Un equipo de CARDI -Centro de Acompañamiento y Recuperación de Desarrollo Integral- se traslada a la zona norte de la República Mexicana, en concreto a la ciudad de Chihuahua para impartir durante dos días del mes de mayo la formación apropiada a jóvenes que realizarán su voluntariado juvenil de verano.
El 23 y 24 de mayo acudieron jóvenes y adultos de la Parroquia de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote de Chihuahua, México al curso de formación impartido por un equipo del CARDI, institución de carácter sociosanitario dirigida por los Agustinos Recoletos. El equipo estuvo integrado por Isabel Ruiz, Magda López y Monserrat Ramírez, quienes desarrollaron su labor en presencia de los agustinos recoletos Manuel Antonio Flores, párroco, y Refugio González, director de CARDI.
Durante el 23 de mayo se abordó el tema de herramientas de acompañamiento, como escucha activa, herramienta fundamental para acompañar a los beneficiarios de CARDI. Esta herramienta advierte de que “no se trata de lo que creo que necesita la persona sino escuchar lo que nos pide la persona”. Se disertó también sobre otras herramientas como validación de sentimientos, uso de los silencios, atención a la comunicación no verbal, confianza, no juzgar… que ayudan a los voluntarios a acompañar a las personas que acuden a la institución.
“Las personas llegan a CARDI con muchas carencias que vayamos ayudarles a entender, tenemos que estar al pendiente de sí mis preguntas incomodan. Saber si mi inquietud vale la pena o si es necesario preguntar”, aseguraron los charlistas.
El día 24 de mayo la formación se centró en los lineamentos de la institución y la importancia de conocerlos y respetarlos, así como en el manejo de formatos, requisitos para registrar los servicios. Estos lineamentos ayudan a CARDI a seguir atendiendo a sus beneficiarios, ofreciendo la transparencia conveniente ante cualquier persona o institución que lo solicite. Los procedimientos son lo que le dan la formalidad a CARDI como institución ante los requerimientos gubernamentales.
Se invitó a los que no participaran de manera activa, a ser voluntarios desde sus hogares, participando de las actividades que ofrece CARDI, poniendo a disposición sus dones para la misión de CARDI con talleres, cursos o charlas, promocionando CARDI en los lugares en que viven y laboran para hacer una red más grande para el beneficio de tantas personas.
