Barco Hospital Laguna Negra. Prelatura de Lábrea, Amazonas, Brasil. Agustinos Recoletos. Campaña 2024.

Participaron 34 profesionales voluntarios de la salud que ofrecieron 2.755 consultas médicas, 3.234 procedimientos odontológicos y 214 pruebas diagnósticas de malaria y filaria.

La Prelatura de Lábrea, en el Amazonas brasileño, cuenta con un barco hospital llamado “Laguna Negra”. Cada año, cuando el río Purús está en su nivel más alto de caudal y la navegación es más segura y llega a prácticamente todas las poblaciones, se lleva a cabo una campaña de atención médica enfocada a la población rural, compuesta por ribereños e indígenas.

Alrededor del 40% de los 100.000 habitantes de la Prelatura de Lábrea, que tiene una extensión territorial como media España, viven desperdigados en pequeñas poblaciones situadas en las márgenes de los ríos, única vía de comunicación existente en la selva amazónica.

Esta población apenas cuenta con infraestructuras sanitarias y muy difícilmente accede a profesionales de la salud, tratamientos terapéuticos o medicinales, planes de prevención, vacunación o campañas y políticas de salud pública.

Con el barco hospital Laguna Negra la Prelatura de Lábrea intenta paliar de algún modo estas carencias. La campaña está gestionada por la Comunidad Epifanía, que recibe las propuestas de los profesionales de la salud voluntarios para cada campaña anual. Este año se recibieron más de 80 peticiones, y fueron finalmente seleccionados 34 profesionales.

El equipo de coordinación 2024 estuvo compuesto por Eliana Machado, Rosângela Rodrigues y Maria Amélia Carrera, laicas consagradas pertenecientes a la Comunidad Epifanía. Además, algunos agentes de pastoral y religiosos misioneros suelen acompañar a los voluntarios para realizar acciones eclesiales durante el recorrido del barco, prestar apoyos diversos y atender espiritualmente a los propios voluntarios.

El barco aprovecha las semanas en las que el río Purús y sus afluentes están en sus niveles más altos, algo importante para la navegación segura y para llegar a las comunidades rurales de la selva amazónica sin dificultades, con menos gasto operativo y menos posibilidad de accidentes.

El barco Laguna Negra fue financiado desde España y las campañas de atención sanitaria se llevan a cabo a través de profesionales brasileños voluntarios que durante estas jornadas conocen y aprenden sobre la realidad amazónica rural, las pequeñas comunidades de ribiereños e indígenas.

La gestión de este voluntariado y buena parte de los gastos operativos de cada campaña se cubren con la participación activa de la Comunidad Epifanía, una asociación privada de fieles nacida en la Archidiócesis de Vitória (Espírito Santo, Brasil) en 1993.

Sus miembros viven en comunidades mixtas, casados o solteros, consagrados a un carisma fundamentado en la Encarnación de Cristo y una misión centrada en el servicio a los más vulnerables: “llevar la esperanza cristiana extendiendo la mano y el corazón a los desprotegidos de la sociedad”.

Desde entonces han trabajado con menores de familias desfavorecidas o niños y familias con VIH. Desde el año 2005 la Comunidad Epifanía mantiene una casa con consagradas en la Prelatura de Lábrea.

Cada año, Epifanía organiza la tarea del barco hospital, que visita los cuatro municipios de la Prelatura: Pauiní, Tapauá, Canutama y Lábrea. Para ello organiza distintos equipos de profesionales, según la disposición temporal de cada profesional.

Cuenta con la colaboración del Proyecto Iglesia Hermana de la Conferencia Episcopal Brasileña (CNBB) que en este caso une la Prelatura de Lábrea en Amazonas con la Diócesis de Vitória en Espírito Santo. Además, los medios de comunicación locales de Vitória y los medios de la propia Comunidad Epifanía ofrecen su colaboración para la divulgación de la campaña.

En el barco se ofrece a la población rural atención médica y odontológica, farmacia y asesoría y encaminamiento a la red pública del Sistema Único de Salud (SUS) de aquellos casos detectados que requieren de atención más especializada.

En la campaña 2024 un total de 80 profesionales llegaron a inscribirse en el formulario de contacto ofrecido en la página web de la Comunidad Epifanía. 34 de ellos participaron de un modo directo en Lábrea, que llegaron a hacer 2.755 consultas médicas y 3.234 procedimientos odontológicos, además de 214 pruebas diagnósticas para malaria y filaria.

En total, 6.203 actuaciones en materia de salud para los habitantes ribereños e indígenas de las zonas rurales de los cuatro municipios.

Pauiní

Se contó con un equipo profesional de ocho voluntarios: dos dentistas, dos médicas, un auxiliar estudiante de odontología, una enfermera, una técnico de enfermería, un microscopista. Les acompañaron dos coordinadoras de Epifanía y un religioso agustino recoleto.

Llevaron a cabo 566 consultas médicas y 407 procedimientos odontológicos a 240 pacientes diferentes. También se hicieron 85 test rápidos de malaria y filaria.

Lábrea

Hubo ocho profesionales de la salud voluntarios: dos dentistas, una médica, dos técnicas de salud bucodental, un enfermero, un microscopista y un veterinario. Les acompañaban un miembro del equipo de coordinación, una misionera agustina recoleta y un religioso agustino recoleto.

Se hicieron 896 consultas médicas y 1.465 procedimientos odontológicos a 365 pacientes; así como 129 pruebas diagnósticas de malaria y filaria.

Canutama, Belo Monte y Foz de Tapauá

Participaron dos dentistas, una médica, un técnico en salud bucal y una enfemera (cinco profesionales voluntarios) acompañados de dos coordinadoras y el obispo emérito Jesús Moraza, agustino recoleto. Llevaron a cabo 694 consultas médicas y 634 procedimientos odontológicos a 262 pacientes.