Diversas estampas de la vida de los religiosos agustinos recoletos durante los 50 años de existencia de la comunidad.

El Colegio San Agustín de los Agustinos Recoletos en Valladolid (Castilla y León, España) cumple 50 años.

1. Comunidad agustino-recoleta

Como comunidad agustino-recoleta, Valladolid ha sido durante años la casa de la Provincia con mayor número de religiosos, exceptuando el teologado, en un arco que va desde los nueve que fundaron la comunidad en 1961 hasta los 38 de 1976 y 1983. Nunca hubo menos de 30 frailes entre 1967 y 1999.

Esta comunidad podría haberse constituido como laboratorio experimental para toda la Provincia de San Nicolás de Tolentino, con religiosos preparándose para la profesión solemne; sacerdotes recién ordenados ampliando estudios universitarios; otros que han ido de las aulas a la promoción vocacional, la formación, parroquias o misiones o a asumir tareas de gobierno en la Provincia y la Orden; algunos, tras desgastar sus vidas en la misión, vinieron a recuperarse o pasar sus últimos años de vida; de nacionalidades diversas; una comunidad heterogénea, con un día a día lleno de ocupaciones, responsabilidades, tensiones internas o externas.

La comunidad del Colegio ha acogido a personas que querían un primer contacto con la vida religiosa o a postulantes que iniciaban los estudios filosóficos previos al noviciado. Y ha sido lugar de acogida para los propios familiares de los religiosos.

En 1996, un informe describía esta complejidad: “Esta casa tiene como función primordial la educación, pero está siendo, entre otras cosas, residencia de ancianos y enfermos, casa de formación y casa de religiosas. Merece la pena un análisis de esta situación que afecta a las relaciones comunitarias y decisiones que se toman, a la labor educativa y a la economía. Puede haber llegado el momento de estudiar las cosas con seriedad y serenidad y, si es posible, arbitrar medidas que pueden afectar a la finalidad, organización, estructura, número de miembros de esta casa”. Un argumento válido no sólo para el año que fue escrito, sino para los cincuenta años de historia de la comunidad.

La comunidad ha pasado por momentos de decisivos, de expectativas; de tensión y de desconfianza; de alegría por los éxitos, de tristeza por lo que no permitía obtener frutos, serenidad y unión. Y nunca ha dejado de estar ahí para que todo saliese adelante, sin depender de horarios o fechas.

El primer religioso de esta comunidad que falleció tenía tan sólo 25 años de edad. En julio de 1965, Ángel Jalón, recientemente destinado al nuevo seminario, fallece al caérsele encima un andamio. Desde aquella defunción, otros 27 religiosos y un seminarista han fallecido mientras formaban parte de la comunidad del Colegio:

  • 1965        Ángel Jalón
  • 1966        Manuel Bienzobas
  • 1970        Luis Arribas
  • 1970        Arturo Quintanilla (obispo)
  • 1978        Inocencio Peña
  • 1979        Manuel Gómara
  • 1979        Pedro Colomo
  • 1982        Florencio Alfaro
  • 1983        Jesús Sánchez, seminarista de BUP (cáncer)
  • 1983        Escolástico Ayestarán
  • 1983        Manuel del Val
  • 1987        Francisco Ripollés
  • 1988        Esteban Tejedor
  • 1993        Bernardino Fabregat
  • 1994        Guillermo Ugarte
  • 1997        Lorenzo Infante
  • 1997        Gregorio Martínez
  • 1998        José Javier Sáinz
  • 1999        Clemente Jubera
  • 2002        Jesús Alonso
  • 2003        José Luis Sola
  • 2005        José Ramón Belloso
  • 2007        Francisco Domínguez
  • 2009        Miguel Bueno
  • 2011        Julio Fidalgo
  • 2011        Pedro Ge
  • 2012        Eusebio Zabaleta
  • 2012        Pedro Tung
  • 2012        José Luis Igea

También el Colegio ha sido testigo de nacimientos a la vida religiosa. Junto con los seminaristas y antiguos alumnos que siguieron la vocación religiosa, el Colegio ha sido escenario de profesiones y ordenaciones que sirvieron de acicate y ánimo. Una quincena de agustinos recoletos han hecho su profesión solemne o han recibido su ordenación diaconal o sacerdotal en el colegio.

El año 2011 uno de los miembros de la comunidad, Miguel Navarro, cumplió 100 años coincidiendo con los 50 del Colegio. Hoy es el “abuelo” de toda la Orden.

Priores y vicepriores de la Comunidad
Años Prior Viceprior
1961-1964 Luis Arribas Antonio Eraso
1964-1967 José María Echeverría Antonio Eraso
1967-1970 Joaquín Úriz Esteban Soria
1970-1973 Ramón Alzórriz Gregorio Martínez
1973-1979 José María Abadía Javier Rubio
1979-1982 Florencio Juntas Miguel Ángel Tejada
1982-1985 Miguel Ángel Tejada Marciano Santervás
1985-1988 Marciano Santervás Francisco Javier Legarra L.
1988-1991 Francisco Javier Legarra L. Pedro María Izura
1991-1994 José Félix Troncoso Ángel Jubera
1994-1997 Marciano Santervás Ángel Jubera
1997-2000 Marciano Santervás Benjamín Miguélez
2000-2006 Miguel Ángel Tejada Ricardo Mediavilla
2006-2012 José Antonio Calvo Joaquín Úriz
2012- Miguel Ángel Tejada Juan Luis González

• Casa para religiosos en situación de dependencia (2011)

En las comunidades agustino-recoletas hay desde jóvenes religiosos que inician su tarea apostólica hasta ancianos dedicados al reposo, la oración, el testimonio y la animación de la vida de los más jóvenes.

