Reseña histórico-biográfica de algunos de los principales personajes de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la Orden de Agustinos Recoletos desde su fundación hasta la actualidad.

Nace en Estollo (La Rioja, España) en 1910. Estudia en San Millán, Monteagudo (noviciado) y Marcilla hasta que por las circunstancias sociales, con otros tres estudiantes es enviado a Roma en 1931.Obtiene la licenciatura en Teología por la Universidad Gregoriana y es ordenado sacerdote (1934).

De vuelta a España, durante cinco años enseña en San Millán, Marcilla y Lodosa. Pero las secuelas de la Guerra Civil y de la II Guerra Mundial de nuevo lo sacan de España, a Venezuela, en 1940. En Caracas imparte clases en varios colegios, hace alocuciones radiofónicas y escribe en la prensa. También pasará por Palmira (Táchira) y San Cristóbal.

Los dos últimos años en Venezuela fue profesor de los jóvenes religiosos, hasta que el provincial manda que profesor y estudiantes vayan a Marcilla, su casa los siguientes 39 años, desde 1948 hasta su fallecimiento.

Serafín renovó y transformó el método y la enseñanza de la teología. Dos instrumentos le permiten superar la crisis que no pocos teólogos vivieron con el Vaticano II: las ciencias bíblicas y la teología espiritual. Con su forma de ser y pensar hizo atractiva la vida religiosa a los jóvenes, ofreció lo mejor de su magisterio y apuntaló no pocas vocaciones. Decía uno de sus alumnos:

Sus clases eran una delicia. Enseñaba en los patios, en los pasillos, en cualquier lado y en cualquier momento; y nosotros, tan contentos a su alrededor. Nos hablaba de temas que a nadie oíamos; su visión iba por delante de los tiempos, y nos los comentaba sin romper paredes, sin ruidos, con una amenidad y sencillez que nos ganaba.

En 1955 fue nombrado prior de la comunidad, entonces de unos noventa frailes, y mejoró de forma significativa sus condiciones de vida.

En 1966 el prior general le pide dirigir el nuevo Instituto de Espiritualidad. Serafín ya había adelantado lo que el Concilio reclamaría a las órdenes: definir su carisma. El primer capítulo de las Constituciones postconciliares (1968) salió de su pluma. Fue el gran difusor y catequista del Concilio en la Orden.

Su retórica movió masas y conciencias y fue llamado a predicar en multitud de celebraciones y eventos, como la inauguración del seminario de Valladolid (arriba).

En su casa natal luce esta placa:

Agustino recoleto, mantenedor de altos valores, maestro de teología dogmática y espiritual, educador y modelo de dos generaciones de agustinos, cantor de la Virgen de Valvanera y de San Millán a quienes llamó el amor de sus amores, orador y poeta siempre.