Agustín de Hipona es nuestro fundador y el padre de una extensa Familia Religiosa que sigue su Regla, sus enseñanzas y su forma de vida. En estas páginas nos acercamos a su biografía, su sensibilidad, su forma de vida y sus propuestas a hombres y mujeres de todos los tiempos.
Era un remolino al revés, que se abría y ampliaba su círculo. El hambre de recogimiento entra también en los monasterios de monjas y se encienden desde comienzos del siglo XVII, hogueras de amor a Dios que caldean e iluminan toda España. En 1604, como por afinidad brota también la Recolección en Colombia. Dos años más tarde, en 1606, la presión espiritual del nuevo movimiento lo dispara ya a la otra parte del mundo, hasta Filipinas. Casi desde el principio este naciente batallón de hijos míos avanza a igual paso, firme y largo, en todos los cuerpos que lo compondrán más adelante: los agustinos recoletos -castellanos, aragoneses, andaluces, colombianos y filipinos- y las monjas agustinas recoletas.
La historia de mi Recolección durante el siglo XVII habría que repasarla muy despacio, degustándola: es un siglo de oro. La vida en los conventos, que rivalizaban en la dedicación más completa a Dios; la elaboración de leyes y la compilación de la propia historia, breve pero cuajada ya de glorias; la entrega total al servicio de la Iglesia en las misiones más duras; el testimonio máximo de amor que dieron tantos mártires; los beatos Francisco de Jesús, Vicente de San Antonio, Martín de San Nicolás y Melchor de San Agustín, capitanes de cientos de mártires en Japón -la primera, mi niña mimada: Magdalena de Nagasaki, joven, guapa y santa de altar-. Era el amor de Dios, que ardía con fuerza en los corazones de mis hijos. ¿Cuándo han podido parecerse más a mi? ¿De qué modo mejor se puede hacer verdad el escudo, mío y de ellos, con el corazón ardiente atravesado por las dos flechas del amor a Dios y a los hermanos?
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ÍNDICE DE PÁGINAS: SAN AGUSTÍN
- A. Biografía de Agustín de Hipona
- B. El monacato agustiniano
- C. El árbol que plantó Agustín