Asistentes a la convivencia fraterna final de curso 2024

El 3 de junio se dieron cita una docena de religiosos de las casas de Madrid, en la casa de formación San Agustín de Las Rozas, Madrid para celebrar el fin del curso 2023-2024 y despedir a los formandos que continúan su proceso de formación en otras comunidades.

El lunes 3 de junio la Casa de Formación San Agustín de Las Rozas celebró la clausura del curso 2023-2024. La jornada comenzó con la celebración de la Eucaristía, que en esta ocasión fue presidida por Juan Carlos Avitia, vicario de la Provincia de San Nicolás de Tolentino. Junto con él concelebraron los religiosos de la casa de formación y religiosos de las otras comunidades de Madrid -Curia provincial, Getafe, Santa Rita-, además de fray Francisco Oyanguren, religioso residente en el colegio San Agustín de Valladolid.

Avitia destacó a lo largo de la homilía la importancia del agradecimiento a Dios y a los hermanos: se termina un curso; cosas positivas han ocurrido dentro de él; además algunos de los formandos terminan su etapa formativa en esta casa y continúan su proceso formativo en otras comunidades; a lo largo de este año, también se han integrado nuevos religiosos y otros se marcharon… Lo importante es reconocer todas las experiencias y lo compartido, para que sirvan de sustento para la vida, incluso los errores y los fracasos.

Durante la celebración se presentaron como ofrenda una mochila y una fotografía de la comunidad como signo del esfuerzo y del trabajo realizado, así como de la comunidad formativa a lo largo del ciclo. Después de la comunión, el prior de la comunidad, fray Juan Manuel Ramírez Sixtos dio gracias a Dios por el curso que terminaba y a los religiosos de las otras comunidades por su presencia.

Una vez terminada la eucaristía, los presentes se tomaron una foto grupal como recuerdo del evento y, subieron a la entrada principal del chalet, donde estaba todo dispuesto para una barbacoa (comida tradicional del cierre de curso). Además se sirvieron como complemento otros platos, preparados por los mismos formandos, que presentaron algunos platos típicos de sus países: México, Costa Rica y Brasil.

En la comida se integraron otros religiosos de Madrid y de la misma casa de formación ausentes en la misa. La comida, como siempre, fue motivo para la convivencia y compartir, desde las últimas noticias deportivas o políticas, hasta recordar viejos tiempos entre los mayores, o hablar de los planes del futuro.

Esta celebración no solo fue un evento de la Casa de Formación, sino también un momento de encuentro para las comunidades de la Provincia en Madrid. Aunque no estuvieron todos los religiosos que las forman; fue una oportunidad para que algunos pudieran saludarse y, sobre todo, compartir con los formandos, con los que no se tienen muchas oportunidades para hacerlo. Tres de ellos continúan su año de inserción en otras comunidades de la Provincia, mientras que el resto se prepara para sus vacaciones y los distintos planes del verano.