En la Familia Agustino-Recoleta hay religiosos, monjas contemplativas, religiosas de vida activa, laicos comprometidos desde su vida adulta y jóvenes de corazón inquieto. Todos tienen en común sentirse atraídos por los valores agustinianos y recoletos: comunidad, interioridad, amor a la sabiduría, solidaridad, austeridad, servicio a la Iglesia allí donde y cuando lo solicite.
La FSAR, en el pasado Orden Tercera, está conformada por laicos que viven el carisma agustino recoleto mediante una Regla de vida y unos Estatutos dentro de su ambiente secular, en la familia y en el mundo laboral, apoyados entre si, reuniéndose con frecuencia y recibiendo una formación propia.
Parte de la Familia Agustino-Recoleta, la evolución de la FSAR en la historia solo se puede rastrear fragmentariamente. En los primeros decenios apenas se detecta su presencia; ni siquiera estaba claro si las órdenes reformadas tenían competencias respecto a las asociaciones de seglares. En consecuencia, los Agustinos tenían la exclusiva sobre Cofradías y terciarios.
En Filipinas no parece que hubiera terciarios recoletos antes de 1630. En Japón, a pesar de las objeciones legales del superior agustino, los misioneros recoletos establecieron la Orden Tercera.
Así, sabemos que el 26 de septiembre de 1630, 46 terciarios recoletos renuevan sus promesas. Están en la cárcel y serán sacrificados dos días después. Seguirán más martirios, momento supremo en que visten el hábito de la Tercera Orden, que se distinguía del de los frailes solo porque llegaba hasta las rodillas. Su representante por antonomasia es santa Magdalena de Nagasaki (1611-1634), canonizada en 1987.
La novedad de Japón influye, posiblemente, en Filipinas. Y, así, por los años 1656-1662 encontramos a fray Juan Blancas fomentando en Bolinao (Pangasinán) un nutrido grupo de terciarias que se distinguen por su piedad y su acción caritativa y social.
Con el renacimiento de la Orden después de la Revolución filipina, se experimenta una recuperación de la vivencia carismática. Uno de los primeros síntomas es la publicación, en 1917, del Catecismo del terciario, de fray Pedro Fabo.
En España, la Provincia de Santo Tomás de Villanueva funda la Tercera Orden en Granada (1918), Motril (1919) y Monachil (1919) y luego en Brasil. El XV Centenario de la muerte de san Agustín (1930) es ocasión para fundarla en Monteagudo y Marcilla (Navarra). El espaldarazo definitivo llega en el largo generalato de fray Eugenio Ayape (1950-1962).
El Capítulo general de 1980 encarga la redacción de la Regla de vida y los Estatutos de la Fraternidad Seglar Agustino-Recoleta, que la Santa Sede aprobará en 1984; y de nuevo, en versión revisada, en 2015.
A fines de 2020 estaba en 15 naciones, con 130 fraternidades locales que congregaban a 4.779 miembros.
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Provincia que hace familia
