Reseña histórico-biográfica de algunos de los principales personajes de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la Orden de Agustinos Recoletos desde su fundación hasta la actualidad.
Nació en San Martín de Unx, Navarra, el 27 de noviembre de 1912. Profesó en Monteagudo en 1928 y fue ordenado sacerdote en Ivybridge, Devon, Inglaterra, en 1935.
Su primer destino fue Venezuela y pasó por Caracas, Maracaibo, La Guaira y Puerto Cabello. En enero de 1948 es enviado a México, a San Felipe del Progreso, Churubusco y Patrocinio de San José. Fue comisario provincial (1948), prior de San Felipe, Aculco y Veracruz y vicario provincial (1961).
En 1967 la Santa Sede lo nombró administrador de la recién creada Prelatura de Madera, en Chihuahua, y luego prelado (1968-1988). Fue ordenado obispo el 8 de marzo de 1970 en Santa Mónica, Ciudad de México.
En Madera, según prescribía el decreto de erección, Goizueta construyó un seminario y se interesó por promover las vocaciones diocesanas. Construyó la catedral, en cuyas vidrieras dejó representados a los santos de la Orden, y fundó asilos y escuelas.
Estuvo siempre rodeado de jóvenes misioneros (llegó a haber 23 recoletos al mismo tiempo), que fueron disminuyendo según crecía la Iglesia local.
Su nota más destacada fue el espíritu de sacrificio. A pesar de la complicada geografía de la Prelatura, del clima extremo y la falta de comunicación, no ahorró esfuerzos por visitar todos los núcleos, pequeños o grandes, con viajes a pie, a caballo, en todoterreno…
Ponderando su labor pastoral, un periodista destacó en un diario nacional:
Fray Justo daba aliento a los enfermos y los últimos auxilios a los moribundos. Fray Justo bautizaba indígenas en plena Sierra.
Al cumplir 75 años, tras veinte en la Prelatura, renunció y se retiró a Santa Mónica, donde residió hasta su muerte en 1991. Allí, como uno más, participaba en las labores que se le pedían.
Sus restos descansan en la catedral de Ciudad Madera.