Algunos de los tesoros de la historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la Orden de Agustinos Recoletos y de los ambientes y espacios donde ha desarrollado su tarea a lo largo de la historia y en la actualidad.
Es un proyecto social de amplio impacto iniciado en los años 90 del siglo XX desde la Universidad de Negros Occidental en Bacólod City, ciudad con algo más de medio millón de habitantes, la más poblada de su provincia.
Fue un proyecto pionero en el voluntariado local que supo unir el mundo de la educación superior con la promoción de la justicia social; los universitarios aprenden y practican la solidaridad, aportan tiempo, conocimiento y capacidades. Fray Antonio Ramón Palacios lo ideó y puso en marcha.
El espacio geográfico de actuación es el barrio de Handumanan, a unos 10 kilómetros de la Universidad, donde vivían muchos de los trabajadores informales o en precario de la cercana economía urbana, pero que no podrían permitirse vivir en el centro.
Se centró desde el principio en las cuatro grandes necesidades sociales de esta población desfavorecida: vivienda, educación, atención sanitaria y acceso al mundo laboral formal.
De hecho, la gran cantidad de infraviviendas sin ninguna condición de dignidad para las familias, es lo que movió a Palacios a iniciar el proyecto, buscando financiación tanto local como en España. Se construyeron 108 casas para familias que vivían en chabolas y luego, en 1993, otras 94 para los empleados de la Universidad que no tenían acceso al mercado de la vivienda por los precios desorbitados.
La zona fue urbanizada, se pusieron todas las infraestructuras necesarias y redes de agua, saneamiento, energía, y se añadieron dos servicios esenciales dentro del mismo barrio: una escuela profesional con capacidad para 500 alumnos y el Centro de Salud San Ezequiel Moreno (foto, abajo).
Este espacio de atención sanitaria gratuita está gestionado desde 2010 por las Siervas de María. Una comunidad de ocho religiosas lo atiende, sin dejar de lado su tarea carismática del acompañamiento de enfermos en sus hogares y la humanización de la salud, en un área donde la población no está acostumbrada a recibir empatía ni preocupación por parte de las autoridades.
Ofrece consultas de medicina general y de especialidades (pediatría, obstetricia y ginecología, rayos X y laboratorio), área de internamiento con cuatro camas, dispensario y base de ambulancias. Ha llevado a cabo programas de información, sensibilización y tratamiento de enfermedades con especial incidencia en la zona: tuberculosis, desnutrición, hipertensión o diabetes.
