AgustinosRecoletos.org presenta un nuevo reportaje dedicado a Diego Cera, misionero agustino recoleto en Filipinas a caballo entre los siglos XVIII y XIX. Sus aportaciones a la cultura universal llegan hasta nuestros días. En este IV Centenario (1621-2021) de la Provincia de San Nicolás de Tolentino, la vida “siempre en misión” de fray Diego y su entrega al pueblo filipino animan a los misioneros del presente y del futuro.

Diego Cera (Graus, Huesca, España, 1762 — Manila, Filipinas, 1832) fue un misionero agustino recoleto que bien representa el trabajo socio-evangelizador de su Orden en Filipinas.

En este mes de noviembre de 2021 la Provincia de San Nicolás de Tolentino, durante su IV Centenario (1621-2021), ha querido centrar su recuerdo agradecido y su reflexión para el futuro en la interacción entre Evangelio y Cultura, entre misión y desarrollo de los pueblos, en las consecuencias culturales de la tarea evangelizadora y misionera.

Cera ha pasado a la historia por una obra concreta, única en el mundo, perfecta simbiosis entre sus conocimientos como organero español y su visión práctica de misionero en un país tropical y lejano, Filipinas: su órgano de bambú.

En realidad, Cera construyó principalmente comunidad. Su pequeña Parroquia de 300 familias, hoy con 600.000 habitantes y dentro de la Gran Manila, gracias a su esfuerzo y entrega consiguió infraestructuras públicas—caminos y puentes—, un templo y centro parroquial únicos, una afición popular por la música, un taller de organería, mejoras en la producción agrícola…

Cera puso a Las Piñas en el mapa cultural de la Filipinas contemporánea, centro de turismo de primer orden y foco de cultura: más allá de las piedras y bambúes, se ha instalado en las mentes de los lugareños el amor a la música, al cuidado de lo histórico, al aprendizaje comunitario.

Pero esta obra de Diego Cera es solo una más de las que hizo en vida. En el Reportaje se repasan varias de ellas, no menos interesantes y sorprendentes, como el pianoforte enviado a la Reina consorte María Luisa de Parma en Madrid o el órgano de Intramuros, hoy desaparecido, pero en su momento instrumento puntero en tecnología del sonido.

Que nuestro homenaje a este agustino recoleto sirva para admirar su creatividad y su amor a la ciencia, dignos valores para que los misioneros del presente continúen enriqueciéndose con la cultura del pueblo al que sirven y traduzcan los valores del Evangelio a la sociedad donde se encuentran.

Pincha aquí para leer Fray Diego, el misionero de creatividad desbordante e ingenio despierto.

Contenido

  1. Un grausino universal
  2. El pianoforte de María Luisa de Parma
  3. El órgano de Intramuros
  4. Las Piñas, el espacio creativo de fray Diego
  5. El templo de San José
  6. El órgano de bambú
    1. El desafío de la ingeniería del bambú
    2. Un órgano de tecnología hispano-filipina
    3. Los embates del tiempo
  7. Fray Diego, recordado y admirado
  8. Cronología de fray Diego Cera