A los pocos días de comenzar los talleres del CEAR (Centro de Espiritualidad Agustino-Recoleta) de Costa Rica, esperados con anhelo por los participantes que han convertido este centro en su segundo hogar, estalló la pandemia de la COVID-19, de la que informó la OMS y que está extendiéndose por el planeta sin posibilidad de frenar sus poderes letales.
El CEAR de Costa Rica, en vez de amilanarse y quedarse quieto en la complicada nueva situación cancelando todo los talleres y actividades programadas, procedió inmediatamente a buscar alternativas digitales con propuestas para continuar el proceso semana a semana de todos sus talleres.
Al principio algunos de los habituales participantes ofrecieron resistencia ante las nuevas formas virtuales porque se sentían incapaces para usar estas herramientas, pero poco a poco el equipo organizador de los talleres fue capacitando a los remisos para lidiar con los problemas de comunicación virtual.
En poco tiempo, sin perder la secuencia de los talleres, los participantes cada semana se conectan a la misma hora agendada inicialmente y han podido servirse aceptablemente de las herramientas que ofrece la comunicación digital.
Actualmente se llevan a cabo cinco talleres con esta modalidad virtual.
Por otra parte, se ha buscado la manera de acompañar a las personas en su aislamiento y que tuviera el mayor alcance dentro de la misma Familia Agustino-Recoleta. Así nació la idea de invitar al agustino recoleto Enrique Eguiarte a impartir un taller sobre el libro de las Confesiones de san Agustín. Eguiarte aceptó la invitación y se dio nombre a esta actividad: “Café en casa”. Ya son varias las semanas que se ofrece este espacio y el éxito ha sido llamativo: participan en él en torno a las cien personas.
A la par se creó el espacio “Un minuto de esperanza”, donde se transmite el evangelio del día con una pequeña reflexión sobre el evangelio y se ofrece dos enlaces de información para realizar “la” actividad del día: visita un museo, asistir a un concierto o una obra de teatro, canciones alusivas al evangelio…
Estas iniciativas han avivado al CEAR de Costa Rica, que ha estrechado relaciones con los CEARs de otros países, y en ellas participan personas muy variadas, entre ellos, algunos religiosos recoletos y miembros de las Fraternidades Seglares Agustino-Recoletas. Superan ya los veinte programas y cada día van aumentando los seguidores.
La profunda crisis por el coronavirus, que genera incertidumbre, inseguridad y miedo, también está despertando en muchas gentes el talento y nobleza dormidos, que ponen al servicio de los demás para alentarlos en sus dificultades, movidos por la fe en que la última palabra la tiene siempre el Dios de la vida.