Con las vocaciones y la cultura vocacional como tema estrella, dado que Brasil celebra un Año Vocacional, los dos municipios de la Prelatura de Lábrea han celebrado sus fiestas patronales con enorme asistencia de personas, alegría y piedad popular.
La Parroquia de San Agustín de Pauiní (Amazonas, Brasil) el 28 de agosto, y la Parroquia de Nuestra Señora de Nazaret en Lábrea (Amazonas, Brasil), el 8 de septiembre, han celebrado un año más sus fiestas patronales, que movilizan no solo a la Iglesia local, sino a toda la sociedad de cada uno de los dos municipios.
La fiesta en todos los casos está precedida de una novena, que se aprovecha para proponer un tema de reflexión visto desde varios ámbitos por los predicadores de cada jornada. Además, terminada la novena hay barracas, bingos, espectáculos, juegos para los niños, todo ello preparado por la Parroquia. Además de darle alegría a la fiesta y atraer visitantes, se recogen así fondos para llevar a cabo las actividades pastorales durante todo el año.
El tema central de reflexión en las fiestas patronales de Pauiní y Lábrea fue la cultura vocacional, una vez que en Brasil se celebra el Año Vocacional, con el lema “Corazones ardientes, pies en camino”.
Pauiní
Pauiní comenzó conmemorando los 74 años de existencia de la Parroquia el 15 de agosto. Una procesión partió desde el lugar donde estuvo la primera capilla de la localidad, en la parte baja, hasta el actual templo matriz principal.
Durante la procesión hubo un recuerdo especial para el agustino recoleto Mario Sabino, fallecido en las aguas del Purús, con lo que el momento sirvió también para recordar a todos los fieles difuntos de la Parroquia.
Santiago Sánchez, obispo de la Prelatura de Lábrea, presidió a continuación una Eucaristía en la que agradeció a todos los protagonistas de esta historia y abrió el jubileo para los 75 años, que se celebrarán en 2024.
Del 19 al 27 de agosto fueron los días de la novena a san Agustín. La madrugada del 18 al 19 se organizó una Adoración nocturna con asistencia notable de fieles y que terminó con un desayuno comunitario donado por una de las Panaderías de la ciudad. A partir del 19 por la tarde, presidieron la novena cada día alternativamente el obispo Santiago Sánchez y el agustino recoleto Roberto Carlos Alvarado, retransmitidas también por redes sociales.
El día del patrón la procesión que precedió a la misa estuvo muy concurrida. En una peana podía verse el libro que representa el amor a la ciencia, la imagen del santo y el corazón en llamas traspasado, que representa el amor. El pueblo de Pauiní ama y celebra su patrono, es una comunidad viva, sinodal y en crecimiento.
Lábrea
El día 29 de agosto se celebró la primera misa de novena que abría las fiestas con la Legión de María colaborando para que todo se llevase a cabo con solemnidad y dignidad. Hubo una ceremonia de izamiento de la bandera en la plaza, a las puertas de la catedral.
La novena fue organizada cada día por una o varias comunidades eclesiales de base, grupos o ministerios pastorales, y presidida alternativamente por el obispo Santiago Sánchez, el agustino recoleto Luis Amílcar Reyes y los sacerdotes Henrique Giera y Éder Carvalho, acompañados siempre por el diácono Thiago Mendes.
El 5 de septiembre la misa fue mañanera, a las 5:30, y le siguió una procesión de vehículos con la imagen de Nuestra Señora por toda la ciudad. Participaron bicicletas, motos, coches, camiones y hasta un autobús con ancianos.
Las últimas cuatro noches, terminada la celebración de la Ecuaristía de la novena, todos participaban en la verbena.
El 8 de septiembre tuvo lugar el rezo del rosario y la misa solemne en el polideportivo del Colegio Santa Rita. Por primera vez estuvieron presentes tres pastores evangélicos y algunos laicos no católicos, que se unieron para conmemorar juntos la fiesta patronal en señal de respecto y como práctica real de ecumenismo.
Siguió la multitudinaria procesión con la bendición final en la plaza y posterior entrada de la imagen a la catedral. La Pastoral de la Comunicación también cumplió su cometido llevando las celebraciones principales y las fiestas a todos, también los que no podían estar presentes o los labrenses que viven fuera de su municipio.