Algunos de los tesoros de la historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la Orden de Agustinos Recoletos y de los ambientes y espacios donde ha desarrollado su tarea a lo largo de la historia y en la actualidad.

La Provincia de San Nicolás tuvo sus primeras experiencias con minorías étnicas ya en la primera mitad del siglo XVII con los aetas o negritos

–aún marginados hoy–.

En Taiwán, desde 1964 se atiende a los trabajadores filipinos (20% de los inmigrantes) del polo petroquímico de Linyuan. Además de celebrar en su lengua, se les dio apoyo en casos de explotación laboral.

En 1990 esta atención se extiende a los aborígenes habitantes originales de Formosa, tribus malayas cercanas física y culturalmente a los filipinos. Son menos del 2% de la población; la mitad vive en la montaña y mantiene sus tradiciones y lenguas. En las parroquias de la cordillera atendidas por la Provincia (Santimen, Wu-Tai y Machia-Hsiang) el grupo predominante era el paiwan, de los que un 20% son católicos.

Por esos mismos años la Provincia se expande en el sur de Estados Unidos. Los límites de dos de las Parroquias de El Paso, Texas (Santo Ángel y Santa Teresita) tocan la frontera de México y muchos de sus feligreses son migrantes. También se atiende pastoralmente en los cercanos centros de deportación.

Con llegada de la Provincia a Union City, Nueva Jersey (1997) se entra en contacto con la pastoral hispana más metódica con la gestión (1998-2013) del Centro Guadalupe para la formación de líderes hispanos de la Diócesis de Newark. Se organizaron cursos, retiros, convivencias y aulas hasta que se cerró por motivos económicos.

La Provincia está desde 2003 junto a los latinos en Londres. Sus dos Diócesis (Southwark y Westminster), desbordadas para atenderlos, crean la Capellanía Latinoamericana y se la encomiendan a los Agustinos Recoletos. El primer servicio fue itinerante; luego se abrió la sede en la Parroquia de Santa Ana, en Vauxhall, donde se añaden servicios de asesoría y de encuentro.

La presencia de recoletos y MAR chinos permite desde 2007 celebrar en mandarín en la Parroquia de Santa Rita de Madrid. Unido a la catequesis y a las celebraciones especiales, amplía el servicio hasta instituir la Diócesis una Capellanía China. Junto a la liturgia, catequesis o escuela bíblica, se ofrece aula de español, asesoría legal, traducción durante la atención médica o gestiones, apoyo psicológico, excursiones y ocio sano y familiar.


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