Desde hace unos diez años las monjas Agustinas Recoletas viven en su monasterio San Agustín, en Lodwar, Turkana, Kenia. La comunidad monacal está formada por tres monjas mexicanas y algunas jóvenes keniatas que aspiran a ser monjas en su día. A una de las monjas hemos acudido interesándonos sobre cómo vive el pueblo cristiano de esta región semidesértica la Navidad.
Hermana Irene, mucho gusto en saludarla. Nuestro deseo es que nos hable de la Navidad en esta tierra, pero antes de hablarnos de cómo se vive la Navidad en esta región turkana, ¿podría ofrecernos algunos rasgos de esa tierra a la que han emigrado ustedes con el objetivo de evangelizar desde su carisma contemplativo?
Estamos en Lodwar, la capital del condado de Turkana, y su población se aproxima a los 60.000 habitantes. El clima es semidesértico, con una escasez acusada de lluvias y altas temperaturas. Por esto mismo la vegetación es muy pobre. El nivel económico de la gente es bajo y, sin estar aislados, no hay vías terrestres cómodas para llegar aquí.
En estas fechas, próximas a la Navidad, pensando en los visitantes de esta página, ante todo interesa que nos cuente cómo se celebra ahí la Navidad cristiana.
La celebración de la Navidad en estas tierras era desconocida hasta que los primeros misioneros llegaron a esta región, y no llegaron propiamente a catequizar sino a proveer de víveres por la hambruna que azotaba el lugar.
La Iglesia Católica es muy respetada en toda Kenya por toda la labor que realiza a través de los misioneros en casi todos los niveles, y en Turkana la mayoría de las escuelas, dispensarios y clínicas, junto con la mayoría de organizaciones, son católicas. Después de prestar ayuda humanitaria empezó la evangelización. Al principio la gente participaba por conveniencia, pero no por convicción, ya que si participaba en Misa recibiría algo de despensa.
Al pasar el tiempo los misioneros empezaron a concienciar y catequizar a la gente usando algunas tradiciones propias de sus lugares de origen, al estilo Italiano e irlandés; por ejemplo, la celebración de la Navidad con la misa de media noche -y también para fin de año-, y el compartir en familia.
¿Ha llegado a Turkana todo el boom consumista -alimentos, luces, adornos, regalos, viajes…- propio de bastantes países occidentales?
Cuando llegaron aquí los primeros misioneros no había medios de comunicación, no había propagandas ni mercados que hacen perder el sentido de la Navidad. Hoy en día los medios de comunicación han invadido este lugar a pasos agigantados, y el mercado comercial también, trayendo superficialidad. Hasta hace tres años aquí no se conocían las series o lucecitas de colores y otros adornos de Navidad. Gracias a los chinos, han llegado aquí, aunque para las gentes de aquí no es tan importante toda esa parafernalia como el compartir en familia.
¿Cómo vive la comunidad cristiana la Navidad desde el punto de vista litúrgico?
La celebración en la comunidad cristiana litúrgicamente empieza con la preparación del Adviento, con decoraciones de color litúrgico, así recuerdan a la gente el tiempo litúrgico en que están. Para ellos es muy importante ver los signos. Ellos preparan cantos de Navidad en lengua turkana y en swahili para la celebración. Las mujeres preparan el nacimiento con el material típico con que construyen sus casas: baras flexibles y palmas. La forma es muy original, mañata, casa típica de este lugar. Lo decoran muy bien y ahí colocan las imágenes.
Por la tarde del 24, con tiempo van llegando a la iglesia para preparar los últimos detalles de la celebración litúrgica. Al Niño lo colocan cuando empieza la misa el 24 por la noche, para que ellos lo puedan venerar y ofrecer sus dones. La Misa es muy solemne con sus danzas y vestimentas propias para la ocasión, y en esta celebración bautizan a los niños pequeños, lo que, para ellos, indica que con el Bautismo nacen también a la vida de gracia al igual que en la noche de Pascua cuando se bautizan los catecúmenos, gente adulta. En esta misa los bebés forman parte muy especial al conferirles el Bautismo.
Después de las Misa la mayoría se retira a descansar porque es muy tarde y algunos tienen que caminar mucho para llegar a sus hogares.
La gran fiesta es el 25 y la celebran en familia. Por la mañana tienen la Misa y en ella llevan ofrendas que después serán destinadas a los lugares más vulnerables, como la cárcel, el hospital, o los más pobres. Esta obra de caridad es una clara señal de su deseo de compartir desde su pobreza con los que no pueden estar con ellos, ya que la situación en que se encuentran no les permite estar en familia.
