HIstoria de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la Orden de Agustinos.
En 1898, el embate de la Revolución filipina había puesto a dura prueba la solidez de la Recolección, reducida en buena parte a la Provincia de San Nicolás. En pocos meses la Congregación, que aún mantenía en Filipinas al 80% de sus miembros activos, se encuentra con 300 religiosos desocupados y desesperanzados.
Solo los de más espíritu son capaces de reaccionar y, con esfuerzo y abnegación, abren horizontes más amplios, inmensos: todo el continente americano.
La Provincia de San Nicolás había sembrado la semilla evangélica en el último confín, en Filipinas, y durante tres siglos había concentrado allí sus energías. A pesar de los muchos frutos, aún es un capullo por eclosionar. Lo va a hacer ahora, abriéndose a numerosos países y mostrando una gama maravillosa de actividades.
1. Resiliencia hasta la autonomía
A mediados de 1899 ya andan por Panamá, Venezuela y Brasil más de 40 religiosos. En cuanto a España, la Congregación, que en 1898 solo poseía la residencia madrileña del vicario general más las tres casas de formación (Monteagudo, Marcilla y San Millán de la Cogolla ), se establece al año siguiente en las dos ciudades principales de la provincia de Granada –la capital y Motril–, además de en Puente La Reina (Navarra); y, entre 1902 y 1908, se asientan en Sos del Rey Católico (Zaragoza), Lucena (Córdoba), Falces (Navarra), Sigüenza (Guadalajara), Zaragoza y Berlanga de Duero (Soria).
En diez años, por tanto, los Agustinos Recoletos más que triplican su presencia en España y pasan de cuatro a trece casas.
Poco a poco va renaciendo la esperanza. En 1904 se reabre el noviciado, y la Provincia comienza a mirar al futuro con nuevas ilusiones. A comienzos de 1906, tras una visita del prior provincial, ratifica su compromiso de permanencia en el Archipiélago filipino, aunque no ya de forma exclusiva. La experiencia ha manifestado la necesidad de diversificar los ámbitos de presencia.
La Orden también está reorganizando sus cuadros. En 1907, con las casas de Brasil, Venezuela, Panamá y parte de las de España crea una nueva Provincia. Y, al año siguiente, los representantes de esta nueva Provincia, de la de San Nicolás y de la restaurada de Nuestra Señora de La Candelaria se dan cita en el histórico monasterio de San Millán de la Cogolla.
No se había celebrado Capítulo general desde 1829. Este de San Millán, que preside el Nuncio Apostólico en España, Antonio Vico, normaliza por fin el gobierno de la Congregación; y, además de eso, declara como su fin a partir de ahora el apostolado en todas sus manifestaciones, mandando acomodar a él las Constituciones. El padre Enrique Pérez es elegido vicario general.
Cuatro años más tarde, el 16 de septiembre de 1912, el papa san Pío X abrogará los lazos jurídicos que todavía ligaban a los Agustinos Recoletos con la Orden de San Agustín, declarándola Orden independiente. Su superior, Enrique Pérez, pasa a denominarse prior general.
El breve pontificio “Religiosas familias”
«Con tan noble origen, no es de extrañar que dicha Congregación de Agustinos Recoletos se multiplicara tanto en tan poco tiempo, no solo en España sino en América del Sur, en Japón y en las remotas islas Filipinas, dejando por doquier un magnífico testimonio de sus afanes apostólicos por medio de hombres santos y doctos, muchos de los cuales alcanzaron el martirio.
Este elogio alcanza a todas las provincias de la Congregación, pero lo merece de modo especial la de San Nicolás de Tolentino, que tanto ha trabajado por difundir el nombre de Cristo a lo largo y ancho de Filipinas. Con la ayuda de Dios, esta Provincia ha subsistido como fuego sagrado que ha hecho revivir a la familia recoleta en las regiones antiguas, en las que, por la injuria de los tiempos, había quedado adormecida, y en las que actualmente está produciendo abundantísimos frutos de celo religioso.
Por lo cual, mirando con particular benevolencia a los agustinos recoletos de la Congregación de España e Indias y anhelando su desarrollo y prosperidad, con nuestra autoridad apostólica les concedemos que su moderador supremo, a quien hasta ahora se llamaba vicario general, en adelante y para siempre deba llamarse prior general de la Orden de Ermitaños Recoletos de San Agustín”.
