Información vocacional y de contacto para seguir posibles procesos de discernimiento y acompañamiento vocacional dentro de la Familia Agustino-Recoleta.
En un mundo en constante cambio, donde se mezcla un nada disimulado individualismo con la revolución de las relaciones sociales, queda la certeza de que siempre, en lo íntimo del corazón de cada persona, laten las grandes inquietudes sobre el sentido de la vida, los límites y posibilidades de la libertad, la existencia de Dios, el porqué de la muerte o el sufrimiento, la convivencia entre las culturas, las tensiones sociales, el mal y la violencia indiscriminada…
A lo largo de la historia personas muy comunes, pero abiertas a los valores espirituales y atentas a la voz de un Dios que les hablaba en lo profundo de su corazón, han buscado comprender esas grandes cuestiones.
Y al hallar respuesta y dialogar con Dios sobre nuevos interrogantes, pusieron todo su ser y su obrar al servicio de Dios y de la sociedad de su época. Porque parte de la respuesta que encontraron estaba en el compromiso con el amor de Dios frente a la inhumanidad del comportamiento de muchos humanos.
Dentro de la Iglesia católica han sido muchas las personas que se han tomado en serio el seguimiento a fondo de Jesús de Nazaret como la forma más bella y feliz de vida humana, como vocación de alegría y sentido de futuro.
Algunos se convirtieron en maestros de vida para otros, surgiendo así familias o congregaciones religiosas. San Agustín es uno de esos maestros, y su legado sigue vigente porque generaciones y generaciones, desde el siglo IV hasta hoy, lo han mantenido vivo. Los agustinos recoletos nacimos a finales del siglo XVI justamente para actualizar esa forma de vida propuesta por san Agustín.
Te invitamos a conocernos mejor y comprender nuestro carisma, motivaciones, oferta de vida; a hacer camino con nosotros, para que consciente, desde tu libertad y responsabilidad, puedas asumir y apostar por un proyecto en tu vida que te oriente hacia el encuentro con Jesús.
Esto son solo unos datos, unas palabras, unas imágenes más o menos significativas que nos pueden describir. Pero ha llegado para ti la hora de entrar en diálogo contigo mismo, con Dios y con los demás, tratando de vislumbrar qué es lo que Dios te pide.
En este proceso, más allá de estos párrafos, recuerda que estamos a tu disposición si quieres dialogar, expresar tus sentimientos y solventar cualquier duda, porque un trato humano, cercano y abierto, una mirada y una acogida nunca podrán ser sustituidos por una web.
En nuestras comunidades encontrarás siempre alguien dispuesto a escucharte, atenderte y resolver tus dudas y cuestiones vocacionales. Pregunta en cualquiera de ellas por el orientador local de vocaciones.
SIGUIENTE PÁGINA: ¿Quiénes sois?