4. Evangelización de Taiwán

De las primeras misiones católicas de los dominicos españoles y de la estancia de los protestantes holandeses en el siglo XVII no quedó nada tras la primera gran conquista china de la isla. El 18 de mayo de 1859 dos dominicos se establecieron en Kaohsiung, al sur de la isla. Fundaron la iglesia de la Inmaculada Concepción de Wanchin, que es hoy la iglesia católica más antigua de Formosa.

La religión popular de Taiwán está muy influida por el taoísmo y el budismo, pero no es ni una cosa ni otra. Tiene más de institución social, de cultura o filosofía de vida, que de religión. Una estadística oficial del año 2005 reconocía la existencia de 26 religiones en la isla, lo que da idea de cierta complejidad.

Los nativos originarios practicaban la adoración a la Naturaleza. En la historia posterior, los holandeses introdujeron el protestantismo, los españoles el catolicismo, los japoneses el sintoísmo, los chinos el budismo y el taoísmo. Y alrededor del 20% de la población se manifiesta atea o agnóstica.

Las religiones más practicadas hoy son el budismo (35%) y el taoísmo (33%), seguidas más de lejos del I-Kuan Tao (3,5%), un sincretismo originado en China en el siglo XX y que incorpora elementos del confucianismo, el taoísmo y el budismo chino, y reconoce la validez de religiones como el cristianismo y el Islam.

Sin embargo, que una persona se identifique como budista, taoísta o de religiones sincretistas no significa necesariamente una filiación muy estrecha. Es muy común que las personas practiquen en su día a día una mezcla de las tres. Es común encontrar templos budistas y taoístas adyacentes, si no bajo el mismo techo. Por las calles, casas, oficinas y fábricas se pueden ver multitud de altares a dioses locales con mezclas rituales de estas religiones.

El resto de confesiones, denominaciones e iglesias, incluido el catolicismo, ocupan porcentajes mínimos de población. En esta tabla podemos ver todas las catalogadas en la encuesta de 2005 en orden de adscripción; en color amarillo las religiones de procedencia oriental, y en verde las religiones procedentes del mundo occidental o del medio oriente:

La evangelización en Taiwán ha topado con esta peculiar situación religiosa en el país. Además, se trata de una sociedad muy consumista y también profundamente dedicada a una “religión sin espíritu”: el trabajo.

Las horas extra, las vacaciones mínimas, la dedicación completa, la necesidad de más recursos para comprar más cosas, la educación en las escuelas, todo está destinado al aumento de la producción y a la inoculación en la población de un estilo de vida que mantenga en pie el círculo producción/consumo del capitalismo.

Esto se ha convertido durante años en una piedra de tropiezo de la labor evangelizadora. Ejemplos visuales pueden ser éstos: sólo desde 1995, treinta años después de inaugurar los templos, los Recoletos contaron con monaguillos en las celebraciones. Antes, los padres se negaban a ello porque “quitaba tiempo” a los chavales para estudiar. Durante casi 50 años, los periodos catequéticos se han tenido que reducir a tres semanas anuales, durante las brevísimas vacaciones escolares, pues no había otro horario disponible. O, casi desde el principio, el único modo de llegar a la sociedad fueron las guarderías: los padres y madres pasaban tanto tiempo trabajando que necesitaban de escuelas infantiles que acogiesen a sus niños.

La presencia de la Iglesia Católica en Taiwán es hoy día testimonial. En la tabla comparativa de la web “Catholic Hierarchy”, que presenta datos estadísticos sobre todas las diócesis y obispos del mundo, Taiwán ocupa el número 105 de un total de 157 países por número absoluto de católicos. La isla cuenta con siete diócesis, 452 parroquias y 705 sacerdotes, de los cuales sólo 226 son diocesanos. Los 644 religiosos y 1.056 religiosas son, casi todos, extranjeros.

En la Diócesis de Kaohsiung, donde están las misiones de los Agustinos Recoletos, en 2006 había un total de 3.650.591 habitantes, de los cuales eran católicos 47.221 (1,29%) en 58 parroquias. En ese año tenía 28 sacerdotes diocesanos y 62 religiosos. Había 63 religiosos varones y 151 religiosas.

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