V Encuentro Eclesial de la Amazonia. Manaos, Amazonas, Brasil. Agosto 2024.

Del 19 al 22 de agosto las 58 Iglesias locales de la Amazonia legal brasileña se reunieron bajo el tema “La Iglesia que se hace carne y ensancha su tienda en la Amazonia: memoria y esperanza”. Obispos recoletos estuvieron presentes.

Organizado por la Comisión Episcopal Especial para la Amazonia de la Conferencia Episcopal Brasileña (CNBB) y por la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM), el V Encuentro de la Iglesia brasileña en la Amazonia ha tenido lugar en el Centro de Formación diocesano de Maromba en Manaos (Amazonas, Brasil) y ha contado con un total de 80 participantes, entre ellos los obispos agustinos recoletos Santiago Sánchez (Lábrea, Amazonas), Jesús María López Mauleón (Alto Xingu-Tucumã, Pará) y Jesús Moraza (emérito).

En las sesiones y encuentros participaron dos cardenales, 60 obispos, religiosos y religiosas, laicos corresponsables de diversos ministerios eclesiales y líderes ribereños e indígenas. Contó con observadores invitados del Gobierno federal de Brasil.

La mayor parte del V Encuentro ha estudiado la situación de las líneas prioritarias marcadas anteriormente: fortalecimiento de las Comunidades Eclesiales de Base, Ministerios, participación de la mujer, formación, defensa de los pueblos ribereños y originarios, cuidado con la Casa Común y evangelización de la juventud.

Ricardo Hoepers, obispo auxiliar de Brasilia y secretario general de la CNBB presidió la apertura, animando a los presentes a la empatía con las necesidades de los otros pastores y a evitar la tentación del clericalismo, del tradicionalismo y de cualquier mentalidad egoísta que cierre el diálogo y el avance.

La Iglesia en la Amazonia busca ser faro de esperanza, instrumento de transformación social, promotora de la dignidad humana, la paz y la integridad de la Creación. Para ello ha establecido seis ejes de compromiso, tarea y refuerzo: formación, ministerios, mujer, casa común, sostenibilidad, caridad y profecía.

Entre las dificultades indicadas por los pastores, está el desafío de que muchos de sus seminaristas se forman fuera de la región, desconectados de las necesidades locales. Se buscará contar con formadores que, bien capacitados, puedan actuar en la región.

Para mejorar la participación de la mujer se ha propuesto que los Consejos no sean únicamente consultivos, profundizando en la sinodalidad a la hora de tomar decisiones; que los ministerios no se queden en la estructura eclesial, sino que su actuación también alcance la política, la cultura o la ecología;

La Iglesia amazónica desea organizarse para captar recursos, impulsar la economía solidaria y la ecología integral, con gestiones transparentes y refuerzo de las acciones sore derechos humanos, justicia y paz.

Antes del Encuentro se habían hecho estudios sobre lo realizado en cada una de las Iglesias locales y se preguntó para establecer la coyuntura eclesial real, así como se proponía avanzar en cuestiones como el rito amazónico.

El cardenal arzobispo de Manaos, Leonardo Steiner, indicó la necesidad de anunciar siempre el Reino de Dios para que llegue a todos en toda su plenitud, con toda disponibilidad, generosidad y entrega por parte de los católicos, con sus pastores al frente. Y recordó la importancia de priorizar en esta acción “a los pequeños de Dios”.

La Amazonia es la región brasileña con mayor movilidad humana, tanto en ámbito nacional como internacional. Su sociedad está demasiado marcada por la violencia y la violación de los Derechos humanos, con grupos especializados en el contrabando, el tráfico de personas, el tráfico de estupefacientes y la explotación laboral.

Una de las preocupaciones de la Iglesia es el enorme aumento de migrantes sin documentación legal en Brasil y sin atención por parte de las autoridades públicas. Llevan encima grandes sufrimientos personales. Se propone una especial atención a que la Iglesia luche contra la xenofobia y la aporofobia, que comienzan a tener presencia alarmante en la sociedad.

Como región fronteriza, la Amazonia tiene grandes desafíos. Esta condición conlleva conflictos: crimen organizado, minería ilegal, agronegocio sin control y con el lucro como único criterio. Hay realidades impactantes y terribles: contaminación, violencia, incendios, tráfico de mujeres, esclavitud… Los datos gritan: la estadística dice que en el año 2023 un menor de edad fue víctima de violación cada 8 minutos en la Amazonia.