(Del breve apostólico Religiosas familias)
“Como fuego sagrado”
El fuego de la Recolección, reducido casi a un rescoldo en la Provincia de San Nicolás, estalla a comienzos del siglo XX en una gran hoguera que prende en muchos países. Por eso el Papa toma esta metáfora de un pasaje bíblico poco conocido (2Mac 1,18-22):
Cuando nuestros padres fueron deportados a Persia, los sacerdotes piadosos de entonces, tomando secretamente el fuego del altar, lo ocultaron en el fondo de un pozo seco, donde quedó tan bien resguardado que el lugar fue ignorado por todos. 20 Al cabo de muchos años, Nehemías, enviado por el rey de Persia, mandó a los descendientes de aquellos sacerdotes que habían ocultado el fuego que fueran a buscarlo.
21 Ellos le comunicaron que no habían encontrado fuego, sino un líquido espeso, y él les mandó que lo sacaran y lo trajeran. Cuando el sacrificio estuvo dispuesto, Nehemías ordenó a los sacerdotes que rociaran con ese líquido la leña y todo lo que había sobre ella. 22 Una vez cumplida esta orden, y pasado algún tiempo, el sol, oculto antes detrás de las nubes, volvió a brillar y se encendió una hoguera tan grande que todos quedaron maravillados.
2. Corola de países y ministerios
Repasamos una a una las naciones por las que la Provincia se difunde. Cada lugar es un pétalo, y el conjunto forma la flor abierta y esplendorosa que luce en toda su hermosura a lo largo del siglo XX.
A) Filipinas
En 1910 sobreviene en este país una novedad esperanzadora: la Santa Sede confía a la Provincia de San Nicolás la Prefectura Apostólica de Palawan, la primera de Filipinas.
En ese momento residen en las Islas unos 80 recoletos, que administran 25 parroquias ubicadas en las islas de Bohol, Mindoro, Negros y Romblón, así como en las provincias de Zambales (Luzón) y Misamis (Mindanao). También sostienen tres conventos : los dos de Manila (Intramuros y San Sebastián ) y el de Cebú.
Su campo de acción es a todas luces muy dilatado, y su personal se siente incapaz de atenderlo debidamente. Además, la imposibilidad de servirlo según el carisma comunitario de la Orden va suscitando reservas en un número siempre creciente de religiosos.
Ello, unido a un ligero aumento del clero diocesano y a la llegada de nuevos institutos religiosos, mueve a la Provincia a desprenderse de parte de sus parroquias.
Para 1941 su actividad pastoral se había reducido a la Prefectura Apostólica de Palawan y a las islas de Negros y Siquijor, donde seguía administrando 23 parroquias.
Palawan es elevada a la categoría de Vicariato apostólico en 1955, cuando ya lo gobierna el recoleto Gregorio Espiga (1953-1987). Con él, el clero nativo va a experimentar un gran crecimiento, que le permitirá cubrir las necesidades de sus fieles.
Mientras, en 1939 los Recoletos habían dado en Filipinas un importante viraje, al comenzar su actividad en el campo educativo de una manera formal y estructurada, pues ya llevaban siglos rigiendo escuelas parroquiales.
De este modo quieren ante todo responder a la creciente demanda educacional de la sociedad y al deseo de una vida común más profunda, poniendo fin al monopolio parroquial.
Pero al mismo tiempo buscan el prestigio social que acompaña a las comunidades dedicadas a la enseñanza, y un sustancial fortalecimiento de su débil base económica, que incide negativamente en la formación de sus miembros, en el desempeño de las tareas misionales y en la asunción de nuevas iniciativas apostólicas.
En Filipinas el apostolado educativo adquiere un desarrollo extraordinario. El Colegio San Sebastián de Manila desde 1941 y el San José-Recoletos de Cebú desde su creación en 1947, siguen una trayectoria ascendente que los coloca entre los centros más prestigiosos del país. El de Cebú llega a alcanzar los 17.000 alumnos; San Sebastián de Manila supera los 5.000.
A su sombra se abrirá en 1966 el Colegio San Sebastián de Cavite. Poco antes, en 1962, la Provincia ha adquirido la Universidad de Negros Occidental en Bacólod, a la que en los años siguientes van a seguir los institutos de enseñanza secundaria de Talísay y Valencia, en la misma isla.