El año 2007 comienza una revisión de los procedimientos para los religiosos que necesitan cuidados especiales, profesionales y permanentes. Los costes de la atención personalizada y profesional, así como la necesidad de adaptar estructuras para personas de movilidad reducida, obligan a estudiar el problema.

Por todo ello se plantea la posibilidad de reunir a los religiosos en esta situación, garantizar su atención y ofrecerles los medios más oportunos a costes razonables. La otra opción era crear estructuras especiales y encontrar profesionales en cada una de las comunidades, muchas situadas en regiones carentes de profesionales, en zonas rurales poco habitadas, o en contextos socioeconómicos poco avanzados.

El Consejo Provincial escoge la comunidad de Valladolid como sede para este centro. Está en un contexto urbano, es fácil encontrar profesionales, cuenta con amplios espacios, una red de comunicación eficaz y la presencia de una comunidad numerosa garantiza la compañía a estos hermanos sin perder el sentido de familia.

El año 2008 se inician las obras en la tercera planta del pabellón de la comunidad: habitaciones adaptadas, zona de recreo, sala de rehabilitación, ascensor, jardines accesibles, espacios para los profesionales. El año 2010 se inauguran y llegan los primeros religiosos. La comunidad aumentó de 22 a 28 religiosos y tiene una nueva responsabilidad, tarea y ocupación más para atender.

2. Misioneras Agustinas Recoletas

Las Misioneras Agustinas Recoletas (MAR) y la Provincia de San Nicolás de Tolentino están unidos desde la fundación de la congregación. La presencia de una comunidad religiosa femenina en casas de formación era ya habitual, como en Lodosa, o incluso se podría citar la cercanía de la casa madre de las MAR con el noviciado de Monteagudo, al que prestan algunos servicios. Unos meses después de la inauguración del seminario de Valladolid, el 11 de enero de 1962, llegan las primeras religiosas MAR.

Los planos del San Agustín contemplaban una zona con todo lo necesario y entrada propia para la comunidad MAR. Durante 30 años, hasta 1992, permanecerán en Valladolid entre cuatro y cinco religiosas con varios cometidos: cocina y menaje en los primeros tiempos, atención sanitaria (siempre habrá una enfermera), gestión y control de limpieza y ropería.

La crisis vocacional, el aumento de edad y la necesidad de priorizar opciones y presencias harán que en 1993 se vean obligadas al cierre de la comunidad. Pero dejaron la huella de 30 años de dedicación esmerada y de toque femenino en un centro que durante la mayor parte de su presencia fue solamente masculino.

Su dedicación fue más interna y dirigida al seminario y la comunidad religiosa que a los externos. Durante años quedará en el imaginario la imagen de una religiosa MAR comprobando el correcto aseo de los seminaristas. Y muchos hoy adultos las recuerdan con cariño en su papel de cuidado y atención de aquellos años.

3. Augustinian Recollect Sisters

La marcha de las Misioneras Agustinas Recoletas hizo necesario buscar una alternativa para no prescindir de los servicios de una comunidad religiosa femenina en el Colegio. La solución vino de una congregación de carisma e historia muy parecidos, pero con raíces en Filipinas, las Augustinian Recollect Sisters (ARS). La casa de Valladolid fue la primera que tuvieron en Europa.

Esta vez se dio a esa presencia un planteamiento diferente. Llegaron cuando el seminario dejó de existir, y no coincidieron ni un solo día con seminaristas. Dado que procedían de Filipinas y no hablaban español, se pensó en apoyar la enseñanza de inglés. También atenderían a los pequeños, cuidando de ellos en una especie de guardería previa al inicio de las clases. Además, han participado en la catequesis del primer ciclo de primaria y educación infantil.

También han seguido encargadas de labores de enfermería y en el cuidado de los religiosos enfermos y/o ancianos. La presencia de algunos frailes que pasaron buena parte de su vida en Filipinas ha sido ocasión para que reciban atención espiritual y humana en su propia lengua, el tagalog, o en inglés.

4. Fraternidad Seglar Agustino-Recoleta

Las órdenes religiosas nacen con un carisma entregado por su fundador y que a lo largo de la historia se adapta sin perder sus valores fundamentales. Esta forma de ver la realidad, idea-fuerza que anima la vida, no es exclusiva de los religiosos, sino que es un regalo y una opción para todo el que lo desee. Alrededor de las órdenes religiosas han nacido grupos de personas que, sin ser religiosos, participan de su carisma, de sus valores, en muchos casos de sus acciones evangelizadoras.

El año 2002 se dio un nuevo paso en la difusión del carisma agustinos recoletos en Valladolid con la constitución de la Fraternidad Seglar Agustino-Recoleta. Once personas iniciaron un año de formación para asumir los compromisos concretos con los valores de la comunidad, de la interioridad, del amor por la sabiduría. Los primeros miembros surgieron de entre los familiares de antiguos seminaristas y alumnos, hoy religiosos.

EL año 2005 se comprometieron públicamente a seguir este carisma en sus vidas. El nombre de su Fraternidad, Divino Maestro, es en honor a San Agustín y a la labor educativa del colegio. Tienen reuniones mensuales, oran juntos, elaboran objetos para mercadillos misionales, participan en las fiestas propias de la Orden, han colaborado en actividades con la comunidad. Y, especialmente, se apoyan mutuamente y viven el día a día del valor de la fraternidad…

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