¿Como se celebra el día de Navidad en las familias?
La Navidad es la fiesta del nacimiento de Niño Jesús y es celebrada con gran solemnidad en todas las familias cristianas de Turkana, católicas y protestantes, siendo una celebración del amor de Dios Padre, un amor que llega a todos, contagiando incluso a los que no creen.
La veneración de este día en la vida no es extraña para la gente de Turkana. Aunque el cristianismo tardó mucho tiempo en llegar a ellos, sin embargo mantienen el recuerdo y rememoran las vidas ejemplares de los que les trajeron la fe. Por eso el día de Navidad tiene un alto honor y es venerado de diferentes maneras en estas familias. Uno de los trabajos principales para preparar este día de Navidad es pintar la casa los que la tienen de bloque, y los que la tienen de lodo la arreglan poniéndole más barro en las paredes. Así se preparan para recibir al niño Jesús y a sus propios familiares. Este día de Navidad comen carne, verduras, arroz y chapati.
Este pueblo turkana, como los pueblos indígenas africanos en general, es muy amante de las tradiciones y de los antepasados. Sin duda esto se verá reflejado también en la celebración de estas fiestas navideñas.
Como dice la carta a los Hebreos 13,7: “Acuérdense de sus pastores que les enseñaron la Palabra de Dios, consideren su estilo de vida e imiten su fe”, las familias turkanas mantienen la enseñanza recibida recordando al sacerdote misionero de igual manera que a los prisioneros y a los enfermos. Es por eso por lo que los padres ofrecen junto con sus hijos algunas ofrendas como leche, pan, frutas, etc. Esta es la gran obra de misericordia que un alto número de familias realiza al participar en la Misa en este día de Navidad, sin olvidar al sacerdote al que le traen las cabras gordas durante las celebraciones de la Misa en la noche y del día de Navidad.
El sentido de “pueblo”, o comunidad, o familia está también muy arraigado en los pueblos africanos no influenciados fuertemente por pueblos de otros contienentes. También esto se notará en la forma de vivir la Navidad.
Navidad es un día muy maravilloso para esta región, ya que es el único día en que sacrifican sus cabras y camellos para celebrar con su numerosa familia y también con sus vecinos ya que se pueden juntar varias familias. Recordemos que para esta tribu el ganado es sagrado; se puede estar muriendo, pero no vende su propiedad que son las cabras, si no es en esta ocasión. Esta práctica tradicional de celebración seguramente encierra un significado especial para ellos, ya que los lleva a reverenciar a la naturaleza y darle un valor importante, a la familia y a la llegada de Jesucristo como el Salvador.
Al honrar este día del nacimiento de Jesucristo, honran también a sus hijos comprándoles ropa nueva, incluidos los zapatos, y se arreglan el cabello, para que sea un momento muy feliz y alegre para ellos. Para estas grandes celebraciones tienen un baile especial llamado edonga.
Hermana, y ustedes, llegadas de México, donde se vive la Navidad con tanto aparato externo y expresiones de religiosidad, ¿cómo la celebran aquí?
En nuestra comunidad la celebramos con la preparación de las tradicionales posadas durante la novena. Es natural, también cargamos con lo nuestro; pero aquí no hay aguinaldos; aquí compartimos la cena con algo sencillo de la gastronomía de Kenya. Adornamos y preparamos el belén mezclando tradiciones y culturas al igual que la decoración. Y el día de Navidad celebramos la misa solemne el 24 por la noche. La gente no participa con nosotras ya que se congregan en la Parroquia para los bautizos de niños. La Misa es más comunitaria y dentro de ella cantamos los villancicos en tres idiomas: swahili, inglés y español. Como en la comunidad nadie habla turkana, aún no hemos intentado cantar en esta lengua, que es un poco difícil de pronunciar. Pero lo vamos a intentar.
Después de la Misa pasamos un rato cantando y adorando al niño Jesús. Después compartimos fraternalmente la cena que preparamos al estilo de aquí. No puede faltar la carne para esta celebración especial, al igual que el 25. Cuando ha sido posible hemos compartido la cena con los padres Combonianos.
Le agradecemos su información tan interesante, y que vivan una Navidad feliz y llena de gozo, aunque sea lejos de su patria. Gracias.