Poco a poco, en Filipinas los colegios irán suplantando a las parroquias y transformando las ocupaciones y hasta la imagen social del recoleto. En poco más de tres décadas, a partir de 1950, desaparece ya su antigua imagen de cura rural para dar lugar a la de educador en estrecho contacto con la vanguardia de la sociedad.
B) China
En 1924 toma cuerpo el sueño largamente acariciado de sumarse a la gesta misionera de China.
La Provincia recibe la misión de Kweiteh (hoy Shangqiu, provincia de Henan) con auténtico alborozo y se apresta a atenderla con esmero, sirviéndola con abundantes misioneros de gran calidad humana y espiritual.
En octubre de 1924 ya ha enviado a nueve religiosos y ha comenzado la construcción de una espaciosa casa-misión. Poco más tarde les llegará el turno a otras realidades: la revista misional Todos Misioneros, para darse a conocer y promover la espiritualidad misionera (julio de 1928); el seminario (1929); la catedral (1931); un dispensario médico (1932); la escuela de catequistas (1933); un convento para la nueva Congregación femenina local, las Catequistas de Cristo Rey (1933).
La Santa Sede manifiesta su agrado elevando la misión, sucesivamente, al rango de Prefectura (1928), Vicariato (1937) y Diócesis (1946). En este desarrollo institucional tan veloz influye, sin duda, el interés de Roma por fortalecer la jerarquía eclesiástica en China pero, a la vez, es buen índice del progreso de la misión y de la buena impresión que de ella se tiene en la Santa Sede.
En 1937, cuando se trata de erigir el Vicariato, un cardenal exclamó, maravillado, tras estudiar el dossier:
— ¿Cómo han podido hacer todo esto, con la miseria actual de España?
En 1949, ya en vísperas de la proclamación de la República Popular, la misión presenta un aspecto muy esperanzador, con más de 10.000 cristianos, 1.000 catecúmenos, una decena de estaciones misionales, 22 religiosas nativas Catequistas de Cristo Rey, varias escuelas, casas para las niñas de la Santa Infancia, dispensario etc.
Pero las circunstancias políticas alteran todo: entre 1949 y 1952 los edificios serán confiscados por el nuevo Gobierno y los misioneros extranjeros serán expulsados del país. En la misión quedan solo los chinos, nueve religiosos y algunas religiosas, que seguirán fecundándola con su sangre y su heroísmo.
Una gesta misional agustino-recoleta
Desde 1650 hay constancia de los anhelos de los Agustinos Recoletos por llegar a China, fracasados por la falta de recursos y por la subyugación a los imperios, que determinaban las posibilidades o no de una fundación.
En 1907 la Provincia de San Nicolás de Tolentino fundó una Procuración en Shanghái para salvaguardar los bienes de la Provincia, tras la dura experiencia de pérdida de la Revolución filipina. Tenía además un papel en la búsqueda de una misión en China con una nutrida relación epistolar. El Capítulo Provincial de 1922 encargó pedir a la Santa Sede un terreno misional; al año siguiente Noé Tacconi, vicario apostólico de Henan Oriental, ofreció parte de su misión y la Congregación de Propaganda Fide lo autorizó. En la página anterior sigue esa historia.
En 2018 la Provincia de San Nicolás de Tolentino publicó la primera historia de la misión de China. Su autor, el agustino recoleto José Manuel Romero, la tituló Gesta misional de los Agustinos Recoletos en China (1924-1955). La portada era del artista Santiago Bellido (Valladolid, España, 1970).
Los religiosos conforman un friso en la parte inferior, presentando tras ellos determinadas situaciones. En la mitad derecha algunos de los misioneros españoles: de izquierda a derecha, Mariano Alegría, Mariano Gazpio, Francisco Javier Ochoa, Esperanza Ayerbe, Sabino Elizondo, Luis Arribas, Pedro Zunzarren, Lorenzo Peña y Venancio Martínez, con la catedral de Shangqiu y el convento a sus espaldas.
En la mitad izquierda están los frutos espirituales en forma de religiosos y religiosas chinos: Lucas Yuo, Nicolás Shi, Gregorio Li, José Wang, Pedro Kuo, Marcos She, José Shan y dos Catequistas de Cristo Rey.
