Es el lema del I Centenario de la misión de Shangqiu, Henna, China, y elemento destacado en el cartel conmemorativo de este evento. En 1924 llegaron los agustinos recoletos a Shangqiu (antes denominada Kweiteh) y, a pesar de haber pasado por vicisitudes muy complicadas, continúan ejerciendo su caridad pastoral hasta el momento presente; siguen siendo “sembradores de esperanza”.
El cartel que se ha preparado para celebrar el centenario de la misión en Shangqiu, en la Provincia de San Nicolás de Tolentino y en toda la Familia Agustino-Recoleta, está compuesto por algunos elementos fundamentales. En primer lugar, cabe diferenciar dos partes principales: el texto y las imágenes.
El texto del cartel es el lema del centenario: “Sembradores de esperanza”. Este lema es el que da sentido al cartel y explica la escena que se muestra. Las tipografías escogidas pretenden ser animadas y desenfadadas, sin dejar de poner en valor el significado de lo expuesto. Por ese motivo, es importante que el lema tenga una presencia importante dentro del cartel en cuanto a tamaño y ubicación.
Además, se ha colocado “Sembradores” y “de esperanza” en dos líneas diferentes y ligeramente desplazados en el plano horizontal para evitar el estatismo y que, junto al juego que aportan el color blanco y el verde y la diferencia de tipografías, generaran un efecto de movimiento que llamara la atención del espectador, de tal forma que sea lo primero a lo que dirija su mirada al encontrarse con el cartel.
Es relevante mencionar que el logotipo del centenario ocupa un lugar central debido a su importancia. El logo recoge los datos básicos de la conmemoración y la silueta de la catedral antigua de Shangqiu, edificio emblemático de la misión. Se ha tomado su versión en color verde, ya que concuerda mejor con el entorno cromático del cartel. Esto contrasta con el logo de la Orden, que se encuentra en la banda informativa inferior, junto con el enlace a la web de la Provincia de San Nicolás de Tolentino. Estos son datos informativos menos relevantes que el resto, pero no por eso deben verse menos claramente. Cada uno está situado en un ángulo para crear equilibrio visual.
Respecto a las imágenes: vemos centrada y en un primer plano la fotografía de los misioneros agustinos recoletos en Shangqiu, que miran al espectador con rostros serenos y sonrientes, transmitiendo una actitud que invita a acercarse a averiguar de qué trata este cartel.
En la foto preside el grupo el obispo Francisco Javier Ochoa, que luce su indumentaria solemne. Es el último día del año 1939 y acaba de ordenar sacerdote al primer agustino recoleto chino, José Shan, que aparece a su izquierda algo embarazado. A la derecha del obispo está el prior provincial, Ricardo Jarauta, venido de Manila para la ocasión. Dos filas más atrás, sin barba y con bufanda negra, está el secretario que lo acompaña, Martín Legarra, que más tarde sería nombrado obispo.
En la primera fila, la de los protagonistas, otros dos religiosos, chinos ambos y jóvenes. Son los únicos que no visten abrigo, como si quisieran mostrar el hábito religioso, un hábito que visten desde hace un día tan solo. Sus nombres son Nicolás She y José Wang, y llegarán a ser obispos los dos, después del largo invierno de la persecución maoísta.
Tras ellos vemos un campo de trigo dorado, listo para ser recogido. Este trigo representa los frutos del trabajo ejercido por los misioneros en China. Ellos son los sembradores y ahora nosotros somos los testigos de los frutos de su cosecha, que es buena y abundante.
En medio del campo de trigo se ven las marcas que ha dejado el paso de un vehículo, generando un camino. Esto también refuerza el significado que se quiere transmitir con el cartel, ya que la misión en China ha sido un camino que se ha venido recorriendo durante mucho tiempo y que nos ha traído hasta aquí, 100 años después de su inicio.
Por último, es importante notar que el cartel recoge un día soleado con un cielo azul, ya que con este paisaje se transmite la alegría del presente, de lo que hoy podemos vivir gracias a todo lo cultivado con la ayuda de Dios, que ha dorado el campo con sus rayos de luz, regalándonos, en su Providencia, abundancia y bendición para China y para toda la Familia Agustino-Recoleta, especialmente para la Provincia de San Nicolás de Tolentino.