Carlos González (Capilla de Guadalupe, Jalisco, México, 1964) es el prior provincial de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de los Agustinos Recoletos. Ha dedicado los últimos cinco meses reunir el equipo humano y preparar las estrategias para que se cumpla el Proyecto de Vida y Misión 2022-2026. Sobre ellos hablamos con él. Segunda parte.
“Juntos” es el lema inspirador escogido por la Familia Agustino-Recoleta para el curso 2022-2023. ¿Qué le sugiere esta palabra?
Es un lema plenamente evangélico y por consiguiente agustiniano. Somos una familia de hermanos y nos organizamos en pequeñas comunidades locales, cada una con su servicio propio o ministerio: estamos retados a crecer en nuestra comunicación, en la manifestación de nuestros afectos, en realizar juntos la misión.
Nuestras comunidades locales con sus ministerios tienen sentido cuando vivimos un ambiente familiar y comunitario en el que compartimos afectos, pensamientos y servicios. La Orden con esta propuesta, hacer resonar lo mismo que la Iglesia, que nos invita a fortalecer la sinodalidad, es decir, a caminar juntos, a querer más a los laicos, a confiar más en ellos, a escuchar más su sabiduría, a trabajar más en equipo con ellos y entre nosotros.
¿Cómo compaginar este “Juntos” con la vorágine y la urgencia que sienten religiosos y comunidades ante lo propio, lo local, lo inmediato?
No es una cuestión sencilla. Cada uno de los religiosos nos hemos ido especializando en una o dos áreas, en las que somos competentes. Es lógico que nos enfoquemos en el ministerio que conocemos, en el que tenemos habilidades y experiencia y en el que la Orden y la Iglesia nos pide que sirvamos.
Tenemos varios medios a través de los cuales hay comunión entre los distintos ministerios. El primero es la plataforma de publicaciones y comunicaciones de la Provincia, especialmente esta página web agustinosrecoletos.org, pues nos ayuda a que conozcamos lo que se está viviendo y haciendo en otras comunidades.
Hay actividades que nos involucran a todos, como la Jornada Corazón Solidario de ARCORES, el hermanamiento entre ministerios y las asambleas zonales.
Algunas iniciativas que queremos fortalecer en este cuatrienio ayudan a este trabajo conjunto más allá de lo local: las asambleas en todos los países donde se encuentra la Provincia, la colaboración de algunos religiosos en los ministerios de misión y de frontera, arbitrar frecuentes reuniones virtuales de carácter intercomunitario, la integración de más laicos en nuestros organismos…
Además, en el ámbito de toda la Orden crece el trabajo en red de los colegios con la Red Educar, de los Centros de Espiritualidad Agustina Recoleta, de los proyectos sociales y acciones solidarias a través de ARCORES, de las tareas de prevención, creación de entornos seguros y la protección efectiva de los menores y de las personas vulnerables.
¿La palabra “acompañamiento”, tan repetida en el PVM, es una palabra de moda y poco más?
Absolutamente no. No es una palabra de moda. Es el estilo de vida de los que quieren transformarse a sí mismos y ayudar a que otros se transformen. El acompañamiento es el estilo de vida de los sabios y humildes, de los que quieren conocerse mejor, aceptarse mejor y realizar un servicio valioso en la construcción del Reino de amor de Jesucristo, de los que quieren fortalecer su capacidad de amar, de confiar y de llevar esperanza.
¿Percibe si la “cultura vocacional” es ya parte de la mentalidad y vida de los religiosos y comunidades de la Provincia?
Sí y no. Todos tenemos conciencia clara del gran valor de la creación y expansión de una cultura vocacional. Asimismo, hay un compromiso generalizado en lo que se refiere a la oración en sus distintas formas por las vocaciones.
La cuestión es variopinta cuando se trata del grado de involucramiento de los religiosos al acompañar grupos o personas que están en discernimiento vocacional. Algunos religiosos se comprometen grandemente en esta cultura vocacional, otros en la medida de sus posibilidades y capacidades, otros se quedan al margen por distintas razones.
La Comisión de vocaciones visitará a las comunidades locales para realizar su parte, es decir, motivar para la colaboración con la pastoral vocacional.
¿Cómo está el termómetro misionero de nuestra Provincia? ¿Percibe deseos reales de los religiosos para participar en misiones y ministerios de frontera?
En mi experiencia como formador me di cuenta de que un buen número de profesos simples están dispuestos e incluso sueñan con ir a las misiones o a ministerios de frontera. En el diálogo con los religiosos de votos solemnes encontré también a un buen número de ellos dispuestos a ir a las misiones o a ministerios de frontera.
La sensibilidad misionera sigue presente en nuestra Provincia. La dificultad la tenemos en el desfase entre el número de religiosos (insuficiente) y la gran cantidad de obras que llevamos adelante. Por ejemplo, a los religiosos de más de 70 años, que son un número importante, no les vamos a pedir el sacrificio de ir a esos ministerios de frontera por obvias razones.
En otro orden, varios de los religiosos con sensibilidad y disponibilidad para servir en los ministerios misioneros y de frontera están ahora realizando importantes labores de liderazgo en otros ministerios.
La realidad nos pide que nos reorganicemos, que propiciemos una mayor colaboración de los laicos y que busquemos nuevos modos de servir en nuestros ministerios.
¿Cómo implementaremos nuestra acción social a través de ARCORES?
ARCORES es la Red Solidaria Internacional Agustino-Recoleta. Trabaja por la paz, la justicia social, el fin de la pobreza, la igualdad, los derechos humanos y el cuidado del planeta desde el evangelio de Cristo y con el matiz propio de nuestro carisma.
ARCORES apuesta por la formación y capacitación en la justicia y la solidaridad, promueve proyectos sostenibles e impulsa la participación a través del voluntariado.
Su importancia para la Familia Agustino-Recoleta reside en que en la espiritualidad cristiana hay tres hermanas inseparables: la oración-sacramentos, la fraternidad-comunión y el servicio a favor de los empobrecidos.
ARCORES es un aliado importantísimo para desarrollar esta vertiente de la acción a favor de los excluidos y desfavorecidos de nuestra sociedad.
¿Están los religiosos formados en materia de comunicaciones sociales? ¿Cumplimos las grandes expectativas que señala la Iglesia y la exigencia que impone la sociedad de la información?
El hecho de que el PVM no aborde la formación de los religiosos en los medios de comunicación social de una manera concreta no quiere decir que se vaya a dejar de lado en este cuatrienio. Por ejemplo, los programas de las casas dedicadas de manera especial a la formación inicial incluyen esa formación.
Como animador, mi servicio es motivar a los organismos de la formación permanente y de comunicación y publicaciones para que organicen y propongan formación en la ciencia y uso de estos medios. Algunos religiosos ya lo hacen por su cuenta.
¿Qué hace la Provincia en materia de evangelización digital e inclusión de su misión en la sociedad de la información?
Tenemos algunas iniciativas de evangelización digital a través de la página web de la Provincia, de los programas del CEAR Querétaro para el canal Sembrador y de presencia en algunas redes sociales. Algunos religiosos hacen su parte de modo personal. Se trata de una misión que dentro de la Familia Agustino-Recoleta tenemos aún poco desarrollada.
En el Consejo provincial en este momento no tenemos en mente ningún proyecto nuevo en relación con la evangelización digital. Tener que responder esta pregunta es ya una toma de conciencia sobre el asunto. Me llevo de tarea la reflexión y la búsqueda de formas concretas para estar más presentes en el mundo digital con nuestro servicio evangelizador.
