Recordatorio de toma de hábito de fray Mauricio Ying.

Yucheng fue una de las subprefecturas de la misión de Shangqiu. A su evangelización dedicaron su tiempo y energías varios agustinos recoletos de reconocido celo apostólico y santidad, como el venerable Mariano Gazpio, Venancio Martínez y José Shan. En esta población nació fray Mauricio Ying (1926-1984), de cuya vida se ofrecen unas pinceladas.

La estampa representa a un extraño san Agustín de hábito recortado, recoleto. En sus manos luce la pluma y el corazón, según el lema tan frecuente el siglo pasado: Scientia et caritas (Ciencia y Caridad). Relegadas quedan, aunque en manos de ángeles, las insignias episcopales: mitra y báculo. Y, mientras él dirige su mirada al Cielo, a sus pies y con gesto que tanto puede ser de rechazo como de recurso, los herejes por él combatidos: Manes, Donato, Pelagio…

Es una estampa con doble marca de procedencia: la agustiniana, con el escudo de la Orden en el ángulo inferior izquierdo; y la de serie de impresión, al otro lado. Y, en medio, la identificación del Santo en un pie que sería incorrecto tanto en inglés como en francés y en español.

Era lo que tenían a mano en Kweiteh / Shangqiu en 1943, cuando se emplea como recordatorio, escribiendo por detrás:

Jesús, María, José. En recuerdo de la toma de hábito de la Orden de Recoletos de San Agustín, en la iglesia del Santísimo Corazón de Jesús, Kweiteh-Honan, 7 de julio de 1943. Fray Mauricio Ying de la Sagrada Familia. A Mayor Gloria de Dios.

El hecho de redactar en latín lleva a descartar que el recordatorio se dirija a la familia carnal del interesado, que no entendía latín. Es un mensaje transmitido a los hermanos de la Provincia y de la Orden, cuyo hábito comienza a vestir Mauricio, que entonces tenía 17 años, pues había nacido en el pueblo vecino de Yucheng en 1926.

Un año y un día después de vestir el hábito, será admitido a la profesión simple, y tres años más tarde, el 8 de julio de 1947, hará la profesión solemne, siempre en la casa de Kweiteh / Shangqiu.

Una vez profeso, y con 22 años cumplidos ya, comenzará el estudio de la teología en Hong Kong (a partir de septiembre de 1948). Estudio que proseguirá en Marcilla (Navarra, España), adonde llega el 20 de diciembre de 1949. Entre un total de 820 ordenandos, junto con sus compañeros Pedro Tung y Felipe Liu, Mauricio será ordenado sacerdote en el XXXV Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona, el 31 de mayo de 1952.

En lo humano, el resto de la vida de este religioso resulta especialmente triste. Será el único chino que no salga de España. Ya para 1955, cuando no queden misioneros extranjeros en China y los recoletos nativos de allí estén siendo engullidos por la voracidad del régimen maoísta, en Mauricio se manifestarán graves síntomas de desequilibrio que llevan a los superiores a ingresarlo en el Hospital psiquiátrico de Ciempozuelos (Madrid).

Allí estará internado durante años y a ese centro permanecerá ligado toda su vida, con algunos paréntesis temporales. A comienzos de los años 80, llegará a vislumbrar los albores de la misión de Shangqiú renacida, pero la vida no le permitirá contactar con su gente, y mucho menos retornar. En plenas fiestas navideñas, un 29 de diciembre de 1984, fallece en Madrid fulminado por un infarto. Tenía 58 años; llevaba 35 fuera de China.