Con un aforo reducido a 400 personas por la pandemia, los Reyes Magos llegaron a la Plaza de Toros de la ciudad navarra el 5 de enero. El encuentro era festivo y solidario: cada niño dejó un euro de donativo destinado al Hogar Santa Mónica de los Agustinos Recoletos en Fortaleza.
Las tradicionales Cabalgatas de los Reyes Magos por las calles y pueblos de España en la tarde del 5 enero en este 2021 han tenido que reinventarse para que la actividad llenase de alegría a los más pequeños sin suponer ningún riesgo para la salud.
En el caso de Lodosa (Navarra, 4.800 habitantes) el Ayuntamiento quiso aprovechar la nueva versión de la Cabalgata, una recepción a los Reyes en la plaza de toros, para construir solidaridad y cooperación internacional. Cada uno de los niños y niñas lodosanos que acudieron dejó un donativo de un euro para las niñas brasileñas.
En total se recaudaron 380 euros, redondeados luego por el consistorio a 500 euros entregados a la ONGD La Esperanza, nacida en esta localidad, miembro de la Red Solidaria Internacional Agustino-Recoleta ARCORES y que serán destinados al Hogar Santa Mónica de los Agustinos Recoletos en Fortaleza.
El Hogar Santa Mónica acoge en sus instalaciones a una treintena de niñas y adolescentes enviadas por las autoridades competentes para salvaguardarlas de la violencia física o sexual, el abandono, la desescolarización o cualquier otra conculcación de sus derechos que hayan sufrido o corran grave riesgo de sufrir en su ambiente de procedencia.
Los niños lodosanos pudieron, aunque desde la distancia de la grada, saludar a los Reyes Magos, entregar sus cartas y darles la bienvenida antes de que, por la noche, repartiesen casa por casa los regalos. Hubo dos pases, a las cuatro y a las cinco de la tarde, para atender al mayor número posible guardando la norma de aforo máximo de 400 personas y permitiendo que cada niño fuese acompañado por un familiar.
Los pases para el evento fueron retirados en la Oficina de Turismo local el lunes y martes 4 y 5 de enero. En el ruedo de la Plaza de Toros se podía ver una representación del castillo de Herodes, un portal de Belén y a Melchor, Gaspar y Baltasar. Los tres saludaron desde el ruedo a las gradas, donde estaban los pequeños, que este año no pudieron hablar con sus Majestades en persona.
Al son de las trompetas y los tambores, Melchor, Gaspar y Baltasar fueron aclamados por todos los vecinos y especialmente por los niños. Luego se pararon junto al castillo de Herodes, que tampoco faltó a la cita, y acto seguido se acercaron hasta el portal de Belén, donde depositaron el oro, el incienso y la mirra. Luego se desplazaron hasta sus tronos, en el centro de la plaza, para dirigir unas breves palabras a los presentes.






