18º Aniversario de CARDI. Ciudad de México. Abril 2024.

El 16 de marzo la Familia Agustino-Recoleta celebró los 18 años de vida de su proyecto sociosanitario en Ciudad de México. Miembros de la sociedad y de la Iglesia local, voluntarios, benefactores, beneficiarios, facilitadores, terapeutas y colaboradores participaron de este feliz cumpleaños.

Alrededor de mediodía del sábado 16 de marzo comenzó la Eucaristía de agradecimiento por los 18 años de la fundación del CARDI, que fue presidida por el obispo agustino recoleto Francisco Javier Acero, auxiliar de la arquidiócesis de México y que durante mucho tiempo estuvo directamente involucrado en este proyecto.

El vicario para México y Costa Rica de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de los Agustinos Recoletos, Martín Luengo, y el actual director del CARDI, el agustino recoleto Refugio González, ejercieron de anfitriones para cuantos quisieron celebrar y agradecer esta historia de solidaridad, encuentro y servicio a los enfermos y sus familiares que acuden, desde todas las partes del país, a las especialidades y terapias en los hospitales públicos de la Ciudad de México.

Hasta ocho sacerdotes agustinos recoletos y dos presbíteros diocesanos más estuvieron presentes en la celebración, en la que el obispo definió el momento como un “sueño cumplido”. Recordó que es un proyecto en el que muchos se han esforzado aportando tiempo, recursos, ánimos, profesionalidad y mucha solidaridad.

La voluntaria Lupita Galindo actúa en CARDI desde sus inicios. Con su testimonio en este aniversario quiso recordar anécdotas y momentos que marcaron su vida y animaron su compromiso con los beneficiarios, porque su vulnerabilidad transforma para bien a quien se acerca para apoyarles y atenderles.

Hoy algunos beneficiarios recuerdan una frase que es muy motivadora para todos los que han conseguido poner en marcha este proyecto de la Familia Agustino-Recoleta: “Cuando llego a CARDI, siento que llego a casa”, dicen.

Muchos beneficiarios han visto en CARDI la mejoría de sus familiares pacientes, otros su partida definitiva y han recibido consuelo… Pero en todos los casos hay lucha, esperanza, intentos de mejora, esfuerzos de los profesionales, de familiares y de los propios pacientes.

Lejos de sus hogares, CARDI es ese espacio donde recuperar las fuerzas, encontrar descanso, asearse, dialogar, despejar la mente, un espacio de humanidad dentro de la gran ciudad, casi inhumana y normalmente indiferente con quien no pertenece a ella.

Una comida fraterna y la música en directo del grupo Azteca de Oro completaron la celebración del 18º aniversario para todos: el carisma agustino recoleto se hace vida cotidiana en CARDI y en otros muchos proyectos sociales de esta Familia que quiere sembrar dignidad, vida y esperanza allí donde se encuentra.