El obispo de Lábrea, Santiago Sánchez, en agosto de 2022.

Como en un pantano cerrado se fueron acumulando las actividades pastorales durante la pandemia. Los encuentros on-line no eran suficiente como sobradero para regar el campo inmenso que el Señor nos había confiado. Por eso la apertura de las compuertas al llegar la primavera hizo saltar a borbotones las aguas contenidas durante tanto tiempo en ríos pastorales procurando recuperar el tiempo perdido por exigencias del bien común.

Santiago Sánchez, agustino recoleto, obispo de Lábrea, AM, Brasil

En Santarém, Pará

El prelado de Lábrea Santiago Sánchez, a partir de junio, estuvo en actividad casi continua: del 6 al 9 de junio se realizó el IV Encuentro de Amazonia Legal en Santarém, recordando los 50 años del histórico encuentro que marcó la línea pastoral en Brasil al poner en práctica el Concilio Vaticano II con sus directrices y las determinaciones de Puebla y Medellín.

En el primer encuentro de Santarém se reunieron solo los obispos, ahora estaban sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos… con el desafío de actualizar a día de hoy nuestro caminar pastoral, porque en estos 50 años han ocurrido muchas cosas para nuestra Amazonia, siendo las más sobresalientes el Sínodo para Amazonas con su documento final y la posterior exhortación del Papa, además de la creación de la CEAMA (Conferencia Eclesial de Amazonas). Fruto de este encuentro es el documento ya aprobado y publicado: “Documento de Santarém 50 años: Gratitud y Profecía”. En la publicación aparece también la carta que el Papa nos envió y los mensajes de los reunidos dirigidos al papa Francisco y al pueblo de Dios.

En Manaos, Amazonas

De Santarém me trasladé a Manaos, donde tuve la oportunidad de pasar una semana en nuestra Parroquia de Santa Rita. Un reencuentro con la comunidad religiosa y parroquial con muchas alegrías y algunas tristezas. Sobre todo, la tristeza de los ausentes llevados por la pandemia que tan fuerte atacó a Manaos; algunos de ellos muy activos en nuestra Parroquia. Las pastorales siguen fuertes y perseverantes después de seis años que estoy fuera, y puedo decir: cómo han crecido. Fue una alegría participar en la celebración del Corpus, también lugar de encuentro con muchísimos conocidos. Días bien aprovechados esperando el viaje a Roma para la visita ad límina.

En Roma

Sí, la visita ad límina fue la semana del 19 al 26 de junio. Era mi primera visita, como de gran número de los obispos de las regiones Norte 1 y Noroeste que formábamos el grupo esta vez. Comenzamos con la celebración de la misa en la tumba de San Pedro en el Vaticano, presidida por el recién elegido cardenal don Leonardo Ulrich Steiner, arzobispo de Manaos, que forma parte de nuestro grupo.

Y a ponernos todos la “filetata” (la sotana ribeteada de rojo con el fajín, el solideo y pectoral) para la audiencia con el papa Francisco. Momento único de dos horas y 15 minutos de diálogo abierto en que nos escuchó a todos y cada uno y nos habló al corazón, según los temas expuestos en nuestras intervenciones. Estábamos hospedados en el colegio Pío Brasileño y los sacerdotes de La Obra de la Iglesia se encargaron de los traslados, porque los días siguientes fueron las celebraciones en las distintas basílicas y los encuentros con los distintos dicasterios, tribunal de la Rota, Secretaría de Estado…  Muy bien atendidos por todos pudimos presentar nuestras inquietudes, preguntas, propuestas…  con la misma libertad con que hablamos con el Papa.

Estaba celebrándose el encuentro mundial de las familias con el Papa y participamos de algunos eventos. Fue grande la fraternidad entre todos los obispos, hasta el Papa lo percibió y nos felicitó y animó a seguir en este desafío. Experiencia única; nos marcó y salimos fortalecidos.

