La red social Facebook cuenta con una página que promueve la atención espiritual y la unión de oraciones entre enfermos, familias, cuidadores y profesionales de la salud con la intercesión del santo recoleto, para la Iglesia protector de los enfermos de cáncer.
En septiembre de 2014, hace ahora diez años, se inauguraba en Facebook el Centro virtual de oración por los enfermos San Ezequiel Moreno, un espacio para la atención humano-espiritual de las personas enfermas, sus cuidadores, acompañantes y familias. La red social proporciona de modo virtual la cercanía, la acogida fraterna y la oración conjunta rompiendo los moldes espacio-temporales.
La Provincia de San Nicolás de Tolentino de los Agustinos Recoletos ya contaba en su convento de Monteagudo (Navarra, España) con un centro de irradiación espiritual dedicado al santo obispo recoleto.
Incluye una exposición permanente y la visita al templo donde profesó, a la capilla donde residen sus restos, al cuarto donde pasó sus últimas semanas de vida y algunos de sus objetos personales. Se suma el propio entorno del convento noviciado, en el que el santo inició su camino en la vida religiosa y del que llegó a ser prior.
Sin embargo, este Centro se quedaba corto, atado por los límites del espacio y del tiempo: ¿cómo llegar a tantas personas que viven esta situación lejos de las paredes del convento?
En 2014 las redes sociales ya eran un elemento común en la sociedad y abrían la posibilidad de llegar a muchas más personas en muchos más lugares. Por ello la Provincia abre este Centro Virtual de Oración, cuya gestión encarga a la Comisión de Comunicación y Publicaciones, para poner en contacto a estos enfermos, familias y profesionales a través de las pantallas y de su interacción libre y conjunta.
Un nombre y sus metas
San Ezequiel Moreno (1848-1906), misionero y obispo agustino recoleto que vivió en Filipinas, España y Colombia, da nombre y contenidos a esta página. Las publicaciones promueven el conocimiento de su vida, su experiencia y su vivencia espiritual.
La Iglesia ha propuesto a san Ezequiel como especial intercesor de los enfermos dentro del amplio mundo del cáncer, nombre único para muchas enfermedades concretas, pero que el santo padeció y de la que murió.
Por eso preside este Centro Virtual de Oración, para que quienes buscan una respuesta personal ante el dolor de la enfermedad, puedan encontrarse con personas que viven la misma situación y con un apoyo espiritual conjunto. Actualmente, en su décimo aniversario, la página cuenta con una comunidad virtual de poco menos de 3.000 personas.
La página quiere, así, abrir un horizonte de esperanza y sentido a tantas personas y familias heridas por las circunstancias de la vida o de la enfermedad. El apoyo mutuo siempre es un bálsamo, y el carisma agustino recoleto y la vida del santo ofrecen esta vía de solución: frente a la soledad y el ensimismamiento ante estos momentos difícil, la vida comunitaria y el diálogo, el encuentro fraterno y el consuelo mutuo.
Además, la Provincia de San Nicolás de Tolentino ofrece en esta página un acompañamiento espiritual virtual a aquellas personas que así lo requirieran de un modo más personal. La Red social permite el diálogo directo a través de mensajes privados. Quien responde a estos mensajes es un religioso agustino recoleto, dispuesto a escuchar y a ofrecer apoyo, así como a acoger las peticiones concretas de oración.
El Centro Virtual de Oración, al estar en red, sirve de punto de encuentro para enfermos y familiares, para acompañantes y para profesionales de la salud, para quienes han sufrido directa o indirectamente los embates de la enfermedad; lógicamente puede ser el cáncer, pero también cualquier otra.
El dolor y la enfermedad atropellan la vida en su conjunto y abren en carnes el cuerpo y la mente, las relaciones y los proyectos de vida. La página pretende crear apoyos pastorales: además del cuidado de los médicos y los tratamientos, el paciente puede “tratarse espiritualmente”.
Lógicamente la página del Centro Virtual fomenta la oración de y por los enfermos. Aquí hay una novedad gracias, precisamente, a la comunicación virtual: varios monasterios de clausura de Agustinas Recoletas contemplativas se han sumado y recogen las peticiones de oración personalizadas en su mente y corazón. Monjas de clausura de todo el mundo se unen personal y comunitariamente a través de la página.
Ojalá el Centro Virtual de Oración sea un foro idóneo para toda persona, no importa si es creyente, agnóstica o indiferente, porque la enfermedad no sabe de ideologías, de género de vida, de lugar ni de momento de la vida en que aparece. La escucha está asegurada, así como el respeto total y el diálogo desde el reconocimiento pleno del otro.
Los enfermos en el carisma agustino recoleto
San Agustín (354-430) en su Regla, escrita para aquellos que deseaban vivir en comunidad tal como el santo proponía, establece que en la vida de comunidad prevalezcan siempre los valores comunes sobre los personales: nunca debe haber privilegios, exenciones, o personas que se desamarren de las necesidades de los otros y de la comunidad para atender solo sus querencias, necesidades o deseos.
Sin embargo, hay una situación en la que Agustín sí permite salvaguardar un cariño especial, una atención por encima de lo normal, una indulgencia casi total: con el miembro de la comunidad que esté enfermo. La regla general se rompe en añicos: pueden tener su propio horario, su propia alimentación, mejor ropa, mejor habitación…
Los Agustinos Recoletos redactaron sus normas de vida y convivencia en la comunidad mediante un texto de fray Luis de León llamado Forma de vivir (1589). Claramente bebe de san Agustín y subraya con fuerza la austeridad e igualdad entre los hermanos.
Pero cuando habla de los enfermos, la Forma de vivir cambia completamente la perspectiva: “ni ha de haber escasez ni pobreza, ni cosa que excuse ni a los priores ni a los súbditos para no tratarlos con todo regalo, considerando que regalan y sirven a Dios en ello”.
Los enfermos son desde entonces, en todos los textos normativos de los Agustinos Recoletos a lo largo de la historia, el “tesoro de la comunidad”. Y este espíritu traspasa las fronteras de la comunidad para impregnar la vida pastoral y el servicio ministerial.
Ezequiel Moreno es uno de los principales representantes en la historia de la vivencia intensa, profunda, comprometida y convencida del carisma agustino recoleto. Por eso cuando llegó a Monteagudo tras ser desahuciado por los médicos, recibió este regalo de la comunidad: su habitación daba directamente al templo a través de una ventana especial y, situada al sur, era de las más confortables; los miembros de la comunidad se desvivieron para ayudarlo y animarlo ante los intensísimos dolores que sufría por su cáncer palatino-nasal en tiempos donde la medicina corriente no conocía aún ni los analgésicos, ni los antibióticos, ni los sedantes.
San Ezequiel vivió su enfermedad unido a Cristo paciente. Ahora cuantos pasan por situaciones de enfermedad y sufrimiento pueden recurrir a él y tenerlo como intercesor, porque el santo los entiende y es un valioso compañero de camino. Su paciencia, su fe y su aceptación madura y consciente de la enfermedad sigue ayudando a los enfermos de ayer, de hoy y de siempre.