Despedida espiritual del curso 2022. Ciudad de los Niños. Agustinos Recoletos. Costa Rica.

Desde hace años, la Ciudad de los Niños, centro socio-educativo de los Agustinos Recoletos en Costa Rica, propone a sus alumnos de último año toda una serie de actividades para valorizar el tiempo que han pasado en la institución. Una de ellas es esta despedida espiritual.

Cada año alrededor de un centenar de los más de medio millar de alumnos de la Ciudad de los Niños llegan al fin de su etapa en esta institución socioeducativa de los Agustinos Recoletos en las cercanías de Cartago, Costa Rica. El último curso implica no solo su salida de la institución, sino la entrada en la vida adulta, ya sea con llevando a cabo estudios superiores, ya insertándose en el mundo laboral.

Como cualquier otro centro educativo, se celebra una gran ceremonia de graduación para despedirlos. Pero además, la Ciudad de los Niños propone otras actividades a partir del último trimestre del año que sirvan para reforzar los valores aprendidos y la creación de un lazo que, ya como antiguos alumnos, permita a estos jóvenes desarrollar su vida adulta sin sentirse desacompañados.

Una de estas actividades es la convivencia fraterna y espiritual en la que todos ellos hacen más fuertes los lazos a través de la convivencia, la oración en común, los juegos… Se desarrolla fuera de la propia Institución para permitir que un nuevo ambiente y la salida de la rutina habitual animen a los beneficiarios para vivir con más intensidad este momento.

El pasado 23 de septiembre, acompañados de 14 adultos para cubrir todas sus necesidades de alimentación y organización, los alumnos de duodécimo año de la Ciudad de los Niños se trasladaron a la Hacienda Valverde en El Yaz de Paraíso.

Allí pudieron disfrutar de toda una jornada repleta de propuestas educativas, recreativas y espirituales. El director, el agustino recoleto Jesús María Ramos, comenzó la jornada con una oración y un incentivo para “vivir una jornada agradable y con disposición, colocando a Dios de primero y poniendo todo en sus manos”.

Hubo dinámicas de esparcimiento y un rally con retos de todo tipo, físicos e intelectuales. También se dieron los premios “most and best, fruto de una encuesta a los mismos alumnos, que escogieron a los mejores entre ellos en múltiples aspectos, muchos de ellos desde el buen humor, como el premio “al más dormilón”.

También hubo tiempo para dos espacios de reflexión en común y una oración también vivida de forma fraternal. Finalmente, recibieron una camisa con la firma de todos y una serie de cartas de ánimo de quienes han sido sus profesores y monitores.