Con la tranquilidad de no tener clase en el colegio, en el Hogar Santa Mónica las beneficiarias y quienes las acompañan y cuidan han vivido unos días intensos que combinaron el descanso, la espiritualidad y las actividades fuera de rutina.
El domingo 31 de marzo, toda la comunidad del Hogar Santa Mónica, proyecto socioeducativo de la Familia Agustino-Recoleta en Fortaleza (Brasil) que acoge a niñas y adolescentes en situación vulnerable, fue el escenario de una emocionante celebración aprovechando la Semana Santa y la Pascua de Resurrección.
Todos disfrutaron juntos de una fiesta llena de significado, marcada en lo religioso por la resurrección de Jesucristo en la vigilia pascual, y en la convivencia cotidiana dentro de la institución por la realización de actividades no rutinarias y el descanso.
En el Hogar Santa Mónica viven niñas y adolescentes enviadas por las autoridades competentes porque en su contexto de origen han sufrido o corrían grave riesgo de sufrir cualquier tipo de conculcación de sus derechos, sean abusos, explotación, abandono, desescolarización, etc.
En el Hogar reciben una educación integral que incluye la vuelta a la escuela y a rutinas sanas cotidianas, para ir asumiendo de nuevo responsabilidades personales en un contexto sano y seguro. También reciben apoyo psicológico, alimentación adecuada y un entorno controlado que prima la adopción de conductas responsables y la convivencia positiva.
La llegada de unos días festivos respecto a las aulas permite que las beneficiarias tengan otro tipo de vivencias, fuera de la rutina y sin los estrictos horarios del tiempo lectivo. Este ambiente comenzó a desarrollarse con los preparativos para una muy especial Cena Pascual.
Todos se unieron para decorar el espacio y crear un ambiente acogedor y festivo. Las mesas fueron cuidadosamente dispuestas y adornadas con símbolos tradicionales, como los huevos de Pascua decorados, y todo con mucho color, representando la alegría y renovación que viene a significar la fiesta religiosa de la Resurrección de Cristo.
Durante la cena sobresalió la comunión entre los presentes y era evidente la gratitud que mostraban unos con otros por poder tener ese momento alegre y celebrativo. El menú, de comidas tradicionales, ofrecía un simbolismo especial para cada alimento repartido.
Después de la cena se llevó a cabo la ceremonia religiosa, con reflexiones sobre el verdadero significado de la Pascua cristiana. A través de cantos, oraciones y mensajes de esperanza, los presentes renovaron su fe y encontraron consuelo en el amor de Dios que les ayuda a enfrentar todos los desafíos de sus vidas.
Han sido una celebración del renacimiento, de la esperanza y del amor incondicional. La misión del Hogar Santa Mónica va más allá de ofrecer refugio y protección, eso es el mínimo indispensable; pero se fortalece al llenar esas vidas, que han pasado por momentos muy difíciles, de espacios de alegría y de ilusión, de conexión con lo sagrado, de lazos de solidaridad y compasión tan importantes para una vida sana y feliz.