A los 25 años de terminar su educación secundaria y preuniversitaria, los hoy adultos construyen sociedad desde los valores que aprendieron en el Colegio: crecer en fraternidad, apostar por la bondad de la comunidad y establecer espacios de interioridad y de crecimiento humano y espiritual.
La Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio San Agustín de los Agustinos Recoletos en Valladolid, ALARVA, organizó para el sábado 14 de septiembre la fiesta de bodas de plata de la finalización de los estudios del grupo que salió del colegio finalizado el curso 1998-1999.
Volver a las mismas aulas 25 años después se presta a que salgan a la luz infinidad de recuerdos, anécdotas y personajes que habían quedado en la memoria, a veces muy vivamente, otras de modo mucho más difuso pero recuperando los detalles al ser compartidas.
Todo ello deja en el aire una sensación de nostalgia mezclada con la ilusión de estampas vividas en la niñez y adolescencia que aparecen ahora ante vidas de adultos que han tomado sus diferentes caminos y decisiones, vidas hoy separadas pero que rápidamente vuelven a crear lazos de fraternidad.
Un total de 40 antiguos alumnos que cumplían sus bodas de plata de graduación se juntaron. Varios de ellos habían pertenecido al grupo “Chispas”, una suerte de grupo juvenil que promovía los valores del Colegio a través de la música, el voluntariado y la organización de actividades lúdicas y culturales de todo tipo.
Esta generación ha sido calificada de intrépida y polifacética, con grados de audacia y gran inquietud que se mostraba no solo intelectualmente, sino también físicamente, con la infinidad de aventuras en las que se veían involucrados, muchas de las cuales recordaron.
El encuentro festivo incluyó la visita a las instalaciones del Colegio, 25 años después mucho más llenas de tecnología y de espacios pedagógicos novedosos y desconocidos hace 25 años. A esta visita guiada siguió la comida de hermandad.
Durante la visita y la comida, muchos pudieron recordar de manera muy gráfica a varios de los religiosos y profesores que les acompañaron durante su educación. El Colegio, a su vez, demostró que continúa siendo un espacio de atención integral que aúna la educación formal con las nuevas tecnologías, el apego a la ciencia y la promoción de valores del carisma agustino recoleto.
Precisamente dentro de esta promoción se enmarcan estas actividades organizadas por ALARVA. Una vez que se han superado los estudios formales, los alumnos del Colegio San Agustín llevan consigo una asignatura pendiente toda la vida: crecer en fraternidad, apostar por la bondad de la comunidad, establecer espacios de interioridad y de crecimiento humano y espiritual para que la sociedad en la que hoy viven y a la que hoy contribuyen sea cada vez un poco mejor, más humana, más amable, más feliz.