Detrás de ellos está el drama vivido por todos: sobre el fondo del mapa de China durante la guerra, figuras representativas de la “masacre de Nanking”, uno de los episodios más trágicos.
Por su disposición, se sugiere que la figura de la derecha emana como un espíritu de las de la izquierda, queriendo representar que, aun en las mayores desgracias del siglo, los espíritus se salvan por la fe.
C) Venezuela
La Provincia de San Nicolás sienta su pie en Venezuela el año 1899 gracias a Patricio Adell, que había salido de Filipinas.
Su evolución en este país va a ser similar a la experimentada en Filipinas y prevalece durante varios lustros el trabajo pastoral parroquial. Sus fundaciones aparecen envueltas en cierto aire de interinidad, situadas en zonas marginales y sin programas de trabajo suficientemente elaborados.
Pero la labor de los frailes será, en general, muy buena. Construyen numerosas iglesias y capillas, dan nuevo impulso a la predicación, muy descuidada entonces en el país, y restauran el culto y la vida cristiana infundiendo nuevo vigor a las asociaciones existentes o creando otras nuevas.
Hacia 1925 la presencia recoleta en este país comienza a tomar nuevos rumbos. Aumenta el número de religiosos y crece su presencia en las ciudades.
Las obras propias ascienden al primer plano, florece el apostolado de la prensa oral y escrita; el padre Ángel Sáenz funda y durante muchos años es el sostén de la revista La Madre Cristiana, que comienza su andadura en 1927; surge el primer seminario para vocaciones autóctonas (1935) y abre sus puertas en Caracas el Colegio Fray Luis de León (1941) junto al templo de San Agustín.
También en Venezuela la ciudad va desplazando al campo, y las actividades educativas comienzan a competir con gran fuerza con el tradicional monopolio parroquial.
D) Trinidad
El mismo Patricio Adell sabía de la conveniencia de abrir casa en esta isla junto a la costa oriental de Venezuela. Se hizo realidad a comienzos de 1889. Trinidad tenía 300.000 habitantes, menos de la mitad católicos y unos pocos miles hispanohablantes.
Los primeros años fueron precarios. Pero, a partir de 1915, la situación se hizo más consistente con la llegada de tres religiosos recién graduados en Estados Unidos, con dominio del inglés.
El arzobispo de Puerto España les confió la administración estable de las parroquias de Couva, Moruga, Santa Cruz, Mayaro y Maraval.
Al final, y por la escasez de personal, especialmente de habla inglesa, la Provincia puso en cuestión su presencia en la Isla, que abandonó definitivamente en septiembre de 1949.
E) Inglaterra
A principios de 1932, la inestabilidad social, política y económica en España mueve a los superiores a buscar fuera del país un convento que sirva de refugio estable para la formación de los religiosos jóvenes.
Lo encuentran en Ivybridge, al sur de Inglaterra. Los acontecimientos no tardarán en revelar el acierto de esta medida. De 1932 a 1950 Inglaterra acoge a varias promociones de estudiantes de teología y, a partir de 1934, proporciona a la Provincia no pocas vocaciones.
Por otro lado, las comunidades de Ivybridge (1932-2016) y Honiton (1934) han atendido a los escasos católicos de su región, Devon, una de las de mayor raigambre anglicana del país, extendiendo su servicio pastoral a las localidades cercanas a sus comunidades de Seaton, Ottery St. Mary y otras.
F) Perú
Algo después que en España, en 1939, la inestabilidad política llega también a Venezuela, y la Provincia busca en Perú un lugar donde refugiar a sus religiosos en caso de necesidad.
También en Perú encontrarán acogida dos grupos de estudiantes de teología, a quienes las estrecheces económicas por la II Guerra Mundial impedían sustentar en España (abajo, grupo de 1943).
En 1948, estas casas, al igual que las de Venezuela, pasarán a formar parte de la nueva Provincia de San José.
G) Italia
Curioso fue el caso del efímero Seminario de San Nicolás de Tolentino, abierto en 1941 en Civitá Castellana (Viterbo), a 65 kilómetros al norte de Roma.
