CAPSA. Agustinos Recoletos. Fortaleza, Ceará, Brasil. Marzo de 2024.

El Centro de Atención Psicosocial San Agustín (CAPSA) de la Familia Agustino-Recoleta y la Parroquia de San Francisco de Asís del Conjunto Palmeiras, en Fortaleza, ofrece atención psicosocial, formación sobre prevención sanitaria y reparto de alimentación básica.

El Centro de Atención Psicosocial San Agustín (CAPSA) también forma parte de las obras sociales de la Familia Agustino-Recoleta en Fortaleza (Ceará, Brasil) y lleva a cabo sus actividades en colaboración con la Parroquia de San Francisco de Asís, situada en el Conjunto Palmeiras del barrio de Jangurussu.

En concreto, durante el año 2024 los programas del CAPSA tienen en sus registros de ayuda a un total de 120 familias del barrio, cuyos habitantes no cuentan con fuentes continuadas de renta y es una zona muy deficitaria en cuanto a servicios públicos y políticas de apoyo.

Entre las prioridades de actuación del CAPSA están el fortalecimiento de la comunidad, el conocimiento de los derechos de las personas y el apoyo a las mujeres que ejercen de cabezas de familia. La especialidad del CAPSA está tanto en la salud mental como en la asistencia social, pues los profesionales del proyecto están especializados fundamentalmente en ambos campos.

Sin embargo, no sería posible establecer un marco de actuación apropiado en la zona sin tener en cuenta las necesidades básicas, entre ellas la alimentación. Por este motivo, durante el mes de marzo de 2024 estas familias, gracias a la colaboración de diversas instituciones, han recibido ayudas directas de cestas básicas de alimentos.

La colaboración de entidades y empresas locales es fundamental para esta iniciativa, e incluyen tanto las donaciones de alimentos como el apoyo logístico para llevarlos hasta quienes más los necesitan.

Solo cubiertas las necesidades más básicas de alimentación y eliminado todo riesgo de impacto del hambre, especialmente en los menores de edad en etapas de crecimiento, se puede escalar la atención hacia otras particularidades como la salud mental o la asistencia social.

Junto con la entrega de estos alimentos esenciales se lleva a cabo una formación sobre nutrición y prevención sanitaria, fundamentales para que la vida ordinaria de cada familia discurra sin contratiempos. Se trata de que las cabezas de familia conozcan cuál es la alimentación más saludable disponible aun con pocos recursos.

Una de las beneficiarias expresó su agradecimiento: “Esta ayuda llega en un momento muy difícil para nuestras familias. Con tantas dificultades, es reconfortante saber que no estamos solas, que hay gente dispuesta a ayudarnos y apoyarnos”.

CAPSA también promueve actividades recreativas para los niños, momentos de alegría y relajación que contrastan con la dura realidad cotidiana del barrio. Estos juegos, además, fortalecen los lazos comunitarios y son una forma de aprender que juntos es posible superar hasta los desafíos más difíciles.