HIstoria de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la Orden de Agustinos.
Amigo lector:
Permíteme este saludo cordial, al presentar la historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino que comienzas a leer. Te explico la razón de este tratamiento de confianza: esta historia se ha escrito pensando en personas unidas a los Agustinos Recoletos con lazos de afecto y fraternidad, y en todos aquellos que, una vez leída nuestra historia, se sientan impulsados a cultivar esos lazos de amistad.
1. Historia y Salvación
Muchas instituciones –las Órdenes religiosas entre ellas– han tenido gran interés en dejar por escrito su pasado. Para ello han debido recoger relatos de acontecimientos, reflexionar sobre las causas de los cambios, comprender a los protagonistas, describir los avatares de personas y grupos, explicar las decisiones de los que guiaban y marcaban los pasos de esa historia.
¿Cuál es la razón de ese arduo trabajo? Toda sociedad que desea entender su identidad, ha de conocer sus orígenes, su modo de vivir y las aspiraciones de sus miembros desde el momento de su nacimiento hasta el presente.
Las personas, los sucesos, los ideales, los pensamientos y la cultura de cada época van configurando el ser, la identidad de esa sociedad. Si quiere conocerse a sí misma y darse a conocer, necesita conocer su historia.
La historia además es fuente de conocimiento para saber cómo afrontar el presente, cómo superar las dificultades, cómo aprovechar las oportunidades.
De las características de la historia señaladas por Cicerón, esta es la que ha permanecido con más éxito en el saber común: “testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, mensajera de la antigüedad” (Cicerón, El orador IX, 35).
Aprender de la historia es estimular el afán de superación, recuperar la capacidad de soñar en altos ideales, levantarse de la postración o de la crisis para seguir caminando y progresando. En ello pone la salud de la Iglesia el papa Francisco cuando dice:
Es sano acordarse de los primeros cristianos y de tantos hermanos que, a lo largo de la historia, estuvieron cargados de alegría, llenos de coraje, incansables en el anuncio y capaces de una gran resistencia activa (Francisco, Evangelii Gaudium 263).
Para el creyente, además, su propia historia o la del grupo al que pertenece es fuente para conocer al que considera Hacedor de la historia.
En el cristianismo, el conocimiento de Dios por excelencia se realiza en la escucha y lectura de historias, de descripciones de hechos de vida. Después vendrá la reflexión racional, la formulación de los dogmas.
Ese conocimiento de Dios se realiza al mismo tiempo que el conocimiento de la comunidad, de los otros hombres, de la humanidad. Por eso puede decir el papa Francisco que “la salvación está siempre en la historia: no hay salvación sin historia” (Homilía en Santa Marta, 8 de diciembre de 2014).
Más aún, Dios forma parte de nuestra historia. Con mucha más razón lo podemos afirmar a partir de la Encarnación, que es el descenso de Dios al discurrir de la vida de los hombres. “No quiso venir a salvarnos sin historia; Él quiso hacer historia con nosotros” (Francisco, Homilía en Santa Marta, 17 de diciembre de 2013). Jesús forma parte del relato que los hombres y mujeres creyentes hacen de la historia del pueblo al que pertenecen.
2. Fijada en libros
Todas las Órdenes y Congregaciones religiosas consideran fundamental elaborar los libros que regulan la propia vida, llámense Constituciones, Ritual, Ceremonial … Pero no por ello olvidan otros escritos que relatan sus orígenes, la vida de sus fundadores, la forma de conducirse sus predecesores: en definitiva, su historia.
La Orden de Agustinos Recoletos contaba ya con una historia escrita antes de cumplir su primer siglo: era la Historia General de Agustinos Descalzos de la Congregación de España e Indias, escrita por fray Andrés de San Nicolás, y publicada el año 1664.
Tanto esa obra impresa, como otros relatos breves sobre la evangelización de Filipinas, entretejían la historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino. Una historia a la que, en los siglos siguientes, se dedicarán varias obras, que no siempre se publicarán.
La obra fundamental –definitiva, por ahora– tanto para la Orden como para la Provincia, la escribirá en los tiempos modernos Ángel Martínez Cuesta. Es su Historia de los Agustinos Recoletos, de la que está a punto de aparecer el tercer volumen. En esa obra, que cubre incluso todo el siglo XX, se sustenta esta historia de la Provincia de San Nicolás que ahora te ofrecemos.
3. Siglo a siglo
Tras esta presentación general y la introducción, hemos dividido la historia por siglos, excepto en el caso del siglo XX, dado que el Concilio Vaticano II supuso un antes y después que había de reflejarse en capítulos diferentes.
