Las misiones, proyectos sociales y acciones solidarias son una constante en la actuación de la Familia Agustino-Recoleta. La Provincia de San Nicolás de Tolentino ha vivido siempre en misión, pues su mismo nacimiento tuvo como motivo la apertura de las misiones de primera evangelización en la Filipinas del siglo XVII. Desde entonces desarrolla su actividad evangelizadora siguiendo el mandato de Jesús en los lugares hoy llamados «de frontera»: allí donde es necesario defender la dignidad de la vida humana, la justicia social, la igualdad de oportunidades, la defensa de los más vulnerables.
Las migraciones son una de las grandes y oscuras realidades de globalización. Unas veces por motivos económicos, otras por la guerra, las discriminación o la injusticia, buena parte de la humanidad vive desplazada, con consecuencias personales y comunitarias, psicológicas, laborales, económicas, religiosas y sociales. Afecta a millones de seres humanos en todo lugar, ya sean países de salida, de tránsito o de llegada. Plantea desafíos que la Iglesia asume y afronta con espíritu de caridad.
El emigrante es una persona en duro trance: sus raíces quedan en el aire, requerido por nostalgias, necesitado de dignidad, trabajo y reconocimiento, lejos de la familia, el entorno social y cultural, la lengua; llega sin dinero y a veces sin una situación legal reconocida a un país extraño. Y se encuentra con la indiferencia, la incomprensión, la frialdad y a veces la explotación, los prejuicios y la exclusión social.
La Provincia de San Nicolás de Tolentino ha atendido durante años a inmigrantes. Ha estado en contacto con emigrantes españoles en Alemania; latinos en Estados Unidos; nicaragüenses en Costa Rica; subsaharianos y magrebíes en España; filipinos en Taiwán; chinos en España; o en las migraciones rurales a grandes capitales como Manaos y Fortaleza (Brasil), México D.F. o Madrid (barrio de La Elipa en sus orígenes y atención de la Parroquia Santa Rita en barrios periféricos en los años 60 del siglo pasado).
La Provincia de San Nicolás ha contado con tres ministerios propiamente dedicados al trabajo con inmigrantes; dos con los hispanos en sendas regiones de cultura anglosajona: la capellanía latinoamericana de Londres (Reino Unido) y el Centro Guadalupe de Union City, Diócesis de Newark (New Jersey, Estados Unidos); y uno para los chinos católicos residentes en Madrid, España.
a) Centro Guadalupe de Union City (Nueva Jersey)
En 1911 algunos agustinos recoletos estudian en facultades norteamericanas, primera presencia en el país de la Orden. La primera comunidad, de la provincia de Nuestra Señora de la Candelaria, se estableció en 1917 en Omaha (Nebraska). En 1943 la Orden se había expandido y constituyó una Provincia nueva, la de San Agustín.
La historia de los Agustinos Recoletos en Estados Unidos ha corrido en paralelo con el fenómeno hispano. La avalancha de inmigrantes desbordó a la Iglesia norteamericana, de tradición ítalo-irlandesa. Los Recoletos, de cultura latina, fueron requeridos de distintos lugares. Tras un largo debate, en el Capítulo Provincial de 1969 la Provincia de San Agustín, comunidad bilingüe y bicultural, decide dedicarse principalmente a la pastoral de los hispanos. Ese mismo año, la Provincia de San Nicolás llega a Texas y Nuevo México, y más tarde a Nueva York y Nueva Jersey, situación geográfica que muestra la relación entre los ministerios abiertos y el fenómeno migratorio.
El 11 de diciembre de 1999 se inauguró el Centro Guadalupe en Union City, ciudad de en la orilla continental del Hudson, nudo de comunicaciones y salida del túnel Lincoln que une Manhattan con Nueva Jersey y el aeropuerto de Newark. Fue un hecho largamente esperado en una Diócesis donde la población católica hispana crece.
La Diócesis aprobó en 1989 el plan “Presencia nueva”, que incluía un centro para la integración de los líderes hispanos en las responsabilidades pastorales y sociales de la Iglesia. Fue una apuesta del entonces obispo, Theodore Edgar McCarrick, animado por su obispo auxiliar David Arias, agustino recoleto español, encargado del apostolado hispano hasta su retiro en 2004. Su pertenencia a la Orden determinaron que fuera elegida la Provincia de San Nicolás para hacerse cargo del nuevo Centro.
En mayo de 1997 se firma un convenio y los Agustinos Recoletos pasan a gestionar la Parroquia de la Sagrada Familia y el Centro. Reciben una antigua escuela que durante 1998 es acondicionada: ocho aulas, cafetería para 80 personas, auditorio, tres salas de conferencias con aforo de entre 70 y 100 personas, biblioteca y videoteca en español, dormitorios para 72 personas. En la azotea, un espacio de paseo y descanso.
