Algunos de los tesoros de la historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la Orden de Agustinos Recoletos y de los ambientes y espacios donde ha desarrollado su tarea a lo largo de la historia y en la actualidad.

Esta misión de Costa Rica recibió el nombre del río que la baña, en una región de clima tropical y vegetación exuberante. Siempre ha sido una zona eminentemente rural y agrícola, primero con el café y luego con las grandes haciendas bananeras propiedad de multinacionales. Todo en la región, incluidas las poblaciones o las redes de transporte, está diseñado exclusivamente para las necesidades de estas plantaciones.

El Capítulo Provincial de 1976 pidió aceptar un nuevo terreno de misión; por su parte, el obispo de Alajuela se veía con la necesidad de atender las crecientes necesidades en la zona del Sarapiquí. Desde 1977 y hasta 1995, en que se creó la Diócesis de Ciudad Quesada, trabajaron allí de modo permanente entre seis y nueve religiosos de la Provincia.

Sarapiquí estaba conformado por cuatro parroquias no homogéneas, pertenecientes al décimo cantón de la Provincia de Heredia: Puerto Viejo, Venecia, San Miguel y Río Frío. San Miguel era la capital comercial de la región y contaba con hasta 18 pueblos y unos 12.000 habitantes, 2.500 en el centro urbano. Sin embargo, el centro político y administrativo estaba en Puerto Viejo, la Parroquia más extensa y con peores infraestructuras para llegar hasta sus pueblos y comunidades.

Río Frío nació dentro de una finca bananera establecida en 1969 tras la tala de miles de hectáreas de bosque húmedo tropical. En muy poco tiempo llegó a 15.000 habitantes. También la industria impulsó la carretera que puso la zona a poco más de una hora de San José, la capital de la nación, rompiendo un secular aislamiento.

La situación social fue lo más difícil para la tarea evangelizadora: desintegración familiar; abuso, explotación y carencia de derechos de la mujer; alcoholismo; pobreza estructural, trabajo precario y dependencia de grandes fortunas o de multinacionales en los esquemas productivos; abandono de los ancianos; inmigración desordenada; invasión de tierras y latifundismo; gran población flotante por los trabajos de temporada; cercanía de la frontera nicaragüense, país con frecuencia inestable…

Sarapiquí se integró en la Diócesis de Ciudad Quesada, creada en 1995 y cuyo primer obispo fue el agustino recoleto Ángel San Casimiro. La Provincia de San Nicolás de Tolentino mantiene hoy una comunidad en esta Diócesis, dentro de la antigua misión, Puerto Viejo (foto).


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