Hubo que cerrarlo el 30 de abril del año siguiente, tras la entrada de Italia en la II Guerra Mundial, porque la Provincia no podía hacer frente a los gastos que ocasionaba. Solo uno de sus doce aspirantes, Rizziero Panetti, se negó a abandonar la Orden al cerrarse el seminario. Fue el único religioso italiano de la Provincia hasta su muerte, en 1995.
H) Estados Unidos
Los primeros frailes agustinos recoletos llegan a Estados Unidos en 1913. Son cuatro estudiantes de la Provincia de San Nicolás que van a cursar estudios en la Universidad de Villanova (Filadelfia, Pensilvania), propiedad de los Agustinos, con los que viven.
La primera comunidad propiamente recoleta se forma en 1917 con religiosos venidos de Colombia, pertenecientes a la Provincia de Nuestra Señora de la Candelaria.
El Capítulo general de 1938 recibe con sorpresa una solicitud formal de los religiosos en Estados Unidos para constituirse en Provincia aparte, junto con los de Puerto Rico y República Dominicana.
La propuesta se aprueba, pero no se lleva a efecto hasta finales de la II Guerra Mundial. El 13 de diciembre de 1943, la Congregación vaticana de Religiosos publica el rescripto por el que autoriza la erección de la nueva Provincia, dedicada a San Agustín y con sede en Omaha (Nebraska).
La Provincia de San Agustín nace en una difícil coyuntura de guerra que va a obstaculizar su crecimiento. Cuenta solo con 60 miembros, y las vocaciones no van a afluir como se imaginaban, por más que no falte el entusiasmo y la promoción vocacional sea una preocupación constante.
La escasez de vocaciones se suple pidiendo repetidamente personal a las otras Provincias, que responden generosamente. Por ejemplo, en 1945 llegan desde Perú cuatro religiosos de la Provincia de San Nicolás. En diciembre de 1966 la Provincia de San Agustín alcanzará ya los 129 miembros.
Desde el principio, su prioridad es la formación, con una peculiaridad entonces novedosa: una atención especial a la persona y doctrina de san Agustín y a los valores de la tradición recoleta.
A partir de 1957 envía a España algunos profesos para que vivan la etapa de formación inicial con jóvenes de otros países y Provincias; y promueve con gran interés los estudios superiores: entre 1948 y 1962 se doctoran cuatro religiosos en universidades de varios países. Para 1974, el 85% de sus religiosos tenía, además de los estudios propios, algún otro título universitario.
La actividad primera de la Provincia de San Agustín se centra en el apostolado parroquial. Sobre todo, desplegados en tres zonas del país: centro (que incluye las tres parroquias de Nebraska, más las dos de Kansas y su convento ); oeste (California, 3 parroquias); y sur (Texas, 5 parroquias).
Prestan atención especial a los hispanos, entonces poco considerados por la Iglesia local. Reciben el público reconocimiento de la Iglesia en las personas, sobre todo, de dos de sus religiosos, elevados al episcopado: Alfonso Gallegos (1931-1991), obispo auxiliar de Sacramento (California); y David Arias (1929-2019), auxiliar de Newark (Nueva Jersey).
3. Conclusión
A modo de resumen, puede decirse que, a la llegada del Concilio Vaticano II (1962-1965), la Provincia de San Nicolás de Tolentino participa del clima de euforia en que vive toda la Orden, que en 1967 supera los 1.500 miembros, su máximo histórico.
Son años de plenitud. Los seminarios rebosan juventud. Nuevos religiosos robustecen las comunidades, que afrontan nuevos retos apostólicos. Reina por doquier una atmósfera de fe, de entusiasmo y hasta de euforia.
SIGUIENTE PÁGINA: 6. Siglo XX desde el Vaticano II: marejada en alta mar
ÍNDICE DE CONTENIDO
Historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino:
‘Siempre en misión’
- Historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino: ‘Siempre en misión’
- 1. Introducción: “Navigare necesse est”
- 2. Siglo XVII: La Provincia de San Nicolás de Tolentino
- 3. Siglo XVIII: Filipinas, tierra de gestas
- 4. Siglo XIX: Filipinas, apogeo y desplome
- 5. Siglo XX hasta el Vaticano II: La eclosión
- 6. Siglo XX desde el Vaticano II: marejada en alta mar
- 7. Siglo XXI: Cara al futuro
- 8. Epílogo: Vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza