Cuando empiezan a remitir las lluvias y bajar las crecidas del río, es el momento oportuno para hacer los viajes misioneros antes de que el estío impida llegar a las comunidades que se quedan aisladas. Por eso es la etapa de las desobrigas y misiones de formación y visitas en todas las parroquias de la Prelatura de Lábrea.
Lábrea, ciudad, punto de salida
En mayo fueron las Misioneras Agustinas Recoletas de Lábrea las que iniciaron y realizaron el viaje por todas las comunidades del Purús medio en su viaje de formación; el CIMI hizo varios viajes de formación y acompañamiento dando cauce a algunos conflictos con los indígenas; los sacerdotes de las parroquias con las religiosas, misioneros y laicos surcaron las aguas para cumplir los calendarios pastorales. El barco hospital “Laguna Negra”, por su parte, inició su proyecto de salud allá en la Boca de Acre para realizar su primera etapa. El mes de mayo fue el tiempo en el que el obispo de la Prelatura, Santiago Sánchez, salió de la sede para visitar tres de las cinco parroquias.
El día 6 de mayo, de madrugada, en la voadeira conducida por Josías, el P. Fabio, sacerdote de la Diócesis de Ponta Grossa que trabaja en Canutama, Luis, agente de la pastoral de la tierra y el obispo Santiago iniciaron la visita pastoral.
Visita pastoral a Canutama
Durante una semana se desarrolló la primera parte de la visita pastoral a Canutama acompañado en todo momento por el P. Fábio, vicario parroquial: visita a las obras llevadas a cabo en las capillas y propiedades de la Parroquia, encuentro y celebración con el Apostolado de la Oración, reunión con los catequistas, catequesis con los confirmandos, encuentro con ECC (Encuentro de Casados con Cristo), celebración en las comunidades, conversaciones con particulares y responsables de distintas pastorales, con el Rosario de los Hombres, visitas a enfermos y ancianos, visita al hospital, participación en el programa de radio, encuentro-formación con los padres y padrinos de los que se iban a confirmar… Y el día 12, después de comer, salida de Canutama…
En Belo Monte
Josías y el obispo Santiago llegaron a Belo Monte, Parroquia de San Sebastián y San Francisco. Acogidos con alegría por la comunidad, las tres religiosas Josefinas y el párroco P. Éder tuvieron un breve encuentro con las niñas del Proyecto Gabriela (proyecto de prevención para las niñas en situación de riesgo), que el día 1 había celebrado un año de fundación. A pesar del fuerte calor, se reunió el Consejo Pastoral de la Comunidad, un poco desanimado después de la pandemia, pero con voluntad de seguir adelante haciendo frente a las dificultades. Terminó la jornada con la Eucaristía en la cual recibieron el bautismo dos niñas.
De madrugada el P. Éder y el obispo Santiago, dirigidos por el imprescindible Josías, dejaron Belo Monte y pararon en la comunidad de Ribeirão (Nuestra Señora Aparecida) para celebrar la Eucaristía y bautizar un niño. Siguieron después hasta la comunidad Nueva Alianza (Nuestra Señora de Nazaret); aquí la comunidad se reunió alegre en la capilla llegando en canoa para la Misa. Tras una breve parada en la comunidad de Vila Saouza (Sagrado Corazón), y Macacoarí (Santo Tomás), llegaron a Foz de Tapauá donde fueron acogidos por el obispo emérito monseñor Jesús Moraza, las hermanas josefinas y la comunidad. La actividad intensa de esta jornada terminó con un encuentro con los padres y padrinos de los confirmandos.
Tres días en la Foz de Tapauá
Durante los tres días siguientes en la Foz tuvo lugar el retiro de los confirmandos y catequistas en Camaruão, acogidos por el hermano marista Ronilton y dirigido por la hermana Merinalva, en el que se dio lugar a la reflexión, confesiones, misa, convivencia… preparación inmediata del sacramento de la Confirmación. Igualmente se reunió el comité del acuerdo de pesca de la Foz del río Tapauá con ribeirinhos, indígenas, miembros de CPT (Comisión de la Pastoral de la Tierra) y OPAM.
Paralelo a nuestro calendario, el ayuntamiento organizó un acto, marcadamente político, para homenajear a las madres en el día de la madre. Esta zona es un lugar de conflictos y luchas, y la Iglesia se manifiesta claramente en favor de los más pobres y desfavorecidos. Esto no impidió seguir con el programa pastoral: Confirmación de seis jóvenes y homenaje a los catequistas; alentar al incipiente proyecto Gabriela, hermano casi gemelo del de Belo Monte; encuentro personal con las hermanas josefinas Merinalva y Dorinha; visita a la escuela; celebraciones; visitas a ancianos y enfermos; Consejo Pastoral de la Comunidad… y encuentro fraterno con don Jesús Moraza. El P. Éder viajó para acompañar la misión del barco “Laguna Negra”.