Las nacionalidades que se atienden desde el centro son cubanos (40%), colombianos (25%), peruanos (15%), ecuatorianos (10%), mexicanos (3%), españoles (3%), portorriqueños (2%) y dominicanos (2%). Alrededor de un 20% de ellos tiene problemas de situación legal en los Estados Unidos.
En coordinación con la Oficina del Apostolado Hispano de la Archidiócesis de Newark, el Centro alberga el Instituto de Formación Pastoral que ofrece cursos de teología, Biblia, catequesis, historia de la Iglesia, moral, patrística y elementos pedagógicos y prácticos del trabajo pastoral. La Provincia ha aportado profesores procedentes de las casas de formación en España o México. Además, el Centro Guadalupe trabaja en red con centros de formación de hispanos en todo Estados Unidos.
Además se ha establecido un Centro de Espiritualidad con capacidad para acoger a 72 personas en retiros, convivencias y reuniones, grupos de Encuentro Matrimonial, Cursillos de Cristiandad, escuelas de evangelización, carismáticos, grupos juveniles, catequistas. También organiza eventos: conciertos con cantautores como Tony Méndez o la Hermana Glenda (2006); comida en la fiesta de Acción de Gracias para los sin techo en colaboración con el Ayuntamiento; conferencias a cargo de oradores del mundo hispano que convocan hasta 800 personas…
La Dirección del Centro establece la agenda de actividades. Entre los problemas detectados están las dificultades económicas y la falta de una formación sólida entre sus beneficiarios. Los usuarios son inmigrantes de recursos limitados: una gran mayoría trabaja en sectores como limpieza u hostelería con salarios bajos.
El Centro Guadalupe se ha convertido en punto de referencia y un catalizador social de los hispanos. Ha logrado llenar algunas de las necesidades y expectativas de las parroquias. Entre los desafíos están alcanzar un mayor radio geográfico de influencia y unificar las oficinas de apostolado hispano para realizar un trabajo conjunto.
También ha sido un centro de refuerzo de la Provincia de San Nicolás en Estados Unidos. En 2001 la provincia inauguró allí un edificio de cuatro plantas para la atención del Centro Guadalupe, dos parroquias de Union City (Sagrada Familia y San Agustín), la pastoral vocacional, la residencia de aspirantes a la Orden y la sede de la Fraternidad Seglar Agustino-Recoleta.
b) Capellanía Latinoamericana de Londres
En la capital del Reino Unido la emigración hispana es relativamente reciente y heterogénea, con una motivación económica. Se calcula en unas 300.000 personas. Muchos han llegado como turistas o estudiantes y se quedan tras caducar su visado.
Londres está dividida en dos diócesis católicas, Southwark y Westminster. En ambas se agolparon gran número de latinos y se vieron en un aprieto: no tenían personal que hablase español. La Iglesia recurrió a la Provincia de San Nicolás, que cuenta desde los años 30 con casas en el país. Se constituyó una Capellanía Latinoamericana con religiosos españoles y otros británicos o irlandeses que habían estudiado en España.
Al principio la actividad de la Capellanía era volante. Cinco parroquias en territorio de ambas diócesis acogieron sus encuentros y celebraciones. Los capellanes se valían de la red de transporte público para las visitas a los domicilios, hospitales y cárceles.
Muy pronto la Capellanía tomó cuerpo y la Vicaría de Inglaterra, tras años de reflexión y discusión, decidió priorizar este ministerio. Hubo una reestructuración para atenderlo en una sede estable, tal como la tenían las otras veinte capellanías nacionales de Londres. La parroquia de Santa Ana, en el distrito de Vauxhall, en la diócesis de Southwark, parecía un lugar adecuado como sede fija: de población multiétnica, bien comunicada, con amplias instalaciones y escuela parroquial anexa.
Hay tres factores que aglutinan a los latinos en Londres: la lengua, la cultura, y la religión. Aunque procedan de hasta dieciocho países y culturas diferentes, se sienten homogéneos frente a la cultura ambiental. Con la llegada masiva de inmigrantes, las necesidades se han hecho urgentes, y especialmente la información: lugares de encuentro, trabajos disponibles, escuelas que acepten a sus hijos, hospitales donde ser atendidos, cómo y dónde vivir su fe católica, derechos legales…
La Capellanía se constituye como estructura eclesiástica que les apoya en estas necesidades. Les permite tener un lugar de referencia al que acudir, lo que facilita su identificación de grupo e inserción en la sociedad. Uno de los retos es mantener la identidad propia, más cuando no hay momentos ni lugares en los que expresarla.
