Agustín de Hipona es nuestro fundador y el padre de una extensa Familia Religiosa que sigue su Regla, sus enseñanzas y su forma de vida. En estas páginas nos acercamos a su biografía, su sensibilidad, su forma de vida y sus propuestas a hombres y mujeres de todos los tiempos.
En el año 361, cuando Agustín tiene siete años, llega al poder el emperador Juliano, calificado por la Historia como El Apóstata. En su intento de reflotar el imperio, trata de imponer las costumbres romanas clásicas. Sin perseguir al cristianismo, sí promulga muchas leyes favorecedoras del paganismo. El campo de la educación será uno de los que se ven más paganizados.
En Madaura, la ciudad donde Agustín continúa sus estudios una vez que termina los primarios en Tagaste, esta paganización tiene especial realce, una vez que esta ciudad había permanecido alejada de la influencia cristiana. En ella, las celebraciones paganas eran suntuosas, desenfrenadas, con el desprecio continuo de los valores cristianos en forma irónica.
En el mismo Cartago, la capital del norte de África, adquirieron notable importancia las fiestas de la diosa de la fertilidad, Celestis, con celebraciones de prostitución sagrada. También se revitalizaron el circo, el anfiteatro, el teatro, y todo tipo de espectáculos paganos donde eran muy comunes la burla de los valores cristianos y la provocación de las pasiones humanas desde la violencia y la sexualidad descontrolada. Ya como obispo, Agustín tendrá que vivir en medio de este ambiente y defender con la pluma y la elocuencia los valores cristianos.
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