El agustino recoleto David Enrique Conejo (Cartago, Costa Rica, 1993) emitió el pasado viernes 4 de septiembre, festividad agustiniana de Nuestra Señora de la Consolación, la profesión solemne de los consejos evangélicos y fue admitido a perpetuidad como miembro de la Orden de Agustinos Recoletos.
La ceremonia de la profesión solemne de David Conejo comenzó a las ocho de la tarde en el templo parroquial de Santa Rita de Madrid, en el que se tomaron todas las precauciones necesarias para preservar la salud de los presentes y cumplir con la legislación vigente para actos de culto y encuentros de grupos de personas.
David estuvo acompañado físicamente por menos personas de las que hubieran deseado estar por este motivo: la iglesia se quedó grande pese a que había 17 concelebrantes acompañando al prior provincial, Sergio Sánchez, quien presidió la Eucaristía y recibió los votos de David; alrededor de 80 laicos convenientemente repartidos para dejar una distancia de al menos metro y medio entre ellos; y una quincena de profesos agustinos recoletos y agustinos, que habían sido hasta hace poco compañeros de estudios de David.
Fueron muchos más los que acompañaron a David mediante las redes sociales, dado que la ceremonia fue transmitida en directo con un alcance cercano a las 2.200 personas entre las plataformas de la Provincia de San Nicolás en Facebook y YouTube. La hora de la celebración se había programado para permitir una mayor asistencia: en el país de origen de David, Costa Rica, era mediodía en el momento que comenzó la emisión.
Otra de las notas características de la celebración fue la modificación de uno de los ritos más emocionantes de la profesión religiosa, el abrazo de bienvenida; en condiciones normales, una vez que el nuevo profeso ha emitido la profesión y ha sido aceptado por el prior provincial en nombre del prior general, hubiera recibido un caluroso abrazo de bienvenida por parte de todos los profesos presentes en la ceremonia.
Esta vez solo el prior provincial pudo dar el abrazo, pero lo que recibió David fue un calurosísimo aplauso por parte de todos los participantes en el evento y, sin duda, de muchos de los que asistían a través de medios digitales. David se emocionó en este momento.
El prior provincial se dirigió a David de modo especial durante la homilía de una manera cálida y agradecida. Primero le pidió que viviese este día como un verdadero regalo:
En segundo lugar, el prior provincial no dejó escapar la fecha en que se celebraba la profesión: la solemnidad de Nuestra Señora de la Consolación, una de las acepciones marianas más queridas por la Familia Agustiniana. Y querida también para David, que dejó a sus pies una vela y a la que se dirigió especialmente en unas palabras finales que señalaremos. Además David es un artista visual que ha pintado ya a Nuestra Señora de la Consolación. El prior provincial no podía dejar pasar esta coincidencia más bien pretendida:
Después de aludir precisamente a los textos bíblicos que se leyeron en la Liturgia sobre la consolación y el arte de consolar a los demás, el prior provincial por último quiso recordar a la familia de David, que por redes sociales asistían a la celebración:
Al final de la Eucaristía fue el neoprofeso quien, en el momento de la acción de gracias, se dirigió a todos. Estas fueron sus palabras:
No hubo alimentos para compartir ni mucho tiempo para departir. Por grupos pequeños varios fueron felicitando al nuevo profeso; aunque las máscaras y los protocolos impedían acercamiento, fueron felicitaciones sinceras e incluso recibió algún regalo de las Fraternidades Seglares Agustino-Recoletas presentes.
David continuará ahora su servicio al Pueblo de Dios preparándose con el estudio de Ciencias Patrísticas en Roma. Podrá así acercarse a Agustín de Hipona y otros Padres de la Iglesia desde múltiples aspectos: como religioso, como obispo, como doctor de la Iglesia, como hermano mayor de tantas vidas que, como la de David, siguen sus pasos en la vida común y el servicio al Pueblo de Dios.