Cuando terminamos la visita ad límina, los obispos recoletos Joaquín Pertíñez y Santiago Sánchez, Jesús María Cizaurre y Jesús María López Mauleón acudimos juntos a la casa de la curia general de la Orden de Agustinos Recoletos y confraternizamos con los hermanos. También estuvimos en Colegio de San Ildefonso, situado en la vía Sixtina 11 con la comunidad de estudiantes recoletos allí residentes. ¡Qué delicia los hermanos unidos!, algunos de ellos nuevos en Roma después del Capítulo General…

En Brasilia

Llegó el verano con el caluroso agosto y del día 9 al 17 viajé a Brasilia para la Asamblea del COMINA (Consejo Misionero Nacional). Primero dos días de reunión los obispos referenciales de las distintas regiones de Brasil y luego la Asamblea con revisión de estatutos, análisis de la realidad, presentación del trabajo hecho hasta ahora (consejos regionales, diocesanos, parroquiales…), efectos de la pandemia, situación de la misión ad gentes (Brasil atiende varias misiones en África), presentación de las Obras Misioneras Pontificias y otros organismos que trabajan en Brasil, Colaboración de las Iglesias Hermanas (algunas diócesis con más recursos humanos de sacerdotes, misioneros… y materiales “apadrinan” otras diócesis o prelaturas más necesitadas), proyectos y realizaciones de algunas comisiones de la CNBB y otras instituciones… Ya encaminando el futuro y tratando de ganar el tiempo que la pandemia nos robó. Muy provechoso, sobre todo los testimonios personales.

En São Paulo

Pocos días después nueva asamblea, está vez en Aparecida, San Pablo, la 59ª Asamblea General de la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil) que en abril tuvo una primera parte on-line y ahora era la segunda parte de forma presencial. Algarabía de los 300 obispos que nos encontramos después de más de dos años; bastantes, nuevos que participaban por primera vez.

Comenzamos con un recuerdo y oración por los obispos que nos dejaron durante la pandemia. Pocos días para mucho trabajo: el tema principal fue el análisis y futuro de las directrices generales de la acción evangelizadora en Brasil, teniendo en cuenta la coyuntura social y religiosa que está pasando la nación en este momento. Tras diversas votaciones por fin fue aprobado el Misal Romano; se preparó el 18º Congreso Eucarístico Nacional; se analizó y aprobó un nuevo documento sobre Animación Bíblica; se hizo la presentación de varias comisiones y consejos; hubo reuniones por Regiones y reuniones reservadas solo a los obispos; se aceptó el ministerio de los Catequistas y se aprobó el ritual de su institución; se trató el espinoso asunto de la protección de niños y adolescentes, y diversas cuestiones jurídicas; finalmente, se habló del Sínodo de 2023…

Dedicamos una mañana al retiro espiritual que cerramos con una procesión de todos los obispos desde la sala de reuniones hasta la basílica ante la sorpresa de los peregrinos donde celebramos la Eucaristía.

Otro dato destacable es que este año la CNBB cumple 70 años, y por este motivo se preparó un evento homenaje que fue grabado al vivo y transmitido por la TV al día siguiente. Esta vez la presencia de los obispos recoletos fue escasa: solo estuvimos dom José Luis Azcona, dom Jesús María Cizaurre y yo (Santiago Sánchez); no fueron los eméritos dom Javier Hernández ni dom Jesús Moraza; ni dom Joaquín Pertíñez, convaleciente de su operación de la rodilla, ni dom Jesús María López Mauleón, que se encontraba en Roma en el curso para nuevos obispos.

En Lábrea, Amazonas

Al regresar a Lábrea ya estaban en marcha las fiestas patronales: Nuestra Señora de Nazaret, titular de la catedral, patrona de la ciudad, patrona de la Prelatura, patrona de Amazonia… Este año el tema de las fiestas era la Educación, siguiendo el lema de la Iglesia de Brasil: María, Madre Educadora. Cada día dos colegios o instituciones educativas de la ciudad eran homenajeadas. Fue bonito que los evangélicos aceptaron el convite y estuvieron presentes. No faltó la presencia de nuestro Centro Esperanza. La participación fue masiva, sobre todo en el evento musical con el padre Antonio María, cantante religioso reconocido a nivel nacional. Los actos sociales fueron también muy concurridos.

Estamos terminando el verano y esperamos recoger los frutos regados con tantas actividades pastorales. Que el otoño sea fecundo…