Entre agosto y septiembre ha comenzado el curso lectivo en el hemisferio norte; en el sur lo harán a partir de febrero. La Familia Agustino-Recoleta propone un lema y objetivos pastorales unidos al Jubileo eclesial, bajo el lema común “Peregrinos de la Esperanza”.
En 2025 la Iglesia Católica celebra Año Santo, un Jubileo convocado por el Papa Francisco para toda la Iglesia bajo el lema “Peregrinos de la Esperanza”. Este período extraordinario de gracia y renovación espiritual suele celebrarse cada 25 años o ante determinadas circunstancias especiales e importantes.
La propuesta del Papa Francisco
El Papa Francisco propuso este lema para el Jubileo hace dos años, en plena resaca de la pandemia. Tras el parón, el miedo y el dolor que creó, especialmente entre los más débiles y los excluidos, la intención era recuperar lo mejor del ser humano. Dijo:
“Debemos mantener encendida la llama de la esperanza (…) y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras.
El Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, (…) por esa razón elegí el lema ‘Peregrinos de la Esperanza’. Será posible si somos capaces de recuperar el sentido de la fraternidad universal, si no cerramos los ojos ante la tragedia de la pobreza galopante que impide a millones (…) vivir de manera humanamente digna. (…) Ojalá que las voces de los pobres sean escuchadas.
(…) A la conversión deben unirse aspectos fundamentales de la vida social para formar un conjunto coherente. Sintiéndonos todos peregrinos (…) no descuidemos, a lo largo del camino, la contemplación de la belleza de la Creación y el cuidado de nuestra Casa común, (…) expresión esencial de la fe en Dios y de la obediencia a su voluntad”.
San Agustín
La virtud de la esperanza no es un asunto ajeno a san Agustín y al carisma agustino recoleto, así como la idea de “peregrinar juntos”. El Jubileo 2025 es una oportunidad para profundizar en la espiritualidad agustiniana y materializarla en obras y actos.
El valor agustiniano que se desea profundizar en el curso lectivo es la amistad, en profunda conexión con el propio Jubileo. Así, ante el reto de la superficialidad y de la indiferencia insensible, la amistad aporta vínculos de simpatía y empatía.
En el caso de la amistad según san Agustín, su ideal es “tener todo en común” y dirigirse “juntos” a la búsqueda de Dios con “una sola alma y un solo corazón”. Esto implica que la amistad, vivida conforme a la propuesta agustiniana, implica necesariamente la confianza, la confidencia, la lealtad y la entrega personal al bien común.
Objetivos
El Jubileo 2025 permite a la Familia Agustino-Recoleta dar a conocer y profundizar en la experiencia agustiniana de la peregrinación de los amigos: caminar sin sentirse solos, unirse en un destino común, acompañarse mutuamente.
En medio de noticias diarias sobre conflictos y guerras, en la Familia Agustino-Recoleta fomentamos la paz, el cuidado, el buen trato, la comunidad… Son signos de esperanza para nuestro mundo y, sobre todo, para quienes más sufren las consecuencias de sus contravalores: el egoísmo, el individualismo, el revanchismo, la indiferencia o la imposición por la fuerza de ideologías, de gobiernos, de poderes o de costumbres.
También es una oportunidad para que la Familia Agustino-Recoleta fomente su espíritu de servicio y solidaridad, apoyar desde la retaguardia a las zonas de misión y los proyectos pastorales socio-transformadores. Aseí seremos, también, “misioneros de esperanza”.
Misma imagen de la Iglesia Universal
Otros años la Familia Agustino-Recoleta diseñaba un logotipo y carteles referentes a su lema anual. Este 2025 asume y disemina el mismo logo y cartel del Jubileo 2025.
Representa a toda la humanidad con sus cuatro figuras abrazadas entre ellas, indicando la solidaridad y la fraternidad que une a los pueblos.
La primera se aferra a la Cruz, signo de fe y esperanza. Rodeada de olas, porque la vida no siempre surca aguas tranquilas, en su parte inferior se alarga transformándose en el “ancla de la esperanza”, en jerga marina el que se usa en las maniobras de emergencia en las tormentas.
El camino del peregrino no es individual, sino comunitario: crece según se tiende hacia la cruz. Esta no es estática, sino dinámica y se curva hacia la humanidad, saliendo a su encuentro con la certeza de su presencia y la seguridad de su esperanza.
Peregrinar
Quien haya vivido algún tipo de peregrinación física, puede recordar muy bien su experiencia haciendo camino: muchos peregrinos hacia un mismo destino, cada uno a su ritmo y en sus circunstancias. Así es la vida de comunidad agustiniana: un destino común, en ayuda mutua, cada uno a su ritmo y respetando sus tiempos y necesidades.
La palabra Jubileo procede de yobel, el cuerno de carnero con el que se anuncia el Día de la Expiación, la festividad del Yom Kippur. El pueblo judío lo celebraba cada 50 años (el año siguiente a 7 x 7 periodos anuales), con el perdón de las deudas, la restitución de los terrenos arrendados y el descanso de la tierra. La idea básica es restablecer la correcta relación con Dios, con las personas y con la naturaleza; algo así como reiniciar y restablecer el sistema:
“El año cincuenta será para vosotros un año jubilar: no sembraréis ni segaréis los rebrotes ni vendimiaréis las cepas no cultivadas. (…) Será sagrado para vosotros. Comeréis lo que den vuestros campos por sí mismos (…) y cada uno recuperará su propiedad” (Levítico 25,11-13).
Por su parte, peregrinación tiene su origen en las expresiones latinas “a través de los campos” y “travesía de las fronteras”, una imagen certera y expresiva de la propia vida, más allá del hecho físico de caminar.
Unido todo ello a la amistad agustiniana, queremos en 2025 proclamar signos de esperanza: promover la paz y el diálogo; evitar toda agresión contra las personas, los seres vivos, la naturaleza; proponer el buen trato y convivir con respeto y aceptación de la diversidad y riqueza de cada persona.
Música para sembrar esperanza
El Colegio Agustiniano Ciudad Salitre de los Agustinos Recoletos en Bogotá (Colombia) ha propuesto esta canción Peregrinos de Esperanza, compuesta por Andrea Lorena Montaño e interpretada por siete de sus alumnos de entre 13 y 16 años.
A veces voy por el camino, siento temor, siento temor
me angustio y creo que me pierdo en la oscuridad y en el dolor.
Mas yo recuerdo que en la vida no me encuentro solo:
puesta mi esperanza está en ti,
yo soy la semilla que fecunda el mundo, tu palabra es vida para mí.
¡Oooh oooh! ¡Peregrinos de tu amor!
¡Oooh oooh! ¡Peregrinos de esperanza! (bis)
Los cielos nuevos y la tierra te alabarán, te alabarán
cantan tu gloria las naciones, se alegrarán, se alegrarán.
Mas yo recuerdo que en la vida no me encuentro solo:
puesta mi esperanza está en ti,
yo soy la semilla que fecunda el mundo, tu palabra es vida para mí.
¡Oooh oooh! ¡Peregrinos de tu amor!
¡Oooh oooh! ¡Peregrinos de esperanza! (bis)
“La esperanza que se ve ya no es esperanza:
porque lo que puedo ver, ¿cómo esperarlo?”
¡Oooh oooh! ¡Peregrinos de tu amor!
¡Oooh oooh! ¡Peregrinos de esperanza! (bis)