Viaje a Tapauá
La mañana del día 17, desde la madrugada hasta las 14.00 horas, sin parar, se realizó el viaje desde Foz hasta Tapauá. Fuimos recibidos con alegría por fray Luis Antonio Fernández y fray Juan José Guzmán, por las hermanas oblatas Sirlene y Beatriz, y por todo el pueblo en fiesta en la ya iniciada novena de Santa Rita.
Todo el pueblo estaba muy atareado con los festejos, pues, además de celebrar la patrona, se iba a celebrar en paralelo la fiesta de la ciudad, lo que produjo cierto choque entre el Ayuntamiento y la Iglesia: roces que se procuraron resolver del mejor modo, aunque el resultado no fue el esperado.
El obispo participó de todos los días y celebraciones de la novena; recorrió lugares, visitó algunos por primera vez como fueron los dos cementerios; mantuvo conversaciones y encuentros personales además de con algunos grupos de las pastorales; visitó a enfermos y ancianos; dedico tiempo a estar con alumnos y facilitadores en el Centro Esperanza y en el LACIR (pequeño centro esperanza para niños más pequeños dirigido por las hermanas oblatas); participó en el evento de “Lucha contra el abuso sexual de menores”; administró la unción de enfermos a algunos que no pudieron estar en la celebración comunitaria de este sacramento; se reunió con el equipo de liturgia para preparar la fiesta; mantuvo un encuentro comunitario con las hermanas oblatas; participó en la fiesta social de la iglesia y en la alborada madrugadora; celebró solemnemente a la patrona de la Parroquia, Santa Rita con una comida fraterna al mediodía junto con religiosos, religiosas y personas muy ligadas a ellos y por la tarde-noche se tuvo la procesión, la misa y la fiesta… Debe señalarse la alegría fraterna de la comunión entre frailes y obispo.
Regreso por Belo Monte hasta Canutama
Cuando estaba terminando la música en la plaza, en la madrugada del día 23, salieron de Tapauá Josías y el obispo. Viaje largo, esta vez de vuelta, hasta la comunidad de Belo Monte. Después de reponer fuerzas, tuvo lugar el encuentro de las religiosas josefinas Claudia, Ana y Aparecida con el obispo. Al anochecer fue el rosario y la Eucaristía con el pueblo, con su confraternización posterior.
Al día siguiente. después de celebrar laudes y misa con las hermanas (no faltó Alejandro, un joven especial siempre presente que no habla, pero entiende todo y actúa en todo), y compartir el desayuno y un rato de conversación, siguió el viaje pastoral hasta Canutama para la segunda etapa de la visita.
Ya estaba de vuelta el P. Osvaldo y esperó a los viajeros con el coche para llevarlos con los equipajes a casa. Por la tarde los dos sacerdotes, Osvaldo y Fabio con el obispo, atendieron las confesiones de confirmandos, padres y padrinos terminando con la misa y la novena de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Al día siguiente al mediodía llegó el hermano Alfonso Lázaro en el barco de Manaos a Pauiní, que hacía escala unas horas en Canutama. Encuentro feliz de Alfonso con el clero y el obispo compartiendo fraternalmente; y los sacerdotes, felices enseñando su Parroquia y actividades al hermano. La despedida de Alfonso fue con un café-merienda con los funcionarios de la Parroquia.
Esa noche fueron 24 los jóvenes que recibieron el sacramento de la Confirmación, y algunos de ellos hicieron también su Primera Comunión. Todo un evento para esta Parroquia después del parón por motivo de la pandemia.
En camino a la ciudad de Lábrea
El día 26 el párroco P. Osvaldo y el incombustible Josías viajaron a Lábrea visitando las comunidades para preparar la asamblea pastoral de los ribeirinhos, y el obispo aprovechó para retornar a Lábrea. En este viaje estuvieron en las comunidades de Boa Vista, Acituba (que estaba vacía porque todos los moradores estaban “en el centro” en labores agrícolas de recolección y solo las vacas pacían libremente), y Queimada de Marí, antes de la desembocadura de este río en el Purús, comunidad esta con gran número de chiquillos. Al día siguiente volvieron a Canutama, una vez que terminaron las visitas a las comunidades.
El obispo terminó el mes en la ciudad de Lábrea para atender los compromisos y asuntos pendientes. Entre ellos dos tandas de Confirmaciones: una en la catedral y otra en la comunidad de San Sebastián.
Informe del barco hospital “Laguna Negra”
Poco después llegó el informe del proyecto del barco hospital “Laguna Negra” de esta primera etapa: visitaron las comunidades ribereñas de Pauiní a Lábrea realizando 1.841 consultas médicas con diagnóstico y entrega de medicamentos; 1.810 procedimientos odontológicos-exodoncias, restauraciones, profilaxis, aplicación de flúor y medicación de los pacientes; 1 test de COVID-19 que dio negativo, 114 tests de filiariasis que dieron 21 positivos, 114 tests de malaria con 1 positivo; y 114 tests del mal de la llagas, todos negativos.
Las hermanas Misioneras Agustinas Recoletas Ana María e Ivone consiguieron visitar todas las comunidades programadas. Ahora todos esperando las nuevas misiones para seguir siendo la “Iglesia en salida”.