El sábado 2 de octubre los agustinos recoletos Isaac Almaraz y David Molina, miembros de la comunidad de la Casa Vocacional San Pío X y Colegio Fray Luis de León de Querétaro (México) profesaron los votos de pobreza, castidad y obediencia e ingresaron de manera permanente en la Orden de Agustinos Recoletos.

La comunidad religiosa de la Casa Vocacional San Pío X, la comunidad educativa del Colegio Fray Luis de León, y los numerosos miembros de la Familia Agustino-Recoleta en Querétaro (México) celebraron con alegría el sábado 2 de octubre la incorporación de por vida de dos nuevos miembros a la Orden de Agustinos Recoletos.

Ambos son mexicanos y residen y prestan sus servicios en esta comunidad queretana. Se trata de Isaac Almaraz (Tequisquiapan, Querétaro, 1991) y David Molina (Ciudad de México, 1987). Antes de su profesión habían enviado un mensaje pidiendo oraciones y apoyo ante el importante paso vital que estaban a punto de dar:

Desde la oración de la mañana la comunidad local se fue ambientando en la jornada que iban a vivir. En ese momento los dos religiosos prestaron su profesión de fe, la comunidad oró por su perseverancia y se organizó para realizar los preparativos últimos.

A lo largo de la mañana fueron llegando los invitados, una treintena por parte de cada una de las familias, y otro tanto de parte de religiosos de las comunidades en México, el Consejo de la Fraternidad Seglar Agustino-Recoleta, el Equipo de Pastoral del Colegio y sus directivos, las Misioneras Agustinas Recoletas, las Juventudes Agustino-Recoletas, los vocacionados en contaco con la Casa Vocacional…

Los postulantes del Postulantado San Agustín de Ciudad de México habían llegado días antes a Querétaro para participar de un taller sobre Eneagrama. El día de la profesión colaboraron para poner todo a punto, para la liturgia en diversos servicios y para la comida.

A las 12:30 empezó la celebración en el Auditorio del Colegio. Presidía Francisco Javier Acero, vicario de México y Costa Rica, acompañado de una treintena de concelebrantes. El coro del Colegio propuso toda una serie de cantos agustinianos, que contribuyeron a solemnizar la Eucaristía.

En la homilía se destacó la importancia de la cercanía, la escucha y la atención de las necesidades del pueblo de Dios. Después los dos candidatos a la profesión solemne respondieron a las preguntas sobre sus intenciones, que respondieron públicamente, y luego leyeron los votos de su profesión solemne.

Firmado sobre el altar sus compromisos, mediante el rito del abrazo de bienvenida se sintieron acogidos por la Orden de Agustinos Recoletos, bien representada en los religiosos profesos presentes.

Tras la oración final los nuevos profesos se dirigieron a los fieles. Isaac indicó que la celebración no fue ni una meta ni un punto de partida, sino dar continuidad a una llamada que comenzó hace años, el seguimiento de Cristo como agustino recoleto. Agradeció a Dios su llamada, a su familia (especialmente sus padres), a los amigos y fieles presentes, a los Agustinos Recoletos y sus formadores, a su comunidad religiosa.

David también se mostró contento por haber compartido su decisión con todos los presentes y propuso una oración de Pierre Teilhard de Chardin significativa para él, como una manera de abrir su corazón y confiar en Dios. Agradeció a su familia, a los formadores, a su comunidad religiosa, a la comunidad educativa (“daré todo por ustedes para que juntos caminemos hacia Cristo”). También indicó que quiere darse a la Iglesia, a su comunidad actual y a todas las que vengan por delante. Pidió perdón por las veces que no haya dado un testimonio de bautizado. Y pidió ser un fraile alegre, en toda su vida como agustino recoleto. Terminó contando un sueño que tuvo recientemente en el que su padre, fallecido hace tres años, le acompañaba en esta jornada, presente en el Auditorio.

Al final de la misa se puso una sencilla exposición de materiales vocacionales y hubo tiempo para felicitaciones. La comida fue algo restringida por motivos de prevención y a ella acudieron los familiares, religiosos e invitados más cercanos, en el patio de preescolar.