La catedral de la Prelatura de Lábrea ha sido el escenario en el que fray Sergio Pérez, después de un año largo de inserción misionera e integración comunitaria ha recibido el sacramento del orden de los diáconos de manos de monseñor Santiago Sánchez Sebastián, agustino recoleto.
El 27 de enero tuvo lugar un hecho poco corriente en la misión de Lábrea, Amazonas, Brasil: la ordenación diaconal de fray Sergio Pérez García, agustino recoleto, que desde el mes de noviembre de 2022 residía en la comunidad de Lábrea, realizando el año de experiencia pastoral y comunitaria. Monseñor Santiago Sánchez Sebastián, obispo titular de la Prelatura de Lábrea, AM, Brasil, fue el obispo ordenante.
La ceremonia de ordenación de diácono tuvo lugar en la catedral Nuestra Señora de Nazaret de Lábrea. La celebración estuvo presidida por el obispo de la Prelatura, acompañado por el obispo emérito Jesús Moraza, trece presbíteros religiosos, que se encontraban en Lábrea celebrando su Asamblea anual junto con el prior provincial, y un sacerdote diocesano representando a las parroquias de Manaos, Tapauá, Bello Monte-Foz de Tapauá, Lábrea, Pauiní y Guaraciaba do Norte. Además de los sacerdotes fray Sergio estuvo acompañado de otros dos religiosos más agustinos recoletos, tres religiosas misioneras agustinas recoletas y dos hermanos maristas que trabajan en la misión.
De la Parroquia de Lábrea, donde Sergio lleva trabajando algo más de un año, se hicieron presentes representantes de todas las pastorales, que son muchas en esta parte del mundo brasileño. La celebración estuvo amenizada por uno de los coros de la Parroquia; en esta ocasión, un coro familiar que hizo las delicias de los asistentes.
Monseñor Santiago, en la homilía dirigida directamente a fray Sergio, le recordó y recordó a todos los presentes que, como Jeremías, tenemos miedo para responder a la llamada del Señor, y la respuesta es como una limosna tímida y pequeña. No obstante, él nos llama a ser generosos, a servir sin miedo -nos decía también Jesús en el Evangelio-. En los humildes servicios de servir las mesas y atender a las viudas está la llamada de los Apóstoles para los diáconos. Terminó pidiendo al Señor para que él, Sergio, sea capaz de responder fielmente a esa vocación al orden de los diáconos como Felipe, Prócoro o Nicanor, prototipos del diaconado.
La dalmática, vestidura litúrgica con la que se va a revestir fray Sergio en las celebraciones litúrgicas hasta que sea ordenado sacerdote, le fue entregada y puesta por uno de los religiosos que se encontraba también presente en la celebración. El resto de la celebración, como suele ocurrir siempre por estas tierras amazonenses, fue muy viva y participativa.
Una vez concluida la celebración litúrgica, después de un cariñoso y sentido agradecimiento del nuevo diácono a todos los que de una u otra forma participaron en la preparación y puesta en escena de la celebración y de las consabidas fotos de grupo, todos los participantes fueron invitados a un generoso convivio, que bien podríamos llamar cena, en las instalaciones del Centro Esperanza de Lábrea, centro social cercano a la catedral, en las mismas mesas del comedor donde habitualmente se alimentan los jóvenes que participan en esta obra social de los Agustinos Recoletos. Tanto la comida como la convivencia fueron muy agradables y del gusto de todos.