Agustinas Recoletas. Macuxtepetla, Hidalgo, México.

Este convento de clausura se ha convertido en un referente de la siembra del carisma agustino recoleto en la población local. La celebración de las bodas de oro de sor María Luisa Castillo y el inicio del año de prueba para ocho miembros de una nueva Fraternidad Seglar han llenado de alegría el monasterio.

El Monasterio de San Agustín de las Agustinas Recoletas contemplativas de Macuxtepetla, localidad mexicana de 700 habitantes situada en el municipio de Huejutla, al norte del estado de Hidalgo y a muy pocos kilómetros del Estado de Veracruz, fue fundado en 1970 y cuenta con catorce monjas en la comunidad.

Las comunidades de los religiosos Agustinos Recoletos están situadas lejos de esta zona rural: hay 365 kilómetros hasta Querétaro y 316 kilómetros (seis horas y media en vehículo privado) desde Hospitales, en la Ciudad de México. Por eso, la llegada de religiosos hermanos al monasterio es siempre un motivo de alegría.

Del 4 al 8 de septiembre la comunidad contemplativa había establecido sus ejercicios espirituales, que estuvieron dirigidos por el agustino recoleto Sergio Sánchez, encargado del Secretariado de Formación y Espiritualidad de la Provincia de San Nicolás de Tolentino.

Fueron unos ejercicios agustinianos enriquecidos e iluminados con el material anual establecido por la Orden de Agustinos Recoletos. Las monjas tuvieron la oportunidad de salir de su rutina cotidiana para dedicarse única y exclusivamente al encuentro personal y comunitario con Dios.

Uno de los puntos de reflexión tuvo como tema principal el titulado “Juntas en el proyecto de vida”, basado en el texto evangélico de las Bienaventuranzas (Mateo 5,1-12). El objetivo de la reflexión era reconocer el don que Dios ha regalado a cada miembro de la comunidad para después compartirlo.

Durante la semana, además de las charlas y reflexiones con el ponente, fueron centrales los aspectos de celebración comunitaria litúrgica: eucaristía, lectio divina, rezo pausado y canto de la Liturgia de las horas y rosario. También fue fundamental la creación de espacios para compartir unas con otras las vivencias internas que cada una libremente quería manifestar.

El último día de los ejercicios espirituales (viernes 8 de septiembre) dentro de la misa, toda la comunidad celebró con gozo un recuerdo público de sus votos de vida consagrada renovándolos en voz alta. Al mismo tiempo, ocho seglares hicieron otra manifestación pública: la de su petición de inicio del año de prueba previo a la formación de una Fraternidad Seglar Agustino-Recoleta.

Su formación en el carisma y la espiritualidad agustinos recoletos será impartida por una monja agustina recoleta de la comunidad, que ejercerá de asesora y acompañante de este primer grupo fraterno laico.

Al día siguiente, sábado 9 de septiembre, la comunidad contemplativa cambió el silencio y la introspección de los ejercicios espirituales por la alegría, la acogida de invitados y la fiesta de la celebración de bodas de oro (50 años) de la profesión religiosa de sor María Luisa Castillo.

Estuvieron presentes en la celebración cuatro sacerdotes de la Diócesis de Huejutla y uno de la Diócesis de Tampico. Junto con los muchos invitados de la localidad, todos disfrutaron con alegría de una fiesta en la que además de la enhorabuena, todos agradecieron a Dios la fidelidad y perseverancia de sor María Luisa.

También le acompañaron sus familiares llegados desde Puebla, de donde es originaria. Para agasajar a los invitados, con generosidad trajeron una buena prueba de la rica gastronomía poblana que todos degustaron tras la finalización de la Eucaristía de acción de gracias.