En el siglo XVII es cuando llegan los Agustinos Recoletos a Filipinas y es también el siglo en el que nace la Provincia de San Nicolás de Tolentino. Es verdad que los miembros de esa Provincia llegan, en su mayoría, desde España. Pero los acontecimientos suceden en Filipinas, los Capítulos que deciden sus proyectos se celebran en Filipinas, su campo de trabajo está también allí. Es la Provincia filipina de los Agustinos Recoletos.
El siglo XVIII exige a la Provincia de San Nicolás una entrega especial a la evangelización en medio de graves dificultades, desde la carencia de medios y personal a la persecución permanente en muchos de los ministerios.
El siglo XIX comienza también con escasez, agravada por la situación de los conventos de la Orden en España, donde estaba el vivero de misioneros. Y concluye con la revolución filipina, que se ve como una inmensa tragedia.
El siglo XX es el de la expansión de la Provincia, que aumenta su presencia en España, iniciada en el siglo anterior y, sobre todo, llega a evangelizar a varios de los países de América.
Es el siglo también del Concilio Vaticano II que marca, para toda la Iglesia y también para la Orden y para la Provincia de San Nicolás, un tiempo nuevo. Y, por fecunda paradoja, se concluye este siglo ya sin Filipinas, cuyos ministerios constituyen una nueva Provincia.
El siglo XXI constituye un múltiple desafío para la Orden de Agustinos Recoletos en su conjunto, con una reestructuración que produjo la integración en la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la que antes del año 2016 era la Provincia de San Agustín. Por otra parte, cambian sensiblemente la edad, la procedencia y el ámbito sociocultural de sus religiosos; como cambian también vertiginosamente las sociedades en que la Provincia realiza su misión y se desenvuelve.
4. Poliédrica
Hemos querido combinar el relato lineal con diversos elementos complementarios, un arcoíris en el que se destacan:
- algunos de los personajes más significativos de esta historia: misioneros intrépidos, religiosos ejemplares, auténticos mártires, historiadores, escritores, pastores, constructores, guerreros, músicos, artistas, forjadores de jóvenes frailes…
- la Familia que forma el entorno natural de la Provincia —y de la Orden—: los beaterios y cofradías; la Fraternidad Seglar Agustino-Recoleta (FSAR) y las Juventudes Agustino-Recoletas (JAR); la Orden de Agustinas Recoletas, contemplativas; las Congregaciones de las Misioneras Agustinas Recoletas (MAR), las Augustinian Recollect Sisters (ARS) de Filipinas y las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús nacidas en Venezuela (ARCJ);
- los lugares donde se ha desenvuelto la actividad de la Provincia, en países tan heterogéneos como Filipinas, Japón, China, Guam, Islas Marianas del Norte, Brasil, México, Costa Rica, Perú, Venezuela, Trinidad, Estados Unidos, Inglaterra, Sierra Leona, Italia, España…
- las obras construidas y los edificios habitados, donde suceden muchos de los hechos narrados: iglesias y catedrales, fuertes de defensa y torres de vigilancia, presas y molinos, conventos, espacios de todo tipo…
- tantas actividades peculiares que merecen atención en ámbitos como los migrantes, la salud, las cárceles, la cultura, las publicaciones…
Esta obra ha sido escrita de forma coral. Varios religiosos de la Provincia de San Nicolás de Tolentino han colaborado, pero todos han tenido como fuente, maestro y guía a quien actualmente es por antonomasia el historiador de los Agustinos Recoletos, Ángel Martínez Cuesta. Quede aquí nuestro homenaje de admiración y gratitud.
Y ya sin más, amigo lector, te deseamos que disfrutes con el relato de nuestra historia y te unas a la alabanza y acción de gracias que nosotros damos a Dios. Él está presente y activo en la Historia de la humanidad y también en la de cada hombre y cada mujer. De Él dice san Agustín:
Cuidas de todos y de cada uno de nosotros, como si no tuvieras otra cosa que hacer (Confesiones 3,11,19).
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ÍNDICE DE CONTENIDO
Historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino:
‘Siempre en misión’
- Historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino: ‘Siempre en misión’
- 1. Introducción: “Navigare necesse est”
- 2. Siglo XVII: La Provincia de San Nicolás de Tolentino
- 3. Siglo XVIII: Filipinas, tierra de gestas
- 4. Siglo XIX: Filipinas, apogeo y desplome
- 5. Siglo XX hasta el Vaticano II: La eclosión
- 6. Siglo XX desde el Vaticano II: marejada en alta mar
- 7. Siglo XXI: Cara al futuro
- 8. Epílogo: Vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza