34ª cena solidaria pro-Lábrea 2024

El colegio San Agustín de Valladolid, España celebró el 7 de junio la tradicional cena solidaria en favor de los Centros Esperanza de Pauiní, Lábrea y Tapauá, ciudades del estado de Amazonas, Brasil. Fue un evento coordinado por el Departamento de Pastoral.

Asistieron a la cena solidaria más de 350 personas de la familia del SanAgus y en la que todo el mundo aportó su granito de arena.

Desde hace tres años el colegio San Agustín, dirigido por los Agustinos Recoletos, desplazó la Cena Solidaria Pro-Lábrea a junio por dos motivos. EL primero para poder aprovechar el buen tiempo y tener una jornada familiar y festiva en los campos de baloncesto. Y el segundo para terminar el curso, tanto académico como pastoral, con un evento solidario de toda la familia del SanAgus.

Con antelación, ilusión y cariño el Departamento de Pastoral convocó a las familias a participar en la 34ª Cena Solidaria en favor de los Centros Esperanza. Es un evento en el que se implica mucha gente. Además de que los alumnos mayores pasan por todas las clases invitando a sus compañeros a participar, este año, por segundo año consecutivo, se ha organizado un mercadillo solidario. Los alumnos de Infantil y Primaria, durante su recreo de la semana previa, podían pasarse a comprar pulseras, pequeños objetos y juguetes con los que colaborar en tan digna y justa causa.

El refranero castellano “El hombre propone y Dios dispone” se hizo realidad el día de la cena solidaria. Tras una semana veraniega con cielos despejados y sol plomizo, los meteorólogos anunciaron lluvias para la hora del evento. El Departamento de Pastoral, para curarse en salud y poder disfrutar del evento sin contratiempos de última hora, lo traslado a la Iglesia del colegio. A algunos nostálgicos y veteranos les recordó la cena multitudinaria que allí se celebró cuando secuestraron a José Luis Garayoa en Sierra Leona, que también tuvo que celebrarse en la Iglesia por cuestión de espacio.

La cena se desarrolló en un ambiente festivo, solidario y fraterno. Fue una velada que estuvo amenizada por la tradicional rifa y un pequeño concierto final. La rifa solidaria, gracias a las donaciones particulares, familiares y de empresas relacionadas con el colegio, hizo vibrar desde los más pequeños a los mayores. A nadie amarga un dulce, una planta o un buen jamón si vas a una cena solidaria y vuelves cargado de regalos a casa.

El concierto corrió a cargo del grupo musical Los Licenciados. Es un grupo de música formado por profesores del colegio que surgió en las fiestas del colegio para participar en el II OpenMic. Cantaron un repertorio muy variado con el que vibraron los jóvenes, los adolescentes de más de 30 años, y los niños. Fue el colofón a una gran noche.

Los más pequeños también pudieron disfrutar de hinchables en los patios de infantil en todo momento. Un lujo del colegio poder tener a los peques de la familia entretenidos, jugando y disfrutando en los patios de arena mientras los mayores ejercen la solidaridad.

Finalmente hay que destacar la labor de los pequeños voluntarios. Preparar la iglesia, servir, recoger no es una labor grata pero sí fundamental. Gracias a todos los que generosamente se ofrecieron la cena solidaria volvió a ser un éxito un año más.