Cada año, el 12 de octubre, se celebra el Día de las Américas, con participación de los representantes políticos locales y de las embajadas; también ha sido costumbre la participación de las autoridades religiosas de la Provincia de San Nicolás de Tolentino. Un festival se une a la celebración religiosa, que marca el encuentro anual de quienes durante el resto del año se encuentran en grupos más pequeños y distantes.
c) Capellanía china de Madrid, España
Los agustinos recoletos abrieron sus puestas a la comunidad católica china el 25 de septiembre de 2007, cuando se celebró la primera eucaristía en chino en la cripta de San Nicolás de Tolentino de la Parroquia de Santa Rita de Madrid por parte del agustino recoleto José Yan Tao. La petición de algunos fieles chinos y la posibilidad de atenderles en la propia lengua con religiosos naturales de China motivaron el comienzo de este servicio religioso, al comienzo de forma humilde. En Navidad de ese mismo año se incorpora otro religioso recoleto chino al servicio de los fieles procedentes de ese país, Juan María Guo Kunpeng
El boca a boca funcionó y fue creciendo el número de fieles que querían celebrar y formarse en su fe católica en Madrid, pero en su propia lengua. Por ello, tras varios años de relación continuada y de ampliación de servicios pastorales, el 11 de octubre de 2012 la Archidiócesis de Madrid instituye oficialmente la Capellanía para inmigrantes chinos en la Provincia Eclesiástica de Madrid.
La sede principal se ubica en el lugar donde todo había comenzado, la Parroquia de Santa Rita de los Agustinos Recoletos. Contó con una subsede en la parroquia de Cristo Rey, trasladada en 2016 a la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad en el barrio madrileño de Usera. En Madrid viven 55.000 chinos, y 6.000 de ellos están en Usera, un verdadero Chinatown dentro de Madrid, transformado en una réplica en miniatura de sus estructuras sociales y negocios, donde pueden satisfacer cualquier aspecto de la vida sin hablar una palabra de español.
En el 2012 se nombra a los agustinos recoletos Juan Gao Haichang y Manuel Piérola Mansoa, español que vivió en Taiwan cerca de 50 años, como capellán y capellán adjunto. Gao continuó la labor de sus dos predecesores en la atención a comunidad católica china en Madrid. Desde 2015 el equipo pastoral de capellanes lo conforman los agustinos recoletos Guillermo Zhang Weilian y Juan Yang Zhenxi.
La capellanía responde a la atención tanto pastoral como social. Además de vivir y celebrar su fe, los chinos pueden en esta Capellanía aprender el español, facilitar su integración y mejorar su inculturación, expresar los sentimientos personales y sentirse acompañados y escuchados. De hecho, algunas de las dificultades más graves del inmigrante chino son la soledad, las angustias personales debidas al alejamiento familiar o las presiones laborales y las dificultades conyugales.
La capellanía lleva a cabo diversas iniciativas para que los fieles puedan vivir su fe. En los domingos hay catequesis para niños y para adultos, ensayo de música, curso prematrimonial, taller de Biblia y taller de psicología –ocasionalmente– para los matrimonios que tienen problemas.
Se organizan además diversos servicios como acompañar a los enfermos para que puedan explicarse mejor ante el profesional de la salud, traducir documentos, recibir asesoría legal y orientación sobre servicios sociales, ayudas gubernamentales, relación con la Administración, etc. Los más necesitados reciben ayuda económica. Por último, también se promueve el ocio sano y constructor de comunidad mediante excursiones, peregrinaciones y otros eventos.
ÍNDICE DE PÁGINAS: MISIONES
- 1. Agustinos Recoletos: misioneros por necesidad
- 2. Misión, un término complejo y englobante
- 3. Religiosos, laicos y voluntarios misioneros
- 4. Misioneros por ley
- 5. Misioneros por herencia
- 6. Las misiones de la Provincia de San Nicolás de Tolentino en el siglo XIX
- 7. Las misiones de la Provincia en el siglo XX
- 8. Prelatura de Lábrea, Amazonas, Brasil
- 9. Misión de China: Kweiteh/Shangqiu, Henan
- 10. Ciudad de los Niños (Aguacaliente de Cartago, Costa Rica)
- 11. Hogar Santa Mónica (Fortaleza, Ceará, Brasil)
- 12. CARDI, Centro Agustino Recoleto de Desarrollo Integral, Ciudad de México
- 13. El servicio a los migrantes: Estados Unidos, Londres, Madrid