Reseña histórico-biográfica de algunos de los principales personajes de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la Orden de Agustinos Recoletos desde su fundación hasta la actualidad.

Originario de Beire (Navarra), nació en 1923 e ingresó con once años en Lodosa. Hizo el noviciado en Monteagudo y fue ordenado sacerdote en Marcilla en 1946. En la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza estudió dos años y en 1949 se traslada a Salamanca para la especialidad de Filología Clásica y el doctorado.

Salamanca y su Universidad Pontificia serán donde Oroz desarrolle el resto de su vida, su vocación intelectual de profesor, investigador y escritor hasta su fallecimiento en 1996.

Cultivó sus dotes literarias en el Boletín de la Provincia y con 20 años publica La instrucción de los clérigos según documentos eclesiásticos. En 1956 obtuvo el primer premio del Concurso Internacional del XVI Centenario del nacimiento de san Agustín. Luego presentó su tesis doctoral sobre El lenguaje y la retórica en los sermones de san Agustín, que defendió en la Universidad con el título Augustinus rhetor et orator.

En 1960 obtuvo por méritos la Cátedra de Filología Latina en la Universidad Pontificia de Salamanca, de la que fue decano cuatro trienios hasta su jubilación. Destacó por su encanto pedagógico y trato humano y cercano con los alumnos.

Consiguió un bagaje cultural extraordinario; se movía con soltura en filosofía y teología, literatura, historia, lenguas y artes, pero su verdadera especialidad era la cultura clásica grecolatina y, de forma singular, Virgilio.

Destacó por su dedicación y constancia, su vivo sentido de responsabilidad. Compatibilizó la docencia con la dirección de dos revistas de gran altura científica: Avgustinvs y Helmántica, la primera sobre el pensamiento y obras de san Agustín; la segunda, órgano de la Facultad de la que era decano.

Publicó casi 200 artículos en revistas, actas de congresos, misceláneas y libros de homenajes, cuya temática gira sobre todo en torno a san Agustín y a los autores clásicos latinos, temas de los que dictó hasta un centenar de conferencias.

A Oroz se le deben valiosas traducciones al español de obras latinas, entre las que debe destacarse Las Etimologías de san Isidoro de Sevilla. Y fue miembro de instituciones como la Asociación Española de Filosofía Medieval y la International Society for Neoplatonic Studies con sede en Norfolk (Virginia, Estados Unidos), que le permitieron trabar contacto y amistad con investigadores de todo el mundo.