica en Inspira&Accion, TV Verdes Mares. 05/10/2024. Fortaleza, Brasil.

Un programa de televisión muestra el Hogar Santa Mónica como un proyecto que ayuda a niñas y adolescentes a recuperar sus vidas y su amor propio para liberarse de aquellas relaciones y situaciones que las llevaron a un abismo personal.

El sábado 5 de octubre, a las 11:45 de la mañana, la emisora Verdes Mares, asociada a la Red Globo de Comunicación de Brasil, emitió un nuevo capítulo de su programa Inspira&Acción, dirigido y presentado por Taís Lopes y cuyo objetivo es fomentar la transformación social dando a conocer todo tipo de proyectos, testimonios y acciones que han conseguido mudar la vida de personas concretas hacia una vida más digna, estable y de progreso humano y social.

El programa de esa jornada tenía como título “La vida es de ellas: decidir por el amor propio y liberarse de relaciones tóxicas. Tres piezas principales daban una visión general de esta realidad de mujeres que superan una vida difícil y con el amor a sí mismas olvidan y convierten situaciones terribles en algo del pasado.

En el programa completo se pudieron escuchar los testimonios de una mujer que tuvo que soportar relaciones tóxicas durante 16 años y hoy como psicóloga ayuda a otras mujeres a superarlo; otras dos mujeres relatan cómo han superado el bullying sufrido por la gordofobia que asola a esta sociedad que vive por y para la imagen exterior; y las propias niñas y adolescentes del Hogar Santa Mónica, que han salido de contextos agresores y superado traumas enormes para vivir una vida social tranquila, satisfactoria y plena como mujeres.

El programa sirve también para iniciar la campaña “Criança Esperança” de la Red Globo de este año, que beneficiará muchos proyectos que trabajan con niños y adolescentes, entre ellos al Hogar Santa Mónica.

En la visita al Hogar, los testimonios se centran en las personas que cuidan de las beneficiarias: la coordinadora general, la psicóloga, una madre social y una educadora social.

Un niño o adolescente ha sido víctima de violación cada ocho minutos en Brasil en el año 2023, según las estadísticas. Un dato que choca y que hace revolverse, y que convoca para actuar y proteger a esa parte de la población que tanto precisa de ayuda y que no tiene cómo defenderse.

Y hablando de actuar, aquí en Fortaleza hay un espacio que ha sido un verdadero hogar desde hace quince años para niñas víctimas de violencia, pero principalmente de violencia sexual. El Hogar Santa Mónica atiende hoy a unas 30 niñas aquí en la capital, de entre 7 y 17 años.

Luiza Dias es la coordinadora del Hogar Santa Mónica:

“Las niñas acogidas tienen un perfil de haber sufrido violencia, especialmente violencia sexual. Trabajamos junto a otras instituciones desde la metodología de la acogida mediante casas-hogares. Aquí residen las 24 horas del día, tienen siempre a una persona encargada de ellas”.

María Valneide es una de las “madres sociales” del Hogar Santa Mónica.

“Nuestra función es la misma que hacemos en nuestra casa en la vida de cada día con nuestros hijos: cuidar. Tengo tres hijos adultos y no vivo más con esa preocupación de cuidar de ellos, porque ya están criados. Ahora hago esto mismo de cuidar de quien lo necesita, de dar amor a estas niñas que vienen de familias desestructuradas, que viven en vulnerabilidad social”.

Priscila Alencar es la psicóloga del Hogar Santa Mónica:

“La misión del Hogar Santa Mónica es transformar y defender esas vidas que están en vulnerabilidad. Lo hacemos añadiendo los valores institucionales de una misión agustiniana, como es la espiritualidad o que consigan comprender, transformar y resignificar la realidad como una manera de dar calidad de nuevo a sus vidas.

Queremos darles la oportunidad para que enseguida puedan vivir en sociedad de una manera óptima venciendo los desafíos traumáticos por los que han pasado y consiguiendo desarrollarse con plena dignidad”.

Janaína de Carla es educadora social en el Hogar Santa Mónica:

“Son niñas que cuando llegan no saben ni siquiera saben escribir su propio nombre, lo que ya es triste. Con el paso del tiempo vemos esa evolución que muchas veces ni siquiera ellas se dan cuenta. Después vienen gritando de felicidad cuando consiguen escribir su nombre, cuando avanzan. Eso a mí muchas veces me emociona mucho, porque vemos el trabajo conquistado, que ni siquiera es tanto nuestro trabajo, sino que ellas mismas van consiguiendo construir su propia historia”.

Que haya más iniciativas como esta, que se vuelvan el hogar para nuestras niñas y adolescentes, que tanto necesitan de ayuda. ¡Felicidades, Hogar Santa Mónica, y todos los envueltos en este trabajo!