Nueva capilla del Santísimo en Guaraciaba do Norte, Ceará, Brasil. Agosto de 2023.

Desde que llegaron los Agustinos Recoletos en el año 1999, los locales de la iglesia de Guaraciaba, Ceará, Brasil, se han remodelado de forma importante. En la primera década de este siglo se realizaron obras muy importantes en la iglesia, como la construcción de una torre, la reforma del piso, del presbiterio y la decoración interior de la iglesia matriz. También se construyeron de nueva planta tanto el Centro de Pastoral como el Centro Parroquial. En la casa de los religiosos también se han acometido obras de importancia.

En el año 2010, como culmen de todas esas obras la iglesia se decoró con unos bellos mosaicos realizados por la señora Francisca Frota, residente en la ciudad de Fortaleza, con las indicaciones de fray Refugio González, párroco en aquella época.

Pero en la belleza de la iglesia matriz se destacaba, negativamente, la capilla del Santísimo, con unos viejos tejidos y unas maderas que desentonaban del resto de la iglesia, por lo que parecía aconsejable acometer una profunda renovación de la capilla.

Para seguir con lo que ya existía se entró en contacto con la citada artista, para que presentase un proyecto en mosaico que, con más color, con otra textura, realizase lo que sería una bella conclusión de lo que fue su trabajo. Después de meses de contactos, de revisiones… por fin, en los primeros días de agosto, se colocaron los mosaicos con una extensión de casi veinticinco metros cuadrados, que fueron bendecidos en la fiesta de la patrona el día 15 de agosto.

Toda la pared central es ahora un gran mosaico que encuadra el elemento fundamental de la capilla, que es el sagrario, si bien, encima de él se encuentra un bello expositor, de 1,40 metros de altura, comprado en México hace algunos años, y que, cubierto por una cortina, permite exponer y adorar la Sagrada Forma en el momento que se quiera.

En el panel destacan unas figuras que quieren expresar la realidad del fiel delante de su Señor. Así a la derecha aparecen dos figuras masculinas, los dos discípulos de Emaús que, encontrándose con el Señor, escucharon su Palabra, lo reconocieron al partir el pan y después, fueron misioneros anunciadores de la Resurrección.

A la izquierda están las hermanas Marta y María, expresión de dos momentos de la vida del fiel seguidor de Cristo: Marta es el servicio a su Señor y a los hermanos, y María es la que escucha atenta las enseñanzas del Maestro.

Entre ellas, en sacra conversación con las hermanas, se encuentra la figura de san Agustín, reconocible por portar el báculo de pastor.

En el lado derecho de la capilla está la figura en mosaico del Buen Pastor, y en el lado izquierdo, un bello fondo en mosaico acoge la única figura de bulto de la capilla, la imagen de la patrona, Nuestra Señora de los Prazeres, que podemos traducir por Nuestra Señora de los Misterios Gozosos, las Alegrías de María.

En la pared del fondo, sobre un fondo blanco, aparece el signo de la cruz, con una frase: “Venid a mí”. Debajo de este panel un mosaico recoge la imagen del Cordero Eucarístico.

Se han reformado el suelo, el techo y las paredes de la capilla, y confeccionado unos bellos arcos en yeso, que le dan una cierta elegancia. La pintura, en varios colores, también ennoblece el lugar que ayuda al recogimiento y a la oración. Se han colocada unas sillas cómodas y unos banquitos para ayudar en la oración personal.

La ventana que desde el exterior permite ver el sagrario se ha reformado, pero se ha mantenido tal cual, porque siempre ha sido una tradición en Guaraciaba, y lo fue mucho más en los tiempos del COVID, el rezar al Señor desde la ventana.

Mención aparte merecen el sagrario y la lámpara de plata que se llevaron a Fortaleza para que los restauraran especialistas. La lámpara de plata tiene un significado especial en la ciudad, ya que un obispo de Sobral intentó llevársela al museo diocesano de Sobral y el pueblo de Guaraciaba salió a la calle impidiendo el expolio. Toda esa historia está bien documentada en el archivo de la Parroquia, inclusive la carta del obispo intentando justificarse por el atropello que se pretendía cometer.

La verdad es que toda la obra resultó costosa económicamente, y todo se ha pagado con donativos recogidos para el caso. La satisfacción de todos ha sido grande al poder ver los resultados.