El 28 de enero concluía el prior provincial Sergio Sánchez la preceptiva visita de renovación establecida por las leyes recoletas y que el prior provincial debe realizar a lo largo del periodo de su mandato -trienio o cuatrienio- a todos los religiosos y comunidades de la Provincia en la que ejerce su servicio de gobierno.
En esta ocasión el prior provincial de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de los Agustinos Recoletos contaba no con tres años sino con cuatro años antes del Capítulo Provincial para realizarla, por lo que se pensó que en este cuatrienio se podría llevar a cabo con mayor tranquilidad y pasando mayor tiempo en las comunidades para compartir con los hermanos. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 desbarató todos los planes previstos para el cuatrienio y la barca de la visita de renovación hizo aguas numerosas veces, de modo que casi resultó imposible llevarla a cabo.
El Capítulo Provincial de la Provincia de San Nicolás de Tolentino está a la vuelta de la esquina; tendrá lugar en el mes de junio del presente año, y al comienzo del 2022 todavía faltaba por realizarse la visita de renovación a las comunidades de Brasil. Seis comunidades distribuidas en dos estados diferentes, Amazonas y Ceará, separadas las sedes principales de nuestras comunidades -Manaos (AM) y Fortaleza (CE)- por 4.399 kilómetros por carretera, según Google Maps, a través de muchos kilómetros por la famosa carretera de tierra trasamazónica; unas tres horas y media por avión.
A pesar del alto porcentaje de contagio de la COVID-19 el prior provincial decidió trasladarse a Brasil para visitar a los hermanos y así dejar por concluida la preceptiva visita de renovación del 14 al 28 de enero. Sin embargo, sí se decidió, en esta ocasión, no hacer todo el itinerario habitual y en las tres comunidades de la Prelatura de Lábrea llevarla a cabo solo en la capital, en la misma ciudad de Lábrea, por lo que se convocó a los religiosos de las comunidades de Tapauá y Pauiní a que acudieran a la ciudad de Lábrea. Juntamente con la visita de renovación, se llevaría a cabo la tradicional asamblea de los religiosos de Brasil. Esta era la razón por la que también tenían que trasladarse a Lábrea los religiosos de la comunidad de Manaos y los de las comunidades del estado de Ceará.
La llegada a Lábrea fue toda una odisea tanto para el prior provincial Sergio Sánchez y el secretario de la Provincia, Benjamín Miguélez, que viajaron desde España, como para los religiosos residentes en Fortaleza y en Manaos.
La visita de renovación a las tres comunidades de la Prelatura, una vez llegaron a la casa todos los religiosos de las comunidades, se llevó a cabo sin problemas, aunque restringiéndola solamente a los religiosos; en este caso no hubo ningún tipo de encuentro con ningún grupo de ninguna de las parroquias donde residen los religiosos. Al realizarse la visita durante la asamblea, el prior provincial tuvo que multiplicarse, todavía más de lo habitual, e ir encontrando momentos oportunos para hablar individualmente con los religiosos en los tiempos libres entre las sesiones propias de la asamblea.
El secretario provincial por su parte no tuvo ningún problema para hacer la revisión oficial de los libros de las tres comunidades, ya que los priores de cada casa los habían llevado allí.
A la vuelta a Manaos se habían reservado dos días para hacer la visita de renovación a esta comunidad, pero, al haber dado uno de los religiosos de la casa positivo en COVID, se decidió reducir la visita a la mínima expresión y no interactuar con el hermano contagiado, que se encontraba en cuarentena.
El traslado al estado de Ceará no tuvo ninguna sorpresa y tanto el prior provincial como el secretario llegaron en la fecha y el horario previstos. La visita a la comunidad de Fortaleza se redujo solo a los religiosos y a conocer la nueva casa de la comunidad. No obstante, sí se realizó la visita al Hogar Santa Mónica, pero sin el tradicional encuentro con las niñas residentes, pero sí se celebró un mínimo encuentro con las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, que justo hacía un año habían llegado al Hogar, y con el personal directivo del centro de acogida de las menores.
La visita a Guaraciaba do Norte tuvo que reducirse en un día ya que ni en este municipio, de unos 45.000 habitantes, ni en los municipios cercanos, existía la posibilidad de hacerse la PCR preceptiva para poder volar a España; no había existencia de pruebas PCR en la zona; hubo que volver 24 horas antes a Fortaleza para hacerse allí la PCR a primera hora de la mañana y poder viajar en avión por la noche.
La visita de renovación a Guaraciaba do Norte tuvo el mismo estilo y esquema que la de Fortaleza: reunión comunitaria y encuentros personales solo con los religiosos, a excepción de la Eucaristía y posterior cena con las Agustinas Recoletas de clausura.
Mención especial merece el encuentro que el prior provincial mantuvo con los encargados de la promoción vocacional y la formación inicial en Brasil. Para ello fray Carlito Fernandes se trasladó desde Fortaleza a Guaraciaba do Norte y, aprovechando las tecnologías modernas, José María Naranjo, formador de los postulantes en Franca, Sao Paulo, se conectó por zoom, con lo cual los responsables de la formación y promoción vocacional de la casa de formación de Guaraciaba do Norte y los otros religiosos implicados compartieron inquietudes y marcaron estrategias para el futuro con el prior provincial.
En definitiva, una peculiar visita de renovación a las comunidades de Brasil. Los encuentros personales y comunitarios no faltaron, fueron los habituales llevados a cabo en cualquier otra visita de renovación; los encuentros e interacción con los diferentes grupos parroquiales, las Fraternidades Seglares y las Juventudes Agustino-Recoletas (JAR) se suprimieron totalmente, pues no se podía poner en riesgo a ninguna persona teniendo en cuenta la transmisibilidad del virus. Nuevos tiempos, nueva realidad y nuevas formas de actuar. esperemos que la normalidad vuelva a nuestra sociedad lo antes posible.